sábado, 15 de diciembre de 2012

15.Navidad.




-Peter cerrá las persianas, por favor. -pidió Lali tapándose con las sábanas la cara.

-Cerralas vos. Se me parte la cabeza. -se quejó el apoyándose en la espalda desnuda de ella.

-A mi también...

No se dijeron nada más. Siguieron durmiendo pese a que los pocos rayo de sol -debido a la tormentosa lluvia de el 25 de diciembre- entraban en el cuarto.


-Cande, pará por favor. -pidió Agustín agarrándola del brazo para que se detuviera.

-Soltame, Agustín. Me quiero ir. -ella agarró sus tacos que descansaban al lado de la puerta del depto.

-Por favor, escuchame. -ella lo miró resignada.- ¿Que pasa para que te pongas así? ¿Te hice mal?

Me utilizaste! Yo misma escuché ayer que tenían una apuesta de quien se acostaba con mas en todo el viaje. Y vos estabas el último. Y dijiste: Voy a aprovecharme de Huesos que está muy borracha, ¿no?

-Candela, no es así. -ella negó e intentó irse de nuevo pero el se lo volió a impedir.- Es verdad que tenemos la apuesta y es verdad que yo iba el último. Pero yo me acosté con vos porque lo sentía, porque quería. No por una estúpida apuesta. Huesos me teneés loco desde que volviste. Por favor, dame una chance.

-Agustín, lo único que querés es acostarte conmigo un par de meses y después olvidarte de como me llamo. -tal y como lo había hecho con las demás mujeres.- Primero prometes amor eterno y después les da de lado a la primera pollera corta que pase. Olvidate de lo que pasó anoche, porque yo lo voy a hacer.

Cerró la puerta de un golpe y Agustín se dejó caer en el sillón dolido por las palabras de Candela. Ella entró en su depto. y por el silencio supuso que su prima y Peter seguían durmiendo. Eso facilitó mucho su plan. Entró a su cuarto y agarró las valijas. Metió todo lo que tenía como pudo y la cerró a presión. Ordenó el cuarto y salió cargaa con sus cosas. Salió de la vivienda con la mala suerte de que Rocío iba a sacar la basura.

-Huesos, ¿que hacés con eso? ¿Te pegó mal la resaca? -dijo Rocío.

-Vuelvo a Dimas. -dijo ella mientras todavía se le escapaba alguna lágrima.

-¿Como? ¿Lali sabe esto? -ella negó. Rocío la miró angustiada y la hizo pasar a su casa.- ¿Me querés explicar que te pasó?

-¿Te acordás de la apuesta de los chicos? -Rocío asintió.- ¿Y recordás que Agus iba el último? -la rubia volvió a asentir.- Pues me utilizó para ganarle al menos a Nico. Ayer se acostó conmigo solo por una apuesta ¿entendés? -las lágrimas vagaban sin vergüenza por la cara de Candela.

-Y vos todavía seguís sintiendo algo por el, como hace tres años... -la más flaca asintió y Rocío no hizo más que abrazarla.- ¿Seguró que querés volver?

-Si, ya os espero allá. ¿Le explicás esto a Lali? No qiero hablar ahora y me vuelo sale en dos hora y ella todavía duerme.

-Si, no te preocupes. ¿Querés que Pablo te acompañe al aeropuerto?

-No, Ro. Gracias. -le dedicó una media sonrisa mientras se secaba las lágrimas y agarró su valija para volver a su pueblo. Llamó a un taxi y este le llevó hasta el aeropuerto. Allá espero una hora y después entró al avión que la iba a llevar a casa.


En cambio, mientre ella ya volaba Lali y Peter recién se levantaban.

-¿Que hora es? -preguntó Peter con los ojos achinados a causa de que la luz le molestaba.

-Las dos y media. ¿Querés comer?

-Si.

-Pues pedimos una pizza por delivery. No quiero cocinar. -dijo ella dejándose caer en el sillón. El se dejó caer a su lado y apoyó la cabeza en su pecho. Lali jugó con el pelo de el mientras pedía una pizza. Cuando colgó el llamda lo miró.

-¿Te acordás de lo que me dijiste ayer por la noche? -preguntó el mirándola.

-No se... Te dije muchas cosas... -soltaron una risita pero tuvieron que parar a causa del dolor de cabeza que suponía reírse.

-Cuando estábamos solos, antes de acostarnos... -ella abrió los ojos como platos y después lo volvió a mirar.

-No se exactamente lo que te dije pero se que fue algo comprometido...

-Te amo. -dijo el. Ella lo miró sorprendida.

-¿Eso te dije? ¿O eso decís vos ahora? -preguntó ella.

-Si. -Lali lo miró enarcando una ceja.

-Si, ¿a que?

-Si a todo. -ella sonrió y lo besó despacio. Estuvieron así hasta que el timbre sonó y los dos miraron la puerta con odio. Peter recogió su comida, y los dos, en pijama, comieron solos en silencio. Hasta que rocío llegó a su casa.

-Che, vise a Cande hoy? No durmió en casa. -dijo Lali acomodándose entre Peter y Rochi.

-Si, de eso quería hablarles. -Roció dudó en como decir lo que tenía que decirles.- Cande, volvió a casa.

-¿Que?

-¿Como? ¿Por que? -preguntó angustiada Lali.

-Porque tuvo un problema con Agus. -los dos morochos se miraron. Todos sabían lo que le pasaba a Cande con el cachetón.

-Tengo que llamarla. -Lali se paró buscando su celular.

-Estará todavía en el avión. -dijo Rocío. Lali suspiró derrotada y Peter la abrazó. Rocío se despidió y se fue dejándolo otra vez solos.

En Dimas...

Eugenia y Gastón charlaban sentados en el escalón de la puerta del bar. Ella tenía en una mano un cigarro y el tenía una taza de café con hielo. Allá no nevaba como en Nueva York, pero hacía tanto calor que partía la tierra. Los shorts de ella y la remera sin magas hacía notar que ya estaban en verano. Entonces Candela apareció con la valija atrás de ella y con la cabeza gacha. No vió a sus amigos, pero ellos a ella si.

-¿Cande? -preguntó Euge. Ella levantó la cabeza mostrando sus ojos rojos de llorar y su puchero. Los dos rubio se miraron y fueron a abrazar a Candela. La acompañaron a su casa donde se reencontró feliz con Lolo el cual fue cuidado por los rubios en esos días que ella no estuvo.

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