martes, 12 de marzo de 2013

49.-Herida.






















-¿Que hacemos? -dijo nerviosa Rocío cuando Alicia estaba tumbada en una cama y Carolina y Lali con ella.

-Vos andá a atender a Alicia. -dijo Peter.

-Peter yo no puedo atenderla. Yo me especialicé en muertos... -dijo ella.

Pero algo tienes que poder hacer! -gritó Peter.

-Papá, tranquilo... -pidió Patricia. Los dos subieron a los cuartos y entraron en el que estaba la pequeña con su madre y su hermana.- ¿Como estás, campeona?

-Bien... -dijo suave. Era sorprendente que las lágrimas aun no se habían asomado en su cara.

-La más valiente de las tres... -dijo Peter.- Siempre lo dije. -su hija rió despacito y entonces los dos se fijaron en que la pequeña tenía su hombro y parte de su brazo cubierto por una tela blanca manchada de sangre.- ¿Y eso que es? -preguntó Peter señalando el brazo de la pequeña.

-Estudio Medicina, tuve que hacer varios cursos de Primeros Auxilios. -dijo Carolina, su padre le sonrió.

-¿Vas a ser doctor? -le preguntó Alicia a su hermana mayor.

-Si. -dijo sonriente Carolina.

-Y Patricia va a ser como mamá y papá. -dijo la pequeña. Patricia asintió y su madre le acarició el hombro.- ¿Que pasa abajo?

-Tu no te preocupes. -dijo Lali.


Lali, Peter y Patricia bajaron al piso de abajo donde Eduardo, Rocío y Pablo se desesperaba.

-¿Como está? -preguntó Eduardo.

-Parece que está bien... -dijo Lali.- No llora, no se queja...

-Rocío, ¿por que no subes y con ayuda de Carolina revisan la herida? -dijo Peter con voz amable y suave. La rubia sonrió y subió al piso de arriba.

-¿Nosotros que vamos a hacer? -preguntó Patricia.

-No podemos llamar ni salir. -dijo Pablo.- La casa está rodeada y bloqueraron todas las llamadas.

-Pues nos tendremos que defender hasta que llegue alguna patrulla. -dijo Lali.

-Tiene que haber alguna forma de hablar con alguien... -dijo Patricia buscando en su valija su Pc. Lo sacó lo prendió sentada en el suelo.- Vigilar lo que están haciendo allá afuera. -pidió mientras se encargaba de su ordenador.- No hay red... Pero en mi celular si...

Desmontó su celular y sacó un chip. Después abrió su laptop y colocó el chip. Cuando lo volvió a prender ya tenía acceso a internet.

-¿Donde aprendiste eso? -preguntó Peter.

-En clase de Tecnologías. -dijo concentrada en pedir ayuda.- ¿Con quien hablo? -preguntó.

-África. -dijo Pablo. Patricia sonrió y escribió un mensaje.- Dile que necesitamos instrumental quirurgico, que tu hermana está herida.

-Listo... -esperó a que el mensaje se enviara y sonrió.- Justo a tiempo. Acabo de perder el acceso a internet. Ahora solo tenemos que esperar.

Unos tiros sonaron y todos se tiraron al suelo.

-Y defendernos. -acotó Lali.

El sonido de un megáfono sonó y Lali y su hija asomaron la cabeza por la ventana.

-Espósito. Ríndanse. -pidió un hombre con el megáfono.- No tienen salida, o salen ustedes, o toda su familia va a morir.

-Pues vamos a tener que morir todos. -les dijo Peter a su mujer y a su hija.

-Tienen 30 minutos para salir de la casa, o todos morirán... -avisó una mujer. Peter les cerró la ventana por la que estaban mirando Lali y Patricia y las apartó de ella.


25 minutos para el ataque...

-No, no, no y no. No salen y punto. -dijo Eduardo.

-A lo mejor no nos quieren matar y tan solo encerrarnos en algún lugar y ustedes nos encontrarán...

-No. -interrumpió Eduardo y la hipotética idea de Patricia.

-Pero... -Patricia lo volvió a intentar.

-Patricia si salís ahí os van a matar y después nos matarán a nosotros también.


20 minutos para el ataque...

-Tenemos que sacar la bala del hombro de Alicia. -dijo seriamente Carolina.

-Y necesitamos material quirúrgico. -continuó Rocío.

-Voy a buscar a ver si encuentro algo. -dijo Patricia saliendo rumbo a la cocina.

-¿No pueden hacerlo con lo que tienen? -preguntó Peter.

-No, solo lo estropearíamos... -dijo Rocío. Peter y Carolina se miraron y ella se acercó para abrazarlo.


15 minutos para el ataque...

Peter, Patricia y Carolina volvieron a donde Lali y Pablo hacían reir a Alicia. Pablo al verlos se paró y los dejó solos.

-¿Como estás, princesa? -preguntó Carolina acariciando su pelito.

-Cansada. -dijo ella. Lali miró preocupada a Peter.

-Pero ya te vas a poner bien. -dijo Patricia sentándose del otro lado de Alicia, de uno estaba Carolina y del otro ella.

-Claro que si. -dijo Lali, con l avoz quebrada y abrazada por su marido.

-Además Carolina te tiene que dar las gracias porque la estás ayudando con sus prácticas. Así, seguro que aprueba los exámenes.

-Si, muchas gracias hermanita. -dijo Carolina abrazando su cabeza.

-Gracias a vos por curarme. Porque vas a curarme. -la afirmación de la pequeña hizo que Carolina se pusiera a llorar.- Y papá, mamá, Patricia y Edu nos van a defender de los malos. -el resto que estaba en el cuarto se echó a llorar también, menos la pequeña.


10 minutos para el ataque...

-Alicia pregunta porque no subes a verla. -le dijo Patricia a Eduardo.- Sube.

-No, no puedo. -la Lanzani lo miró sin entender.- Es que si voy y la veo así, herida, no voy a ser fuerte y voy a llorar como un cobarde. No quiero que me vea así.

-Llorar no es de cobardes, llorar con la cara destapada es de valientes. Además si vas y la ves, vas a ser más fuerte que nunca. La pequeña no pierde el humor...

Se dieron un beso y Patricia lo acompañó hasta el cuarto donde estaba la nena acompañada por Carolina. Su cuñada salió del cuarto y Eduardo se arrollidó a su lado, cuando vió la herida quiso llorar pero se hizo el fuerte y no lo hizo.

-¿Como estás, campeona? -preguntó el.

-¿Sabés que? Mi papá me dijo lo mismo hace un rato. -dijo la pequeña sorprendiendo a Eduardo y a Patricia, Carolina y Peter que escuchaban atrás de la puerte.

-¿A si?

-Si. Seguro que vos también vas a ser el mejor papá del mundo, como el. -Peter se separó del marco de la puerta y miró a sus hijas mellizas.- Se parecen mucho. Que suerte tuvo Patricia.

Eduardo se echó a llorar y la abrazó como pudo sin tocar su hombro. La pequeña le acarició la cabecita y el la miró. Ella sonrió.

-Llorar con la cara destapada es de valientes, como vos. -dijo Alicia.

-Gracias, Alice. Ya vamos a arreglar todo.

-¿Me lo prometés?

-Claro. -el le besó la cabecita y salió del cuarto donde su novia, cuñada y suegro lo esperaban. Los cuatro se abrazaron y Carolina volvió a entrar.


5 minutos para el ataque...

-Tenemos que protegernos. -dijo Lali.

-Los colchones son lo mejor para protegerse. -dijo Pablo. Todos se miraron entre ellos y corrieron a agarrar los colchones.

Bajaron a Alicia al piso de abajo que era el más seguro y armaron una especie de cabaña en el cuarto más apartado para ella. El resto de colchones los colocaron por el living para poder disparar contra el enemigo.

-Nos repartiremos. -ordenó Lali.

-No. -dijo Eduardo.

-Si, y esto es una orden. -dijo su suegra.- Una orden como Inspectora. -Eduardo bajó la mirada.- Patricia, Carolina y Joe con Alicia en el cuarto.

-No, mamá. -se quejó ahora Patricia.- Yo estoy armada, estoy bien y soy una agente. Tengo que estar acá. Vayan ustedes con Alicia. -Lali miró a Peter que asintió.

Dos minutos! -gritaron desde fuera. Todos se miraron entre ellos y se colocaron en sus puestos. Patricia pretendía colocarse debajo de una ventana para disparar sin protección.

-¿A donde vas? -le preguntó Eduardo agarrándola del brazo.

-Ahí. -ella señaló el lugar.

-No.

-No puedes prohibir estar allá. No sos ni mi padre ni mi madre.

-Pero soy tu novio. -Patricia se quedó mirándolo.

-Es la primera vez que te identificás como novio. ¿Podés repetirlo?

Un disparo sonó y una orden de Pablo lo siguió.

-Todos a sus puestos.

Arrastraron a Patricia al lado de Rocío y a Eduardo al lado de Pablo. Se cubrieron con los colchones.

Tienen 30 segundos para salir! -gritó la mujer otra vez.

-Que nadie se mueva. -ordenó Peter.

Lali agarró la mano de Alicia que tenía apoyada la cabeza en las pierna de Carolina. Se sonrieron y la pequeña apretó su mano más fuerte.

-¡20!

Eduardo y Patricia se miraron, cada uno debajo de los colchones y separados por toda la habitación. Pablo observó esto.

-Decile a Rocío que venga y andá a su lado. -Eduardo le sonrió y obedeció. Rocío se sentó al lado de Pablo y se abrazaron. Patricia y Eduardo se besaron.

-Novia, novia, novia... -le repitió varias veces.

-10, 9, 8, 7, 6, 5, 4,...

Un silencio se hizo y todos se sorpendieron. Alguién golpeó la puerta con los nudillos y Peter miró la puerta.

-No. -dijo Lali agarrándolo cuando pretendía pararse.

Peter le acarició la mejilla y se paró. Lali agarró su arma y apuntó a la puerta desde la habitación. Patricia y Eduardo también apuntaron a la puerta desde su posición. Rocío y Pablo los imitaron. Peter lentamente abrió la puerta y al ver la cara del otro lado sonrió. África entró con una maleta en sus manos.

-¿Necesitaban material quirúrgico?

Peter asintió, agarró la maleta y corrió a la habitación seguido por Rocío. Pablo fue a abrazar a su hija y Patricia y Eduardo se asomaron a la ventana para ver lo que pasaba. La patrulla estaba deteniendo a todo el mundo y ellos se sonrieron antes de abrazarse.

2 comentarios: