-¿Por que me toca cocinar a mi primero? -se quejó
Nicolás.
-Yo también me pregunto porque tengo que cocinar, y más
con vos. -se quejó Eugenia.
-¡Que mala onda, che! -se quejño Nicolás.
-Digamos que no sos la mejor compañía.
-Chicos, no peleen... -dijo Julia. Los dos se miraron
con desprecio y volvieron a posar las miradas en la comida.
-¡Juliaaaa! -llegó Candela con Sofía.- ¿Los baños
son mixtos? -se quejó.
-¿Ya vieron lo lindos que son? -dijo Julia riendo.
-¡Pero son mixtos! -se volvió a quejar Sofía.
-No se quejen. Yo duermo con los galanes Lanzani. -dijo
Eugenia.
-A vos no te gusta nadie. -le dijo Nicolás. Eugenia le
tiró un trozo de zanahoria que estaba cortando, Nicolás le
respondió con un poco de harina en su cara.
-Paren, que como ensucien lo limpian. Y juntos. -amenazó
Julia.- Y ustedes, dejen de quejarse. Hay 4 baños en toda la casa,
cada baño tiene 3 duchas y 5 wc. Les llega de sobra.
-¡Pero es que son mixtos! -se volvió a quejar Candela.
-Se acabó la discusión. -las dos nuevas amigas
volvieron a su cuarto y la pareja cocinera siguió discutiendo
mientras cocinaba. La hora de la cena llegó y todos estaban ya
sentados en la mesa, comiendo. Entonces llegó Mariola acompañada
por un hombre.
-Buenas noches. -recibió la respuesta a coro.- ¿Se
preguntan quien soy? Soy Alberto, el co-director de Orange ball.
Quería informarles de los horarios de entrenamiento, comidas,
etcétera. Mañana se van a levantar a las seis de la mañana para a
las seis y media hacer una sesión con su preparadora física,
Mariola. A las ocho vuelven, se duchan y a las nueve desayunan. Desde
que acaben de desayunar hasta las las dos tienen tiempo libre para
conocer Yeno. -pueblo donde vivirían un año completo.- Excepto los
cocineros que tendrán que volver a las doce y media. ¿Quien cocina
mañana, Julia? -miró a la mujer.
-Sofía y Raul. -dijo aquella mujer, siempre sonriente.
-La comida será siempre a las dos, menos cuando tengan
clase, ya que comerán allá. -explicó Mariola, que después dejó
seguir hablando a Alberto.
-Desde que acaben de comer hasta las seis tienen tiempo
de ocio, libre. A las seis van a ir a entrenar, hasta las nueve.
Volverán a casa, se ducharán y cenarán. ¿Quien prepara la cena,
Juli?
-Gastón y Lali. -dijo la mujer.
-De domingo a jueves todos dentro de la casa a las doce
de la noche. Los viernes y sábados el toque de queda es a las cuatro
de la mañana. -explicó Alberto.- Hoy es jueves y mañana podrán
salir de fiesta hasta las seis, solo porque es el primer día.
Los chicos comenzaron a alborotar y celebrar.
-Los sábados y domingo no se entrenará, menos
excepciones. Ahora que disfuten de la cena y descansen. Mañana a las
seis en pie y a las siete los quiero en la puerta de la casa
preparados para hacer la rutina de físico, conmigo. -dijo la mujer
rubia.
Los chicos cenaron y se sentaron en el living a ver un
capítulo de los Simpson, todos juntos. Rieron de las locuras
de la familia y volvieron a sus cuartos, a descansar. A la mañana
siguiente todos dormían placidamente. Los speakers comenzaron a
sonar con la famosa conción Accidentaly in love. Se
despertaron sobresaltados y Julia se encargó que todos se pararan de
las camas. Lali entró al bao con los ojos cerrados y se paró
delante del espejo. Abrió los ojos y en el espejo de al lado se
encontró con Peter lavandose la cara.
-Buen día.
-Buen día. -el le sonrió cuando ella lo miró. Ella lo
imitó.
-¿Como durmieron? -preguntó Nicolás llegando atrás
de ellos.
-Bien. -dijo Lali.
-Yo bien, ¿vos? -preguntó Peter.
-Yo me voy a comprar tapones para las orejas. Sergio no
me dejó dormir... -se quejó entrando al baño individual.
Los morochos rieron y se fueron a preparar para la
sesión del día. A las seis y media todos estaban en la puerta de la
casa. Veían a personas corriendo, caminando, iendo a trabajar...
Entonces vieron llegar a Mariola, preparada para correr también.
-Buen día. -recibió una rspuesta larga y cansada.-
Hoy, como excepción, voy a correr con ustedes. Les voy a ir
enseñando Yeno y explicandoles un poco de su historia.
Todos comenzaron a correr detrás de la rubia que
mantenía un ritmo alto mientras explicaba la composición del gran
pueblo. Al cabo de media los chicos pidieron un descanso y se
sentaron en una plaza.
-Chicos, si están cansados hoy, mañana no van a poder
mantener mi ritmo de entrenamiento. -dijo Mariola. Todos se quejaron
si ganas mientras bebían.- Esta es la plaza principal, le llaman La
Plazuela. Acá seguramente pasen la mayor parte de su tiempo libre.
Acá o en El Parque. -señaló un gran campo con algunos árboles un
poco más lejos de La Plazuela.
Siguieron corriendo y volvieron a la casa. Todos se
fueron a sus cuartos y se organizaron para ducharse. En menos de una
hora estaban listos para desayunar. Desayunaron entre risas y bromas.
Era un lindo ambiente y Julia llegó.
-¿Como les fue el primer día? -preguntó la mujer.
-Estamos cansados. -dijo Pablo.
-Muy cansados. -completó Eugenia.
-Dentro de un año les preguntaré: ¿Como les fue el
último día? Y me contestarán lo mismo. La pareja es dura
entrenando. -dijo sonriente.
-¿Que pareja? -preguntó confuso Paco.
-Mariola y Alberto están casados. Y tienen una hija de
su edad y otro hijo un poco más grande. -informó Julia.
-¿Como se llaman? -preguntó Mery.
-Micaela, Miki. Y Leonardo, Leo, que vive en Francia,
jugando prefesionalmente al básquet.
Después de desayunar salieron a conocer Yeno. Hacía
calor y el sol brillaba. Todos iban vestidos veraniegos y algunos
incluso lucían sus anteojos. Caminaron lentamente hasta que llegaron
a La Plazuela donde ahora estaba llena de jóvenes disfrutando de su
último mes de vacaciones. Muchos de ellos los miraban y otros
simplemente seguían con su vida normalmente. Una pelota de football
paró en los pies de Euge y esta se lo devolvió con una sonrisa a un
grupo de nenes chiquitos.
-¿Vamos a ver El Parque? -propuso Irina.
Caminaron por aquel enorme jardín, donde sobraban
parejas y volvieron a la casa. Sofía se despidieron para ir a hacer
la comida para esos 20 jóvenes. El resto se quedó en el enorme
jardín de la casa charlando sentados en el pasto.
-¿Entonces todos ustedes se llevaban mla? -les preguntó
Irina a los mandalayos. Ellos asintieron.
-Y algunos se siguen llevando mal. -dijo riendo Agustín
que recibió un golpe por parte de Nicolás.- ¡No lo decía por vos,
boludo! Estaba hablando de Lali, Rochi, Benjamín y Alejandro.
-entonces recibió la mirada asesina de Lali y Rochi.
-¿Quienes son Benjamín y Alejandro? -preguntó Ana.
-Son sus "ex" -dijo haciendo comillas Candela.
-Son dos estúpidos. -acotó Lali. Todos rieron y Julia
los llamó para comer.
Mientras comían escucharon una risa procediente del
living y entonces vieron a una muchacha riendo alegremente con
Alberto.
-Papá, empiezo a entrenar mañana. -dijo la chica.
-De acuerdo. A ver si os entrena el mismo genio que el
año pasado. -dijo el.
-Lo veo difícil. -Alberto enarcó una ceja.- El se está
encargando de una academia de chicos que juegan al básquet. -el
director de la academia rió.
-No se pongan celosas. -rió el. Se giró hacia los
chicos y estos callaron.- Ella es Micaela, mi hija. Ellos son...
-Ya conozco a casi todos papá. -dijo ella.- Pablo y
Juan Pedro Lanzani, Gastón Dalmau, Nicolás Riera, Eugenia Súarez,
María del Cerro, Candela Vetrano, Rocío Igarzabal, Mariana
Espósito, Ana González, Irina Matos, Raul Santos, Rafael Río...
-nombró la jóven.
-El resto son Sergio, Gonzalo, Francisco, Ángela,
Sofía, Daniela y Ana. -dijo Julia.
-Encantada. -dijo aquella rubia sonriente.- Voy a dar un
paseo. -le dijo a su papá.
-¿Con tu novio?
-¿Otra vez? -se quejó Micaela.- Ya te dije que no
tengo novio. Además, voy con Sandra. -le echó la lengua y se fue.
A las seis de la tarde, como avisó Alberto todos
estaban en la cocina, preparados para entrenar, esperando a que
alguien les dijera donde tenían que entrenar. Entonces, Micaela les
avisó para que la siguieran hasta el entreno. Ella iba en cabeza al
lado de Gonzalo, Paco, Sergio y Nicolás.
-Entonces, ¿me decís que tu papá te entrenó el año
pasado? -dijo Gonzalo.
-Si, eso mismo. -dijo la hija de los directores
sonriente.
-¿Y en que equipo jugás vos? -preguntó Paco.
-En el Monte-Blanco. -dijo ella.
-El año pasado jugaron contra el Mandalay ¿no? -dijo
Nicolás.
-Si, y perdimos contra las chicas que están ahora en el
proyecto. -explicó mirando a las cinco mujeres que venían riendo
con Irina y Ángela.
-Son, realmente buenas. -dijo Nicolás.
-Y están muy buenas. -acotó Sergio. Micaela rió y le
guiñó un ojo a María que le regaló un fuck you.
-Me encantaría seguir este paseo con ustedes, pero
legamos a nuestro destino. -dijo Micaela.- Pasen, acá van a
entrenar. -dijo en la puerta de un gran polideportivo.
-Chau, Miki. -le dijo Nicolás que justo pasaba Eugenia
por su lado haciéndole burla.

Mass
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