-Te ayudo con eso. -dijo Rocío acercándose a su novio
y atándole la corbata al cuello. Peter miró a Lali pidiendo ayuda.
-A mi no me mires que tampoco se. -dijo Lali. Rochi rió.
Entonces la puerta se abrió y se escucharon unos gritos. Claudia,
Diego y Stéfano entraron en la sala. Peter y Pablo fueron a
saludarlos mientras Rocío y Lali los miraban.
-¡Enano! -gritaron a coro para abrazarlo fuerte.
-¡Sueltenme! -exijió el rubio.
-¡Como te echamos de menos! -dijo Pablo.
-¿Que decís Pablo? -dijo Stéfano.- ¿Que te hicieron
para que hables así? ¿Te cambiaron el cerebro?
-¡Que gracioso! -Pablo rió irónico.
-¿Y que hacían acá con las señoritas? -preguntó
Claudia. Peter señaló su corbata y su madre se la ató.
-Gracias, mamá. Mirá. -agarró a Lali de la mano y
tiró de ella hasta su lado.- Ella es Lali, mi novia.
Lali sorprendida se puso colorada y bajó la mirada.
Claudia se rió y Diego también. PAblo señaló con la mirada a
Rocío y su madre entendió todo, pero su padre no.
-¿Ella también es tu novia, Pablo? -preguntó Diego,
entendiéndolo todo al final.
-Se podría decir que si. -dijo Pablo riendo.
-¿Que hacen acá? -preguntó Peter.
-Nos invitaron a vuestra graduación. -dijo Stéfano.
Lali y Rochi se miraron.
-¿A todos? -preguntó Rocío. Claudia asintió y las
dos salieron corriendo hacia la entrada, hasta que encontraron a su
familia y los abrazaron. Lali se colgó de Pato, a pesar de llevar
vestido, y Rocío corrió hacia sus dos papás.
Todos los papás de los chicos estaban allá. Después
de las bienvenidas, Alberto y Mariola llegaron a la academia e
indicaron de que deberían ir al instituto para la graduación. El
instituto estaba todo listo para la despedida de la secundaria de
muchas personas. Se sentaron en unas sillas enfrente a un escenario a
escuchar lo que los profesores y alumnos dirían en su discurso.
Varios discursos se hicieron presentes, pero el más
importante para ellos fue el que Eugenia e Irina dijeron.
-Nosotros somos nuevos acá y ya nos tenemos que ir.
Este año fue muy corto para todos, pero también lo disfrutamos.
Nosotros convivimos con el básquet y las clases. Conocimos a gente
nueva que ahora es muy importante en nuestras vidas. Viajamos, mucho.
Pero también estudiamos y nos preparamos para esto, y ahora que
estamos aquí no queremos que se acabe. Es una dura etapa, pero
también la más linda. Todos nosotros nos acordaremos siempre de
Yeno y de sus lugares. De Orange ball y de sus participantes.
Del instituto y de sus alumnos. Y estamos seguros que algún día
estaremos todos juntos otra vez, ¿y quien sabe si será en Yeno?
Los 18 compañeros de las rubias se pararon para
aplaudirles. Mariola, Alberto y Micaela, también. Los padres de
todos ellos no fueron menos. Les entregaron sus regalos y algunos
alumnos cantaron e hicieron alguna coreo para el momento. Después
todos tenían la cena en un salón alquilado a pocos kilómetros del
instituto. Algunos rueron caminado y otros en auto.
Cenaron en el salón y después se irían de fiesta. Eso
era lo mejor de todas las graduaciones.
El día amaneció y los encontró dormidos en un banco
de mármol. Los dos estaban dormidos abrazados y ella tenía las
piernas encima de las de el. El primero en despertarse fue el.
-Lali... Es de día. -ella gruñó y se acurrucó en su
cuello.- Vamos a casa...
Peter la agarró en brazos y caminó unos pocos metros
hasta que llegaron a la academia, no sabía como había dormido en un
banco si la casa estaba tan cerca. Entró despacio sin despertar a
cualquiera de sus compañeros que dormían en cada esquina. Subió
las escaleras y dejó a Lali en su cama. Antes de irse la volvió a
mirar y se tentó a acostarse con ella y seguir durmiendo. Finalmente
eso hizo y se durmió con Lali entre sus brazos.
Un grito los volvió a despertar.
-¿Que hacen? -era la voz de Ángela.
-Dormir. -dijo Lali escondiendo su cara en el cuello de
Peter.
-¿Pero acá? -preguntó Ana.- ¿Juntos?
-Dejenlos descansar... Vamos... -dijo Rocío sacándolas
de su cuarto.
-¿Se puede saber que haces? -preguntó Lali.
-Dormir. -contestó Peter.
-¿Que hacés acá?
-¿Te molesta?
-No, me gusta. Pero un poco zarpado meterte en mi cama,
con ropa... -añadió más tarde intentando desabrochar su camisa.
Peter pasó la mano por su espalda y bajó una de las tiritas de su
vestido. Pero la que tomó el control fue Ali que se separó un poco
para mirarlo.- Están todos los chicos por ahí, Peter...
-Lo siento. -dijo el saliendo de su cama. Lali lo miró
tumbada y cerrándole los ojos.
-Pero, por dormir no pasa nada ¿no? -el se rió y
volvió a acostarse abrazando a la petiza para dormir juntitos.

Ajjjj, quiero mas nove y MÁS laliter!
ResponderEliminarMe encanta. Besoooos
@laliterfever