viernes, 5 de octubre de 2012

Trece: EL GARAGE.



Una semana. Una semana había pasado desde que su padre se fue por esa puerta con su mujer. Los llamaba todas las noches, pero no era lo mismo. Los cuatro adolescentes con los que vivía no paraban. Fiesta acá, fiesta allá, salida con amigos, amigos en casa, música, comida... Asi estaba la casa. Llevaban sin limpiar absolutamente nada una semana. Las camas llevaban las mismas sábanas que cuando dejó de haber adultos en aquella casa. Sus camas estaban desechas y nadie estaba dispuesto a hacerlas. Estaba sola en casa, los demás estaban en la casa de Pablito tomando unos mates. Ella decidió sacar las cosas con las que Julia y Roberto limpiaban la casa.

La música empezó a sonar y "My life would suck without you" de Kelly Clarkson. Ella, al ritmo de la música, empezó a sacar toda la suciedad de su casa. Cambió las sábanas de todas las camas. Limpió los baños. Llenó la nevera. Y se sentó en el sillón agotada. Escuchó la puerta abrirse y una sonrisita compradora se asomó por la puerta del living.

-¿Limpiaste? -preguntó sorprendido. Ella asintió y el se acercó a abrazarla sentandose con ella en el sillón.- Quedó re bien. -le dió un beso en la mejilla.

-¿Los demás? -dijo refieriendose a los rubios.

-Se quedan a dormir con Rocío en casa de Pablo.

-Mejor... -ella se acercó a intentarle darle un beso.- Así los molestan a ellos y no a nosotros.

Finalmente pudo unir sus labios con los de Peter. El dejó caer su cuerpo encima de la pequeña Lali. Y así estuvieron un rato hasta que Peter comenzó a tocar la pierna de Lali, y los dos entendieron que era el momento. Se separaron y se sonrieron. Juntaron sus frentes.

En casa de Pablo, estaban todos juntos en la terraza del morocho con algo de música baja. Estaban jugando a las cartas pero la partida tuvo que cesar porque el celular de Rochi sonó.

-Hola. Si, decime. ¿COMO? ¡AHHHHHH! Entonces, nada de nada. Nos quedamos a dormir por ahí. No se, ¿que más da? Debajo de un puente.

-Decile que os quedais a dormir acá. -interrumpió Pablo.

-¿Escuchaste? -Rocío le hablaba a la máquina.- Entonces disfrutá. Y decile al estúpido de mi hermano que ojito. El ya me va a entender... -guardó su celular y agarró sus cartas de nuevo.

-¿Pasó algo? -preguntó Gastón.

-No, solo que hoy nos quedamos a dormir acá. -explicó Rochi concentrada en sus cartas.

-Pero no tenemos ropa limpia. -se quejó Nicolás.

-Yo les dejo ropa limpia. -se ofreció Pablo.

-Paren un momento. -todos dejaron sus cartas, boca abajo, encima de la mesa cuando Nicolás dijo esto.- Eso significa que Lali y Peter se quedan solos en casa toda la noche. -todos asintieron.- ¡Peter va a meter primera!

-¿Querés decir que...? -Gastón no pudo acabar la frase. Empezó a ponerse pálido y apoyó su espalda en la silla.

-Gas, ¿estás bien? -dijo Rochi parándose atrás de su silla. El negó.

-Lo voy a matar... -dijo con la voz temblorosa.

-Che, no te zarpes que es mi hermano. -dijo la rubia.

-Y ella nuestra hermana. -dijo Nicolás. Los tres se miraron y gritaron a la vez.

Cuñados! -los cuatro presentes se rieron y volvieron a su juego con las cartas.

A la noche armaron como pudieron las camas donde durmieron los dos rubios. Rochi, en cambio, durmió con Pablo.

La mañana inundó la casa de los Riera. La luz empezó a entrar en la habitación de Julia y Roberto. Allá dormían abrazados Peter y Lali. La primera en despertarse fue Lali, que al recordar todo lo que había pasado anoche sonrió. Después se acomó un poco mejor en los brazos de Peter. Entonces notó con el la abrazaba más fuerte.

-¿Hola? -fue lo primero que le dijo la morocha a su novio.

-Buen día. ¿Que tal estás?

-Muy bien, con el mejor novio del mundo... -entonces le besó un poco el cuello.

-¿Querés que el mejor novio del mundo te haga el desayuno? -el se incorporó un poco en la cama. Ella lo siguió abrazando por la cintura y asintió. Entonces, escucharon unos gritos en la planta de abajo.

GASTÓN! ¡Que no subas! -la voz de Rocío desde el living.

-¿Que hacen acá tan pronto? -dijo Peter mirando el reloj. Eran las 11:30.

-Es re tarde, Pitt... -dijo riendo Lali.- Dale, vistamonos y bajemos.

Lali se puso un remera vieja de su padre y su ropa interior. Peter se puso su pijama y los dos abrazados bajaron. Pero cuando entraron en la cocina un par de ojos se fijaron en las piernas de Lali.

Ahhhhhhh! -gritó cuando vió a dos personas más de las que esperaba. Al ver que uno de ellos miraba a sus piernas descaradamente se escondió detrás de Peter.

-¿Que hacés acá? -dijo Peter.

-Perdón, si molesto me voy que... -dijo Pablo hasta que Peter lo interrumpió.

-No lo decía por vos, Pablito. -miró a Coco que seguía mirando a Lali.- ¿Dejamos de mirar?

-Tranquilo, Pedrito. -dijo el rastudo.

-Pasa que cuando veníamos para acá, nos encontramos a Coco y lo invité a desayunar. -explicó Gastón, mientras el rastudo pasaba su brazo por los hombros de el.

-Por cierto. Hoy los del grupo de teatro tenemos reunión, La. No te olvides. -dijo Coco.

-No la llames La. -dijo Peter. Ignorando ese comentario Lali contestó.

-No me olvido. Yo me voy a bañar. Hasta luego. -la petiza subió las escaleras y los demás desayunaron tranuilos. Cuando la petiza volvió a bajar ya estaba lista para ir a la reunión. Así que Coco, Gastón y Rochi se prepararon para irse también.

-Vigilá que tu amiguito no mire mucho a Lali. -le dijo Peter a Rochi antes de que se fueran.

Los cuatro caminaron por las calles hasta que llegaron al bardonde habían quedado. Eran casi los últimos en llegar. Solo faltaban Teté y Mimi. Se sentaron con sus compañeros en una mesa y pidieron unos cafés calentitos, hacía mucho frío. Cuando las dos animadoras llegaron empezaron a hablar de lo que les interesaba de verdad.

-Bueno chicos, los reunimos hoy acá porque creo que todos tenemos un problema. -dijo Mimi que es la que había organizado la ruenión con ayuda de María Teresa.

-No queremos que el grupo se acabe por lo que tenemos que hacer algo por nuestra cuenta. No podemos dejar que nos manipulen como quieran y nos tenemos que revelar.

-¿Que piensan hacer? -preguntó Raquel.

-Vamos a cantar. -dijo Mimi.

-Pero, ¿no escucharon a Julia? Que nos quitaron el grupo, que no tenemos oportunidad. -dijo Coco.- Se acabó chicos. No cuenten conmigo. -el rastudo se paró pero Rocío le agarró la mano.

-Pará, escuchemoslas. Ya no tenemos nada que perder... -dijo la rubia.

-La idea es dentro de un mes, cuando empiecen las clases. El primer día. Cantar. En clase, en el salón de actos, en los pasillos. Hasta que nos dejen volver a empezar... -explicó Teté.

-No es mala idea. -dijo Lucas.

-No, está bien. ¿Pero donde vamos a ensayar? -preguntó Raul.

-En mi garage. -se apresuró a decir Lali.

-¿Segura? ¿No le va a molestar a tu papá? -dijo Rochi.

-No, no, nada que ver. -contestó Gastón.- ¿Quieren venir a verlo? Le hace falta unos arreglitos pero se puede limpiar, pintar...

-Perfecto. -dijo Diego.

-Vamos a verlo. -propuso Rochi y todos aceptaron. Cuando llegaron a la casa de los Riera se encontraron con Pablo, Nico y Peter en la cocina jugando al Parchís. Lali y Rochi fueron a darle un beso a sus novios y Gastón revoleó los ojos.

-¿Qie hacen acá? -preguntó Nicolás.

-Vamso a ver el garage. Vamos a ensayar allá. -explicó Gas.

-¿Como que van a ensayar? ¿No los habían echado? -dijo Peter.

-Si, pero tenemos un plan. -contestó Coco.

-Ah... Bueno. -dijo Peter y le volvió a dar un pico a Lali antes de que ella y sus amigos fueran a ver el garage.

-¿Por que tienen que acerlo en nuestra casa? -dijo Nico cuando los del grupo se fueron y los tres restantes se abalanzaron sobre la mesa para hablar en susurros.

-No se, pero no me gusta nada que el pibe este este en casa. Antes lo vi mirando de más a Rochi. Y todos sabemos como le gusta Lali... -dijo Peter.

-¿Mirando a Rocío? ¡Pero a este le gustan todas! -se quejó Pablo.

-Además, creo que se chapó a todas las minas del grupo. -dijo Nicolás. Los dos lo miraron.- Sin contar a Lali y a Rochi, boludos.

-¿Vamso a ver que están haciendo? -dijo Peter. Los tres se pararon y fueron hacia donde estaban los demás. Allá los vieron inspeccinando el lugar.

-Le hace falta una limpieza y una capa de pintura, pero sirve. -dijo Eva.

-Está re bien. Podemos traer todos los equipos de música y decorarlo un poco. -decía emocionada Lucía.

-Me parece a mi que estos van a venir mucho por acá... -le dijo Peter a Nicolás en susurros.

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