-Peter
cerrá las persianas, por favor. -pidió Lali tapándose con las
sábanas la cara.
-Cerralas
vos. Se me parte la cabeza. -se quejó el apoyándose en la espalda
desnuda de ella.
-A
mi también...
No
se dijeron nada más. Siguieron durmiendo pese a que los pocos rayo
de sol -debido a la tormentosa lluvia de el 25 de diciembre- entraban
en el cuarto.
-Cande,
pará por favor. -pidió Agustín agarrándola del brazo para que se
detuviera.
-Soltame,
Agustín. Me quiero ir. -ella agarró sus tacos que descansaban al
lado de la puerta del depto.
-Por
favor, escuchame. -ella lo miró resignada.- ¿Que pasa para que te
pongas así? ¿Te hice mal?
-¡Me
utilizaste! Yo misma escuché ayer que tenían una apuesta de quien
se acostaba con mas en todo el viaje. Y vos estabas el último. Y
dijiste: Voy a aprovecharme de Huesos que está muy borracha, ¿no?
-Candela,
no es así. -ella negó e intentó irse de nuevo pero el se lo volió
a impedir.- Es verdad que tenemos la apuesta y es verdad que yo iba
el último. Pero yo me acosté con vos porque lo sentía, porque
quería. No por una estúpida apuesta. Huesos me teneés loco desde
que volviste. Por favor, dame una chance.
-Agustín,
lo único que querés es acostarte conmigo un par de meses y después
olvidarte de como me llamo. -tal y como lo había hecho con las demás
mujeres.- Primero prometes amor eterno y después les da de lado a la
primera pollera corta que pase. Olvidate de lo que pasó anoche,
porque yo lo voy a hacer.
Cerró
la puerta de un golpe y Agustín se dejó caer en el sillón dolido
por las palabras de Candela. Ella entró en su depto. y por el
silencio supuso que su prima y Peter seguían durmiendo. Eso facilitó
mucho su plan. Entró a su cuarto y agarró las valijas. Metió todo
lo que tenía como pudo y la cerró a presión. Ordenó el cuarto y
salió cargaa con sus cosas. Salió de la vivienda con la mala suerte
de que Rocío iba a sacar la basura.
-Huesos,
¿que hacés con eso? ¿Te pegó mal la resaca? -dijo Rocío.
-Vuelvo
a Dimas. -dijo ella mientras todavía se le escapaba alguna lágrima.
-¿Como?
¿Lali sabe esto? -ella negó. Rocío la miró angustiada y la hizo
pasar a su casa.- ¿Me querés explicar que te pasó?
-¿Te
acordás de la apuesta de los chicos? -Rocío asintió.- ¿Y recordás
que Agus iba el último? -la rubia volvió a asentir.- Pues me
utilizó para ganarle al menos a Nico. Ayer se acostó conmigo solo
por una apuesta ¿entendés? -las lágrimas vagaban sin vergüenza
por la cara de Candela.
-Y
vos todavía seguís sintiendo algo por el, como hace tres años...
-la más flaca asintió y Rocío no hizo más que abrazarla.- ¿Seguró
que querés volver?
-Si,
ya os espero allá. ¿Le explicás esto a Lali? No qiero hablar ahora
y me vuelo sale en dos hora y ella todavía duerme.
-Si,
no te preocupes. ¿Querés que Pablo te acompañe al aeropuerto?
-No,
Ro. Gracias. -le dedicó una media sonrisa mientras se secaba las
lágrimas y agarró su valija para volver a su pueblo. Llamó a un
taxi y este le llevó hasta el aeropuerto. Allá espero una hora y
después entró al avión que la iba a llevar a casa.
En
cambio, mientre ella ya volaba Lali y Peter recién se levantaban.
-¿Que
hora es? -preguntó Peter con los ojos achinados a causa de que la
luz le molestaba.
-Las
dos y media. ¿Querés comer?
-Si.
-Pues
pedimos una pizza por delivery. No quiero cocinar. -dijo ella
dejándose caer en el sillón. El se dejó caer a su lado y apoyó la
cabeza en su pecho. Lali jugó con el pelo de el mientras pedía una
pizza. Cuando colgó el llamda lo miró.
-¿Te
acordás de lo que me dijiste ayer por la noche? -preguntó el
mirándola.
-No
se... Te dije muchas cosas... -soltaron una risita pero tuvieron que
parar a causa del dolor de cabeza que suponía reírse.
-Cuando
estábamos solos, antes de acostarnos... -ella abrió los ojos como
platos y después lo volvió a mirar.
-No
se exactamente lo que te dije pero se que fue algo comprometido...
-Te
amo. -dijo el. Ella lo miró sorprendida.
-¿Eso
te dije? ¿O eso decís vos ahora? -preguntó ella.
-Si.
-Lali lo miró enarcando una ceja.
-Si,
¿a que?
-Si
a todo. -ella sonrió y lo besó despacio. Estuvieron así hasta que
el timbre sonó y los dos miraron la puerta con odio. Peter recogió
su comida, y los dos, en pijama, comieron solos en silencio. Hasta
que rocío llegó a su casa.
-Che,
vise a Cande hoy? No durmió en casa. -dijo Lali acomodándose entre
Peter y Rochi.
-Si,
de eso quería hablarles. -Roció dudó en como decir lo que tenía
que decirles.- Cande, volvió a casa.
-¿Que?
-¿Como?
¿Por que? -preguntó angustiada Lali.
-Porque
tuvo un problema con Agus. -los dos morochos se miraron. Todos sabían
lo que le pasaba a Cande con el cachetón.
-Tengo
que llamarla. -Lali se paró buscando su celular.
-Estará
todavía en el avión. -dijo Rocío. Lali suspiró derrotada y Peter
la abrazó. Rocío se despidió y se fue dejándolo otra vez solos.
En
Dimas...
Eugenia
y Gastón charlaban sentados en el escalón de la puerta del bar.
Ella tenía en una mano un cigarro y el tenía una taza de café con
hielo. Allá no nevaba como en Nueva York, pero hacía tanto calor
que partía la tierra. Los shorts de ella y la remera sin magas
hacía notar que ya estaban en verano. Entonces Candela apareció con
la valija atrás de ella y con la cabeza gacha. No vió a sus amigos,
pero ellos a ella si.
-¿Cande?
-preguntó Euge. Ella levantó la cabeza mostrando sus ojos rojos de
llorar y su puchero. Los dos rubio se miraron y fueron a abrazar a
Candela. La acompañaron a su casa donde se reencontró feliz con
Lolo el cual fue cuidado por los rubios en esos días que ella no
estuvo.

me encanta más!
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