martes, 5 de febrero de 2013

33.Trabajo en familia.





1 de enero a las 14:00

-Nenas, despiértense. -dijo Peter asomándose a la puerta de la habitación de Soraya, Bea y sus hijas.

-¡Shhh! -se quejó Bea, la resaca causaba esos efectos.

-Dale, vamos a comer. -volvió a decir Peter. La primera en abrir los ojos fue Carolina y lo vió a el con su hermana pequeña en brazos. Le sonrió y Peter salió de la habitación.

-¡Que jodido el viejo! -se quejó Patricia.- Se me parte la cabeza.

-No hubieras bebido. -le dijo Soraya. Su hermana le lanzó un almohadón.- Voy a ver a Daniel. -la pareja era realmente insoportable. La mayor de las primas salió del cuarto a buscar a su novio y las otras tres se pararon para ir a comer con su familia.


-Buen día, cielitos. -dijo Ana cuando las vió en el comedor. Le dió un beso a cada una.

-¿Que vamos a comer? -preguntó Patricia sentada al lado de su papá.

-Lo que sobró ayer. -Lali apoyó lo que quedó del día anterior.

-¿Jugo, agua o cerveza? -preguntó Ana.

-Cerveza. -respondieron a coro las cuatro mujeres más jóvenes. Entonces Óscar y Alejandra aparecieron por la puerta.

-Nosotros también. -dijo el Espósito.

-¿Me están jodiendo? -dijo Lali cargando a Alicia que estaba en brazos de Peter.

-Lali, para la resaca más alcohol. -le dijo su marido.

-¿Ustedes tienen resaca? -preguntó Lali a sus hijas.

-Una poquita... -dijo Carolina.

-Si eso significa que se me parte la cabeza mal, si, un poquito. -completó Patricia.

-¡Tienen 15 años! ¿Como pueden tener resaca con 15 años? -las retó Lali.

-Lali, ya tienen 15. No pasa nada. -las defendió Óscar.

-¿Vos con 15 también te emborrachaste? -preguntó Lali girándose hacia su sobrino.

-Si, pero me emborraché con papá. -dijo tampándose la cabeza. Lali suspiró y sonrió de lado.- ¿Ahora que dije?

-Nada, cariño. -dijo Lali acariciando su cara. Se disculpó y subió al primer piso para darle de comer a su hija más pequeña.

-¿Que le pasa? -le preguntó Lucía a Peter. Este elevó sus dos hombros y se disculpó para seguirla. Golpeó la puerta con sus nudillos tres veces y pasó al cuartos de sus suegros.

-¿Estás bien Lali? -vió a su mujer con alguna lágrima por su cara. Se acercó y pasó un brazo por su espalda, mirando como su hija más pequeña bebía su mamadera rosa.- Parece que en estas vacaciones voy a saber mucho más de tu pasado ¿no? -su mujer medio rió.

-Son las hormonas, yo no soy tan sensible. -se disculpó ella.

-¿Que dijo Óscar que te hizo tan mal? -preguntó secando sus lágrimas.

-Es que el se emborrachó por primera vez con su papá. Y yo con 15, también, me emborraché con mis papás, mis hermanos y María. Dijeron que lo mejor era que me emborrachara por primera vez con ellos.

-¿Que pasa? Os juro que no hice nada malo. -se defendió Lali sentada en la mesada con sus papás, sus hermanos y su cuñada.

-No, no pasa nada. Solo que ya cumpliste los 15 años y creemos que es el momento de estrenarte. -le dijo su madre.

-¿Llamaron a un chico de compañía para estrenarme? -preguntó Lali.

No, loca! -dijo su papá.- Vas a tomar, y tendrás tu primera borrachera, con nosotros, claro.

-¿Que?

-Es una tradición, con nosotros también lo hicieron. -dijo Pato. Ana dejó las botellas de champagne, vodka y algún que otro tipo de alcohol.

-¿Con que querés empezar? -preguntó Ana.

-Vodka. -dijeron a coro Lali y María. Las dos rieron y Pato empezó a servir el alcohol.


Las risas estruendosas de toda familia sonoban por toda la casa.

-Y cuando Ana se cayó en toda la bosta. ¿Recuerdan? -dijo Carlos.

Que mal olía! -rió Pato.

-Quiero deciros algo: os quiero. -dijo Lali.

Nooooooooooo! -gritaron todos a la vez.

-Esta parte es la peor, La. Tenés que evitar decir eso. -dijo María casi inentendiblemente.

-Vale, perfecto. -dijo Lali. Entonces se paró y torpemente fue al baño.

-Bien, segunda parte. Ahora vienen los llantos. -se quejó María José.


-Linda familia, che. Yo la primera vez que llegué a casa borracho mi madre me dió una ducha fría a las 5 de la madrugada. -se quejó Peter. Lali rió e intentó dormir a la nena. Mientras los dos miraban la cuna balancearse y Alicia cerrando sus ojitos la puerta se abrió despacio y Óscar entró.

-Vamos a hacer Los Juegos en Familia, ¿se prenden? -preguntó desde la puerta. Peter lo miró sin entender y Lali asintió.

Los dos bajaron al enorme jardín y allá se encontraron ya con toda la familia reunida.

-¡Dale! Ya estamos haciendo equipos. -se quejó Lucía cuando su tía llegó.

-¿Quienes son los capitanes? -preguntó Lali.

-Vos y Ana, que son las que conocen los juegos a la perfección. -dijo Óscar.

-Peter. -primer integrante del equipo de Lali.

-Lucía.

-Óscar.

-¿Como? ¿Elegís primero a Óscar que a tus hijas? ¡Mamá! -se quejó Carolina.

-Seguimos, -Ana ignoró lo que su sobrina dijo.- Bea.

-Patricia.

-Carolina.

-Soraya.

-Dani.

-Alejandra.

-¿Estamos todos? -preguntó Ana, con su equipo a su espalda.

Primer juego:

-¿Las escondidas? -preguntaron todos a coro.

-Si, las escondidas. -Ana se dispuso a explicar.- Lali y yo os buscaremos. La primera que encuentre a todos los integrantes del otro equipo gana. ¿Listos? ¡Ya!

Las dos hermanas cerraron los ojos y los demás corrieron a esconderse. Peter y Patricia corrían juntos a esconderse mientras Carolina corría sola intentando que nadie la viera esconderse. Lali y Ana corrieron por toda la casa buscando a los integrantes del equipo contrario. Los primeros en ser encontrados fueron Patricia y Peter. La segunda Bea. Cuando Lali vió a su marido y a su hija en el banco de los encontrados negó y suspiró. El juego estaba a empates. Carolina, del equipo de Ana, aun estaba escondida; y Óscar, del equipo de Lali, también.

Carolina, escondida, vió como su primo iba a cambiar su escondite. Entonces caminó atrás de el y saltó a su espalda.

-Vos pesás demasiado poco como para ser Ana. -dijo Óscar, los dos primos rieron.

-Somos los últimos. -le comunicó ella.

-¿A si? Pues creo que yo voy a ganar.

-Te equivocás, querido, yo voy a ganar. Soy más jóven, más lista, más linda, más todo que tu. -dijo bajando de su espalda.

-Eso es lo que crees, ya verás.. -Carolina le guiñó un ojo y los dos salieron corriendo por caminos diferentes.

El equipo de Ana ganó ese juego. Pero a las escondidas le siguieron tre juegos más, para que los dos equipos quedaran a empates.

-Bien, el último juego. Furor. -anunció Lali.- Diremos un tema y cada equipo tiene que cantar canciones con ese tema contestándose uno al otro. El primer equipo que se quede en blanco pierde. ¿Entendido? El tema es Amor.

Al menos 20 canciones cantaron hasta que el equipo de Ana se quedó en blanco proclamándose Lali y sus compañeros ganadores. Con la tontería del juego ya era casi de noche y todos prometieron dejar la mansión Espósito esa misma noche. Las mellizas recogían sus cosas cuando Ana entró a su cuarto.

-¿Lo tienen todo? -preguntó mirándolas.

-Si, me da pena dejar acá el piano. -dijo Carolina.

-Y la guitarra.

-El piano no lo pueden llevarpor motivos obvios. -las pequeñas rieron.- Pero la guitarra si.

-¿En serio, tía? -dijo Patricia. Ana asintió y su sobrina corrió a abrazarla.- Gracias.

-De nada. Vamos, que son las últimas.

La familia Lanzani-Espósito volvió a su casa y los cuatro cayeron en los sillones.

-Y pensar que mañana tenemos que ir a trabajar... -se quejó Lali.

-¿Mañana trabajan? -preguntó Patricia. Sus papás asintieron.

-Mañana Alicia queda a su cargo. Cuidenla. -amenazó Peter. Las dos hermanas asintieron y cada una s fue a su cuarto dejando a Lali y a Peter solos y abrazados en el living.

-Fue lindo volver a pasar unas Navidades como las de antes. -dijo Lali desde el pecho de Peter.

-Si, la verdad es que la pasamos bárbaro. -dijo Peter. Lali rió y lo besó despacio.


¡Hola a todos!
Veo que siguen sin firmar... ¿Ya no les gusta?
Por curiosidad he añadido una encuesta sobre la novela que más os gustó que se subió al blog, está en la izquierda del blog, voten.
Un beso enorme.
Cris.~ 

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