jueves, 18 de abril de 2013

7.-






























-¿Por que me toca cocinar a mi primero? -se quejó Nicolás.

-Yo también me pregunto porque tengo que cocinar, y más con vos. -se quejó Eugenia.

Que mala onda, che! -se quejño Nicolás.

-Digamos que no sos la mejor compañía.

-Chicos, no peleen... -dijo Julia. Los dos se miraron con desprecio y volvieron a posar las miradas en la comida.

Juliaaaa! -llegó Candela con Sofía.- ¿Los baños son mixtos? -se quejó.

-¿Ya vieron lo lindos que son? -dijo Julia riendo.

Pero son mixtos! -se volvió a quejar Sofía.

-No se quejen. Yo duermo con los galanes Lanzani. -dijo Eugenia.

-A vos no te gusta nadie. -le dijo Nicolás. Eugenia le tiró un trozo de zanahoria que estaba cortando, Nicolás le respondió con un poco de harina en su cara.

-Paren, que como ensucien lo limpian. Y juntos. -amenazó Julia.- Y ustedes, dejen de quejarse. Hay 4 baños en toda la casa, cada baño tiene 3 duchas y 5 wc. Les llega de sobra.

Pero es que son mixtos! -se volvió a quejar Candela.

-Se acabó la discusión. -las dos nuevas amigas volvieron a su cuarto y la pareja cocinera siguió discutiendo mientras cocinaba. La hora de la cena llegó y todos estaban ya sentados en la mesa, comiendo. Entonces llegó Mariola acompañada por un hombre.

-Buenas noches. -recibió la respuesta a coro.- ¿Se preguntan quien soy? Soy Alberto, el co-director de Orange ball. Quería informarles de los horarios de entrenamiento, comidas, etcétera. Mañana se van a levantar a las seis de la mañana para a las seis y media hacer una sesión con su preparadora física, Mariola. A las ocho vuelven, se duchan y a las nueve desayunan. Desde que acaben de desayunar hasta las las dos tienen tiempo libre para conocer Yeno. -pueblo donde vivirían un año completo.- Excepto los cocineros que tendrán que volver a las doce y media. ¿Quien cocina mañana, Julia? -miró a la mujer.

-Sofía y Raul. -dijo aquella mujer, siempre sonriente.

-La comida será siempre a las dos, menos cuando tengan clase, ya que comerán allá. -explicó Mariola, que después dejó seguir hablando a Alberto.

-Desde que acaben de comer hasta las seis tienen tiempo de ocio, libre. A las seis van a ir a entrenar, hasta las nueve. Volverán a casa, se ducharán y cenarán. ¿Quien prepara la cena, Juli?

-Gastón y Lali. -dijo la mujer.

-De domingo a jueves todos dentro de la casa a las doce de la noche. Los viernes y sábados el toque de queda es a las cuatro de la mañana. -explicó Alberto.- Hoy es jueves y mañana podrán salir de fiesta hasta las seis, solo porque es el primer día.

Los chicos comenzaron a alborotar y celebrar.

-Los sábados y domingo no se entrenará, menos excepciones. Ahora que disfuten de la cena y descansen. Mañana a las seis en pie y a las siete los quiero en la puerta de la casa preparados para hacer la rutina de físico, conmigo. -dijo la mujer rubia.

Los chicos cenaron y se sentaron en el living a ver un capítulo de los Simpson, todos juntos. Rieron de las locuras de la familia y volvieron a sus cuartos, a descansar. A la mañana siguiente todos dormían placidamente. Los speakers comenzaron a sonar con la famosa conción Accidentaly in love. Se despertaron sobresaltados y Julia se encargó que todos se pararan de las camas. Lali entró al bao con los ojos cerrados y se paró delante del espejo. Abrió los ojos y en el espejo de al lado se encontró con Peter lavandose la cara.

-Buen día.

-Buen día. -el le sonrió cuando ella lo miró. Ella lo imitó.

-¿Como durmieron? -preguntó Nicolás llegando atrás de ellos.

-Bien. -dijo Lali.

-Yo bien, ¿vos? -preguntó Peter.

-Yo me voy a comprar tapones para las orejas. Sergio no me dejó dormir... -se quejó entrando al baño individual.

Los morochos rieron y se fueron a preparar para la sesión del día. A las seis y media todos estaban en la puerta de la casa. Veían a personas corriendo, caminando, iendo a trabajar... Entonces vieron llegar a Mariola, preparada para correr también.

-Buen día. -recibió una rspuesta larga y cansada.- Hoy, como excepción, voy a correr con ustedes. Les voy a ir enseñando Yeno y explicandoles un poco de su historia.

Todos comenzaron a correr detrás de la rubia que mantenía un ritmo alto mientras explicaba la composición del gran pueblo. Al cabo de media los chicos pidieron un descanso y se sentaron en una plaza.

-Chicos, si están cansados hoy, mañana no van a poder mantener mi ritmo de entrenamiento. -dijo Mariola. Todos se quejaron si ganas mientras bebían.- Esta es la plaza principal, le llaman La Plazuela. Acá seguramente pasen la mayor parte de su tiempo libre. Acá o en El Parque. -señaló un gran campo con algunos árboles un poco más lejos de La Plazuela.

Siguieron corriendo y volvieron a la casa. Todos se fueron a sus cuartos y se organizaron para ducharse. En menos de una hora estaban listos para desayunar. Desayunaron entre risas y bromas. Era un lindo ambiente y Julia llegó.

-¿Como les fue el primer día? -preguntó la mujer.

-Estamos cansados. -dijo Pablo.

-Muy cansados. -completó Eugenia.

-Dentro de un año les preguntaré: ¿Como les fue el último día? Y me contestarán lo mismo. La pareja es dura entrenando. -dijo sonriente.

-¿Que pareja? -preguntó confuso Paco.

-Mariola y Alberto están casados. Y tienen una hija de su edad y otro hijo un poco más grande. -informó Julia.

-¿Como se llaman? -preguntó Mery.

-Micaela, Miki. Y Leonardo, Leo, que vive en Francia, jugando prefesionalmente al básquet.

Después de desayunar salieron a conocer Yeno. Hacía calor y el sol brillaba. Todos iban vestidos veraniegos y algunos incluso lucían sus anteojos. Caminaron lentamente hasta que llegaron a La Plazuela donde ahora estaba llena de jóvenes disfrutando de su último mes de vacaciones. Muchos de ellos los miraban y otros simplemente seguían con su vida normalmente. Una pelota de football paró en los pies de Euge y esta se lo devolvió con una sonrisa a un grupo de nenes chiquitos.

-¿Vamos a ver El Parque? -propuso Irina.

Caminaron por aquel enorme jardín, donde sobraban parejas y volvieron a la casa. Sofía se despidieron para ir a hacer la comida para esos 20 jóvenes. El resto se quedó en el enorme jardín de la casa charlando sentados en el pasto.

-¿Entonces todos ustedes se llevaban mla? -les preguntó Irina a los mandalayos. Ellos asintieron.

-Y algunos se siguen llevando mal. -dijo riendo Agustín que recibió un golpe por parte de Nicolás.- ¡No lo decía por vos, boludo! Estaba hablando de Lali, Rochi, Benjamín y Alejandro. -entonces recibió la mirada asesina de Lali y Rochi.

-¿Quienes son Benjamín y Alejandro? -preguntó Ana.

-Son sus "ex" -dijo haciendo comillas Candela.

-Son dos estúpidos. -acotó Lali. Todos rieron y Julia los llamó para comer.

Mientras comían escucharon una risa procediente del living y entonces vieron a una muchacha riendo alegremente con Alberto.

-Papá, empiezo a entrenar mañana. -dijo la chica.

-De acuerdo. A ver si os entrena el mismo genio que el año pasado. -dijo el.

-Lo veo difícil. -Alberto enarcó una ceja.- El se está encargando de una academia de chicos que juegan al básquet. -el director de la academia rió.

-No se pongan celosas. -rió el. Se giró hacia los chicos y estos callaron.- Ella es Micaela, mi hija. Ellos son...

-Ya conozco a casi todos papá. -dijo ella.- Pablo y Juan Pedro Lanzani, Gastón Dalmau, Nicolás Riera, Eugenia Súarez, María del Cerro, Candela Vetrano, Rocío Igarzabal, Mariana Espósito, Ana González, Irina Matos, Raul Santos, Rafael Río... -nombró la jóven.

-El resto son Sergio, Gonzalo, Francisco, Ángela, Sofía, Daniela y Ana. -dijo Julia.

-Encantada. -dijo aquella rubia sonriente.- Voy a dar un paseo. -le dijo a su papá.

-¿Con tu novio?

-¿Otra vez? -se quejó Micaela.- Ya te dije que no tengo novio. Además, voy con Sandra. -le echó la lengua y se fue.

A las seis de la tarde, como avisó Alberto todos estaban en la cocina, preparados para entrenar, esperando a que alguien les dijera donde tenían que entrenar. Entonces, Micaela les avisó para que la siguieran hasta el entreno. Ella iba en cabeza al lado de Gonzalo, Paco, Sergio y Nicolás.

-Entonces, ¿me decís que tu papá te entrenó el año pasado? -dijo Gonzalo.

-Si, eso mismo. -dijo la hija de los directores sonriente.

-¿Y en que equipo jugás vos? -preguntó Paco.

-En el Monte-Blanco. -dijo ella.

-El año pasado jugaron contra el Mandalay ¿no? -dijo Nicolás.

-Si, y perdimos contra las chicas que están ahora en el proyecto. -explicó mirando a las cinco mujeres que venían riendo con Irina y Ángela.

-Son, realmente buenas. -dijo Nicolás.

-Y están muy buenas. -acotó Sergio. Micaela rió y le guiñó un ojo a María que le regaló un fuck you.

-Me encantaría seguir este paseo con ustedes, pero legamos a nuestro destino. -dijo Micaela.- Pasen, acá van a entrenar. -dijo en la puerta de un gran polideportivo.

-Chau, Miki. -le dijo Nicolás que justo pasaba Eugenia por su lado haciéndole burla.

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