martes, 11 de junio de 2013

16.-

























Lanzá! -gritó Pablo. La petiza obedeció y lanzó, fallándola.- Confiá.

-No va a confiar ni aun que de ello dependa el partido... -dijo Peter.

Vamos chicas! -gritó Gonzalo que estaba muy emocionado. Si ellos no ganaron, las chicas tenían que hacerlo.

Las chicas iban ganando de poco, pero ganaban. El descanso llegó y Alberto tan solo las felicitó y las dejó descansar.

En tercer cuarto llegó las contrarias apretaron pero nunca llegaron a estar por encima de las locales.Pero esta vez la que cayó al suelo fue María, torciéndose un tobillo, algo más serio que lo de Nicolás. Fueron Gonzalo y Agustín los que bajaron a la cancha para agarrarla en brazos y llevarla hasta el banco.

-¿Te duele mucho? -preguntó Candela, que estaba sentada a su lado en el banco.

-Si, no lo puedo mover... -dijo ella intentando respirar.

-Andá a agarrar hielo. -le dijo Gonzalo a Agustín, que se fue corriendo a buscarlo.

María no pudo volver a jugar en lo que quedaba de partido. Su tobillo se hinchó y no lo podía mover, pese a eso estuvo todo el tiempo en el banco con la bolsa de hielo en el pie. Quedaban apenas 15 segundos y el balón les pertenecía, aparte de tener 3 puntos de ventaja. Las españolas, que jugaron limpio todo el tiempo, pidieron un tiempo muerto y los dos equipos se reunieron con sus entrenadores.

-Bien, quiero pases seguros, que gasteis todo el tiempo, no tireis a canasta y ganenlo ¿si? Sofía sacá vos y dásela a Lali. -le dijo a pelirroja esta asintió, después desvió la mirada hacia Lali.- Aguantá, que no te la quite y da un pase seguro. Vamos chicas, ya es casi nuestro.

Las chicas volvieron a salir al campo y como Alberto ordenó. Sofía sacó desde un abanda y Lali recibió. Pase a Eugenia, a Irina, a Sofía, de vuelta a Lali. Miró el tiempo solo tenían 3 segundos. Agarró con fuerza el balón y espero a que el tiempo se acabara. Cuando esto pasó el público se paró gritándo y las chicas corrieron hacia Lali para abrarzarla.

Ganamos Lali! -le dijo Eugenia abrazándola.

Las chicas lo celebraron con los chicos. Eugenia fue la que subió a las gradas de un salto para abrazar a Nicolás que le dolía la pierna para correr a abrazarla. Rocío se colgó de Pablo y lo abrazó muy fuerte. Candela y María lloraban emocionadas sentadas en el banco. Ana, Sofía, Ángela y Daniela se abrazaron, saltaron hasta que cayeron divertidas. Irina abrazó a Gonzalo y a Raul. Lali corrió a abrazar a Peter cuando el pisó la cancha. Se colgó a koala de el y la besó.

Se fueron a duchar al vestuario y cuando salieron allá estaban los chicos esperándolas para volver a la academia. Era sábado y todos írian a bailar para celebrarlo. Mariana, Rocío, Ana y Ángela estaban ya casi listas para irse. Cuando Peter entró al cuarto de ellas. Las compañeras de Lali salieron y los dejaron solos.

-¿Que pasa? -preguntó Lali sentada en su cama mirando como el hacía lo mismo.

-Me alegro que hubierais ganado hoy... -dijo acariciándole la mejilla.

-Gracias.

-De verdad creo que os lo mereciais. Y me siento un poco mal... -dijo ya bajando la mirada.

-¿Por que?

-Por lo mal que os tratamos cuando estábamos en casa. Por eso de lo de los partidos y... -pero no pudo seguri hablando porque Lali estalló en carcajadas.- ¿Que pasa?

-Peter ya todos olvidamos eso. ¡Vamos! Olvídalo tu también. -dijo ella todavía consumida por la risa.

-¿De verdad ya lo olvidaste?

-Claro que lo olvidé, Peter. -se paró con sus tacos altos y lo miró.- Vamos, tenemos una gran noche por delante.

Peter se paró y la miró asombrado.

-Estás más alta, peti. -rió el.

-Dejate de jodas, Lanzani... -dijo saliendo meneando la cintura con sus jeans ajustados, su remera y su americana.


La noche pasó entre canción y canción, y alguna que otra gota de alcohol. Esa noche, por celebración, no tenían hora de vuelta a casa. Pero a las cuatro llegó la hora de los lentos. Peter buscó a Lali y la encontró sentada en una esquina.

-¿Me permite este baile? -le dijo sorprendiéndola.

-Peter, no se bailar... -confesó ella, otra vez.

-Dale, yo te enseño. -dijo agarrándole la mano a la petiza. Esta se paró mirando a su alrededor.- Cambiá esa cara, Lali. -dijo levantándole la cara con un dedo en el mentón.

-No quiero hacer el ridículo, Peter. -dijo ella resistiéndose.

-Vení. -la levantó un poco y dejó que pisara sus pies para evitar pisarla. Ella rió y Peter empezó a moverse y Lali dejó su cabeza en su cuello.

Las siete de la mañana llegaron y Peter, Lali, Rocío y Pablo salían juntos del último boliche de esa noche. Empezaron a caminar. Lali iba en la espalda de Peter y rocío descalza con sus tacos en un mano y la mano de Pablo en la otra. Y se pararon al ver a Gonzalo, Eugenia y Nicolás dormidos unos encima de otros en un banco en plena calle.

-Chicos... -Pablo los sacudió un poco y Gonzalo al ver que estaba durmiendo con la parejita se paró rápido.

-Juro que Nico no estaba cuando yo me dormí. -dijo el. Euge se acomó un poco más en el pecho de Nicolás pero Rocío los movió un poco más para que cayeran que estaban en la calle y que cualquiera podría verlos. Eugenia se paró y ayudó a Nicolás a hacerlo. Los siete siguieron caminando hasta que llegaron a la puerta de la academia donde estaban dormidos Agustín, Gastón, Rafa, Ana, Ángela, Irina, Paco, Raul, Sergio, Daniela y Sofía. La primera en despertarse fue Irina.

-El invécil de Agustín no encontraba las llaves y tuvimos que dormir acá... -dijo apoyándose en Peter.

-Dale, yo si tengo llaves. -Eugenia apartó a todos que se despertaron y caminaron hasta su cuarto cada uno. Se dejaron caer en la cama y durmieron todo lo que pudieron.

La primera en pararse fue Lali, que se puso ropa de entrenar por simple comodidad y por que hacía mucha calor. Bajó a la cocina y se preparó una eslada de frutas, sola. Comió sola y limpió todo lo que utilizó. Entonces, leyó una notita en la que decía que Candela y María iban al médico con Alberto y Mariola, para que le revisara el tobillo. Agarró una pelota y salió a la cancha. Siempre que tenía un tiempo libre jugaba en la cancha de la academia. Un silvido la sorprendió por atrás.

-Dale. -la rubia pidió el balón. Lali se lo pasó y ella lanzó encestando. Otra rubia apareció atrás de ellas.

-¿Cosas de concuñadas? -preguntó Euge.

Estupida! -rió Rocío.

-Lo digo en serio, si molesto me voy... -insistió Euge, yo le lancé el balón.- ¡Agresión!

Ehh! ¿Les sale un dos contra dos? -preguntó Irina saliendo de la academia.

Irina y Eugenia formaban el primer equipo y Lali y rocío el segundo. Jugaron un rato. Hasta que llegaron Pablo, Peter y Nico. Los hermanos se unieron al equipo de las rubias y Nico al de las concuñadas. Para poder equilibrar Gonzalo se prendió con Lali, Rochi y Nico. Jugaron despacio y suavecito porque la pierna de Nico y la espalda de Pablo no daban para mucho. Cuando la noche se acercó los ocho dejaron el partido en un empate y volvieron a la casa.

-Dale, te duchas y te doy un masaje. -le dijo Rocío a Pablo.

-¿No querés ayudarme a ducharme? -dijo el Lanzani agarrando a su novia por la cintura.

-Me parece que no. -dijo la rubia que le dió un pico y se fue a la cocina para enterarse de lo que el doctor le hubiera dicho a María. Nico y Peter se rieron de Pablo.

-¿Vos querés ayudarme? -le dijo Peter a Lali.

-A escoger el traje de graduación, a eso te voy a ayudar. Mañana, después de clase vamos. -le dijo la petiza.

-Y yo, como futura enfermera, -dijo Eugenia.- voy a revisarte la herida de tu pierna. Vamos. -le ordenó a su novio. Los dos entraron en el cuarto de Nico y Lali fue a la cocina para hablar con Mery. Quedándose, así, los hermanos solos en el baño.

-Peter, te tengo que decir algo. -dijo Pablo mientras los dos se preparaban para la ducha.

-Decime, sister. -le dijo Peter.

-Es brother, Pitt. -lo corrigió Pablo.

-Eso es lo que decís vos. -dijo Peter.- Bueno, decime.

-¿Te paraste a pensar que va a pasar cuando vos o Lali tengan que abandonar la academia que va a pasar? -preguntó Pablo, recordándole a Peter lo que tanto le preocupaba esos días.

-Si, lo pensé. Pero si tu siguiente pregunta es si encontré alguna solución, no. ¿Vos lo pensaste?

-Si, mucho. Y no se que voy a hacer sin Rochi. Se que suena cursi, pero es cierto... No se que voy a hacer si tengo que volver a casa sin ella, o peor, si me quedo acá sin ella.


-No pensemos en eso, hoy. Las chicas ganaron y la semana que viene nos graduamos. 

2 comentarios:

  1. Hola, me gustaria que pases a leer mi nueva novela http://www.tusnovelalitter.blogspot.com :3 podrias recomendarla? Te lo agradeceria mucho

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  2. Hola, cuando vas a subir otro capitulo?

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