viernes, 12 de julio de 2013

19.-




Llevaban entrenando toda la semana delante de un jurado para que este decidiera quienes debían abandonar la academia esa misma semana. María no podía entrenar por su tobillo, pero asistía a todos los entrenamientos para ver como sus amigos se esforzaban por quedarse otra semana más. Mariola y Alberto les habían dicho que la decisión del jurado no dependía de ellos y que se daría el viernes. Ese viernes. Lali se vistió con su ropa normal y salió a las canchas, dispuesta a relajarse un poco y entonces vió a Mery y a Ana, con ropa normal, tirando a canasta.

-Hola... -dijo cuando las vió ellas le sonrieron. Mery le pasó el balón y ella encestó desde la linea de tres.

-Como mejoraste, Lali. -dijo María.

-Mucho. -añadió Ana.

-¿Eso es bueno? -preguntó Lali.

-Buenísimo. Se ve todo lo que trabajaste para llegar hasta acá. Y las tardes en la cancha sola, practicando.

-Hago lo que me gusta. -dijo la petiza elevndo un hombro.

-¿Estais preparadas para lo de esta tarde? -preguntó Mery.

-No. -contestaron a coro.

-¿Quienes creeis que se van a ir? -preguntó Ana.

-No se, todos estamos acá porque nos lo ganamos, es muy difícil escoger. -dijo Lali.

-A lo mejor soy yo. -dijo María, las dos la miraron.- Estoy lesionada, no tiene sentido seguir acá.

-Siempre hay un sentido Mery, tranquila. -dijo Ana. Entonces Alberto las llamó para que todos se reunieran en el living de la academia.



-¿Recuerdan lo que les pregunté una tarde? -preguntó Mariola. Todos sabían a lo que se refería, pero se callaron.- ¿Cual es su mayor miedo? ¿Empezamos con las chicas? Ángela.

-No poder seguir. -dijo ella.

-Cande.

-No ser lo suficiente fuerte.

-Ángela.

-No estar a la altura.

-Daniela.

-No conseguir lo que quiero.

-Euge.

-Perder lo que más quiero, o a quien más quiero.

-María.

-No poder pararme después de una caída.

-Sofía.

-No tener quien me levante cuando lo necesite.

-Irina.

-No salvarme de lo peor.

-Rocío.

-No llegar a mis sueños.

-Lali.

-Fallar o que me fallen.

-Los chicos, Raul.

-Fallar un doble solo. -todos sabían que los chicos se puieron de acuerdo para contestar algo relacionado con el basquet, después de perder la final.

-Agustín.

-Dar un mal pase.

-Sergio.

-Dar tres pasos.

-Gonzalo.

-Que la persona a la que defiendo meta una canasta fácil.

-Nicolás.

-Que mi equipo confíe en mi. -todos soltaron una risita.- Demasiado compromiso. -añadió después.

-Paco.

-Que mi entrenador me saque de la cancha porque no hice nada bien.

-Rafa.

-Perder el balón que gane el partido.

-Gastón.

-Tirar un triple y que no toque nisiquiera el aro.

-Peter.

-La verdad de una derrota.

-Pablo.

-No llegar a la cima.

-Pues si que tienen miedos, che. -dijo Alberto, haciendo reir a todos.- Vamos, les van a dar el resultado en la cancha.


Los veinte se colocaron en la cancha en una larga fila, todos abrazados por los hombros, mirando al jurado.

-Bien, después de una semana de larga deliveración, tenemos un resultado. -dijo la que parecía la portavoz.- Hay dos personas que van a abandonar la academia mañana a las diez. Esas dos personas son... -un silencio se hizo y todos bajaron la mirada para escuchar el veredicto.- María y Sergio.

Sin saber porque, cuando escuchó esto, Peter apretó un poco más a Lali. Todos se acercaron a abrazar a María y a Sergio que, valientes, contuvieron las lágrimas. El jurado dejó que se despidieran y se fueron dejandolos solos. Después, Alberto y Mariola volvieron a reunirlos.

-Queremos darles esto. -dijo Alberto entregándoles a los expulsados una caja.

Esa caja llevaba el nombre de cada uno y dentro de ella había recuerdos de ese año. Entre ellos y lo que coincidian era unas fotos de grupo, otra de cada equipo y una foto de la graduación.

-Muchas gracias. -dijo Mery.


-No hay nada que agradecer...

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