Llevaban entrenando toda la semana delante de un jurado
para que este decidiera quienes debían abandonar la academia esa
misma semana. María no podía entrenar por su tobillo, pero asistía
a todos los entrenamientos para ver como sus amigos se esforzaban por
quedarse otra semana más. Mariola y Alberto les habían dicho que la
decisión del jurado no dependía de ellos y que se daría el
viernes. Ese viernes. Lali se vistió con su ropa normal y salió a
las canchas, dispuesta a relajarse un poco y entonces vió a Mery y a
Ana, con ropa normal, tirando a canasta.
-Hola... -dijo cuando las vió ellas le sonrieron. Mery
le pasó el balón y ella encestó desde la linea de tres.
-Como mejoraste, Lali. -dijo María.
-Mucho. -añadió Ana.
-¿Eso es bueno? -preguntó Lali.
-Buenísimo. Se ve todo lo que trabajaste para llegar
hasta acá. Y las tardes en la cancha sola, practicando.
-Hago lo que me gusta. -dijo la petiza elevndo un
hombro.
-¿Estais preparadas para lo de esta tarde? -preguntó
Mery.
-No. -contestaron a coro.
-¿Quienes creeis que se van a ir? -preguntó Ana.
-No se, todos estamos acá porque nos lo ganamos, es muy
difícil escoger. -dijo Lali.
-A lo mejor soy yo. -dijo María, las dos la miraron.-
Estoy lesionada, no tiene sentido seguir acá.
-Siempre hay un sentido Mery, tranquila. -dijo Ana.
Entonces Alberto las llamó para que todos se reunieran en el living
de la academia.
-¿Recuerdan lo que les pregunté una tarde? -preguntó
Mariola. Todos sabían a lo que se refería, pero se callaron.- ¿Cual
es su mayor miedo? ¿Empezamos con las chicas? Ángela.
-No poder seguir. -dijo ella.
-Cande.
-No ser lo suficiente fuerte.
-Ángela.
-No estar a la altura.
-Daniela.
-No conseguir lo que quiero.
-Euge.
-Perder lo que más quiero, o a quien más quiero.
-María.
-No poder pararme después de una caída.
-Sofía.
-No tener quien me levante cuando lo necesite.
-Irina.
-No salvarme de lo peor.
-Rocío.
-No llegar a mis sueños.
-Lali.
-Fallar o que me fallen.
-Los chicos, Raul.
-Fallar un doble solo. -todos sabían que los chicos se
puieron de acuerdo para contestar algo relacionado con el basquet,
después de perder la final.
-Agustín.
-Dar un mal pase.
-Sergio.
-Dar tres pasos.
-Gonzalo.
-Que la persona a la que defiendo meta una canasta
fácil.
-Nicolás.
-Que mi equipo confíe en mi. -todos soltaron una
risita.- Demasiado compromiso. -añadió después.
-Paco.
-Que mi entrenador me saque de la cancha porque no hice
nada bien.
-Rafa.
-Perder el balón que gane el partido.
-Gastón.
-Tirar un triple y que no toque nisiquiera el aro.
-Peter.
-La verdad de una derrota.
-Pablo.
-No llegar a la cima.
-Pues si que tienen miedos, che. -dijo Alberto, haciendo
reir a todos.- Vamos, les van a dar el resultado en la cancha.
Los veinte se colocaron en la cancha en una larga fila,
todos abrazados por los hombros, mirando al jurado.
-Bien, después de una semana de larga deliveración,
tenemos un resultado. -dijo la que parecía la portavoz.- Hay dos
personas que van a abandonar la academia mañana a las diez. Esas dos
personas son... -un silencio se hizo y todos bajaron la mirada para
escuchar el veredicto.- María y Sergio.
Sin saber porque, cuando escuchó esto, Peter apretó un
poco más a Lali. Todos se acercaron a abrazar a María y a Sergio
que, valientes, contuvieron las lágrimas. El jurado dejó que se
despidieran y se fueron dejandolos solos. Después, Alberto y Mariola
volvieron a reunirlos.
-Queremos darles esto. -dijo Alberto entregándoles a
los expulsados una caja.
Esa caja llevaba el nombre de cada uno y dentro de ella
había recuerdos de ese año. Entre ellos y lo que coincidian era
unas fotos de grupo, otra de cada equipo y una foto de la graduación.
-Muchas gracias. -dijo Mery.
-No hay nada que agradecer...

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