17.-

-Me dijo que no podría jugar durante unos meses... -dijo apenada María. Euge se acercó y le frotó la espalda.

-Entonces... -dijo a modo de pregunta Lali, mirando a Mariola.

-El jurado decidirá. Pero aun queda, no se preocupen. Esta semana se gradúan, se van de fiesta, disfrutan de sus días tranquilos... Y después todo se verá.

-¡Rocío! -gritó Pablo desde el piso superior. La nombrada revoleó los ojos.

-¡Ya voy! -gritó ella ahora.- Después charlamos, Mery. -le dijo guiñándole un ojo antes de desaparecer.

-¿Que te parece si después preparo chocolatada con churros y vemos un partido de la NBA? -propuso Lali.

-Me encantaría. -dijo sonriendo por primera vez en la tarde Mery.

-Cande, ¿me ayudas? -le preguntó la petiza ella asintió y las dos se dispusieron a preparar lo prometido para veinte.

-Lali, ¿que crees que va a pasar dentro de dos semanas? -preguntó Candela.

-No lo se. Yo no me quiero ir, pero...

-¿Pero que, Lali?

-Que yo creo que otras personas se lo merecen más que yo... -dijo ella calentando leche.

-Yo por una parte quiero volver, pero ganar aquí implicaría muchas oportunidades al rededor del mundo. ¿Te imaginas jugando en España, Italia o EEUU?

Lali rió porque se lo había imaginado mil y una veces... Llevar una camiseta importante, con su nombre en su espalda. Sus amigos y familia mirándola desde las gradas o por la TV. Entrevistas, fotos, fans... Demasiado para ella, pensaba siempre.

-Dejemos de fantasear y preparemos esto... -dij Lali todavía riendo.

-¿Que hacen? -preguntó Peter mirando por encima de Lali.

-Le prometimos a Mery que íbamos a hacer chocolatada con churros y veíamos la NBA. -explicó Lali.

-¡Que bien! -dijo Peter mirando lo que hacía Candela.- ¿Cuando compraron los churros?

-Todavía no los compramos. Iba a ir yo ahora. -dijo Lali.

-Hay tormenta de verano y llueve mucho. ¿Vas a ir así? Mejor te acompaño. -Lali se encogió de hombros y dejó que Candela siguiera con las chocolatadas.

Lali y Peter se pusieron sus abrigos y agarraron su paraguas para no mojarse mucho. Abrieron la puerta y Fue Peter quien agarró el paraguas para con el otro brazo abrazar a Lali. Ella agarró la remera de el y caminó bien pegada a el.

-¿A donde vamos a comprar los churros? -preguntó Peter.

-Yo pensé en ir al bar Rana.

Caminaron hasta que vieron el enorme cartel con una rana verde. Se pararon y entraron sacándose los abrigos mojados para acercarse a hablar con la mujer que atendía el bar. Esta casi se queda sin respiración cuando Peter y Lali pidieron 10 docenas de churros. Dijo que deberían esperar, al menos, media hora. Se sentaron en una mesa y esperaron.

-¿Que te pasa, Peter? -preguntó Lali.

-Nada que Pablo, hace un rato, me confesó algo. Y me acabo de dar cuenta de que a mi me pasa los mismo. -Lali preguntó con la mirada.-Lali no se que voy a hacer cuando uno de los dos se tenga que ir a cas ay el otro se quede.

-Peter no pienses en eso ahora.

-¿En que quieres que piense? Solo quedan dos semanas para que la etapa de despedida empiece. Y no es solo eso, además después tendremos que elegir una universidad y...

-Yo no voy a ir a la universidad. -dijo Lali, sorprendiendo a Peter.

-¿Como que no irás a la universidad?

-No.

-¿Y entonces que vas a hacer?

-He decidido que quiero ser escritora. Cuando me echen de acá, esperaré a que tu vuelvas...

-Para, ¿porque pensás que te vas a ir tu primero? -la interrumpió Peter.

-Peter, está claro.

-De eso vamos a hablar después. Sigue.

-Cuando tu vuelvas y escojas universidad, yo iré a donde tu vallas y allí me apuntaré a un curso de escritura. -el soltó una risita.

-Lali, eso es muy bonito. Pero no puedes hacer eso. Es una locura.

-¿Y no es una locura estar con el pibe con el que tanto me peleé y era un auténtico estúpido? -los dos rieron y Peter puso una de sus manos encima de las de ella.

-¿Entonces esos son tus planes? -ella asintió.- Pues si es lo que tu quieres, ¿quien soy yo para decirte nada?

-Mi novio. -los dos volvieron a reír y la mujer los avisó de que los churros estaban listos.

Agarraron sus abrigos, los churros y el paraguas. Peter abrazó a Lali otra vez mientras sostenía el paraguas y ella llevaba los churros. Cuando llegaron todos estaban ya sentados en la mesa, esperándolos. Al verlos, todos aplaudieron y chiflaron.

-¡Al fin viejo! -se quejó Gonzalo.

-No tardamos tanto. -dijo Lali dejando los churros encima de la mesada.

-Dale, tengo hambre. -se quejó Eugenia.

-Tranquila, Euge... -dijo Irina sirviendo los churros mientras Peter y Lali se sentaban uno al lado del otro.

-¿Quien juega hoy? -preguntó Paco con la boca llena.

-Knicks contra Lakers. -informó Sergio.

-Yo voy con los Lakers. -dijo Sofía.

-Pues yo por los Knicks. Algún día jugaré allá. -dijo Pablo.

-¡Claro que si campeón! -lo animó su hermano irónicamente.

-Yo estoy con Pablo, los Knicks hasta la muerte. -dijo Irina.

-No teneis ni idea. Lakers, por favor... -dijo Ángela.

-Pues yo soy de los Bulls. -dijo Ana. Empezaron a discutir acerca de los mejores equipos, después vieron el partido y por último jugaron a las cartas antes de irse a dormir.