-Y yo los declaro marido y mujer. -y con esa frase su
vida empezó a cambiar por completo. Su papá se casaba con su
primera novia, y ella con sus dos hijos se iban a vivir con ellos.
Los aplausos inundaron la iglesia y los recién casados se besaron.
-Vamos al banquete, petiza. -le dijo su hermano por la
espalda. Ella le pisó el pié y asesinó con la mirada.
-No me gusta que me digas petiza, Nico. -su otro hermano
también se acercó.
-Che, chicos ahora empieza nuestra nueva vida. -dijo
Gastón que era el sentimental de la familia.
-Si, a partir de ahora nada de pasear desnuda por casa,
-dijo Nicolás, el celoso por naturaleza.
-Pará, yo no me paseo desnuda. Llevo siempre la remera
de papá.
-Pero sin pantalones, ni unos shorcitos. -aclaró
Gastón.
-Ni tampoco, invitar a los amigos a ver el básquet por
la TV. -siguió Nicolás.
-Pará, ¿vamos a tener que cambiar todo? -se quejó
Lali.
-Si, y para empezar. Lali te vas a ir a la habitación
de los pibes y le dejás tu cuarto a Rocío y a Juan Pedro. -dijo
Roberto llegando.
-¿COMO? -dijeron los tres a la vez.
-Papá, no podemos compartir cuarto con la petiza. -se
quejó Gastón.
-Entonces alguno tendrá que dormir en el jardín. -su
padre se rió y Julia llegó a su lado.
-Hola, chicos. -dijo amorosa Julia.
-Hola, Julia. -dijo Gastón que era el que mejor se lo
había tomado.
-Eh... Bueno, les traigo a mis nenes para que se
conozcan. -Julia se giró y le hizo algunas señas a la rubia y al
morocho para que se acercasen.- Chicos, ustedes no se conocen y ya
van a ser hermanos. Así que me tomo el lujo de presentarlos. Ellos
son Rocío, Rochi; y Juan Pedro, Peter. -los dos nombrados agitaron
las manos con una pequeña sonrisa de lado.
-Yo soy Gastón. El es Nicolás. Y ella es Mariana,
Lali. -dijo Gastón.
-Hola.. -dijeron Nico y Lali a la vez.
-Bueno, para que se conozcan, ¿porque no se sientan a
comer en la misma mesa? -propuso Roberto.
-Papá, invitamos a los chicos. -miró a sus nuevos
hermanos.- No es nada con ustedes pero...
-¡Mejor! Así les presentan a sus amigos. -dijo Roberto
que agarró la mano de su mujer y se fue dejando a los jóvenes
solos.
-¡Este viejo nos está jodiendo! -se quejó Nicolás,
después miró a Rocío y a Peter.- Bueno, vengan. Les presetamos a
los chicos.
-No hce falta, Nicolás. -dijo la rubia.- Sino quieren
no lo hagan.
-No, no digas pavadas. Vamos, ahora van a vivir acá y
tienen que conocerlos. -dijo Gastón abrazando a su hermana por los
hombros. Entonces cinco pibes se acercaron a ellos.
-Bueno, los presentamos. Ellas son Candela y Eugenia.
-dijo Lali.
-Y ellos son Agstín, Pablo y Victorio. -continuó Nico.
-Y ellos, son Rocío y Peter. Nuestros hermanos.
-terminó Gastón. Los diez se sentaron en la misma mesa y mientras
el trío de hermanos charlaban con sus amigos, Rocío y Peter estaban
un poco perdidos.
Rocío se disculpópara ir al baño, y Gastón y Nicolás
obligaron a Lali a ir atrás de ella. Cuando la petiza entró al baño
se encontró con la rubia retocandose en maquillaje.
-Re lindo vestido. -dijo Lali cuando ya estuvo a su
lado.
-Gracias, igual el tuyo también es re lindo.
-Mirá, yo no se si sabñes pero yo no quiero estar acá.
Yo no quería qu emi papá se acasase ni quería otra "mamá"
en casa. Estabamos muy bien mis hermanos y yo en casa solos. Veíamos
el básquet, mis amigas se quedaban a dormir, comíamos en el living
viendo la TV, mi papá invitaba a mis entrenadores a cenar a casa...
Todo estaba bien. Y aun encima, vienen ustedes y me quitan mi cuarto.
-dijo esasperada Lali.
-Disculpame Mariana, pero no creas que a mi me gusta
dejar toda mi otra vida. Mis amigos, mi club, mi familia. Y venir a
vivir acá, con ustedes no me hace mucha gracia. Pero tu papá
consiguió algo que nadie consiguió en dos años. Que es hacer feliz
a mi mamá. Desde que murió mi papá estamos los tres mal, y no nos
hace gracia que alguien ocupe su lugar. Pero es así. Mi mamá es
feliz con Robertoy no les voy a joder. Y lo de tu cuarto, lo siento.
-fue lo último que dijo la rubia antes de salir.
La tarde transcurrió entre bailes y alcohol, pero a las
ocho de la tarde la nueva familia estaba entrando en su casa. Rocío,
Peter y Julia llevaban a cuestas una pequeña valija con lo
imprescindible para esa noche, a la mañana siguiente llegarían sus
cosas.
-Bueno, les presento la "Casa Riera" -dijo
Roberto. Sus tres hijos rieron.- Miren tenemos en la planta baja la
cocina, el living, el comedor y un baño. Arriba están sus cuartos.
Ustedes, si no les parece mal, duermen juntos. Mis chicos en la
puerta de enfrente y nosotros en la última de pasillo. Allá
tambieén tienen un baño.
-Ahora si quieren asearse y para la cama que fue un día
largo. -dijo Juli regalándole un beso a cada uno de ss hijos.
-Pero, hoy hay un partido de básquet en la TV. -se
quejó Nicolás.
-Si quieren, lo ven todos en su cuarto. Pero hoy yo les
recomemdaría dormir. Mañana empiezan las clases y a las siete los
vamos a despertar. Que duerman bien. -la pareja recién casada subió
a su cuarto y los cinco adolescentes se quedaron estupefactos en el
hall de su casa.
-¿Cual decían que es nuestro cuarto? -preguntó Peter.
Gastón acompañó a los nuevos a su cuarto y Nicolás y Lali se
adentraron en la cocina. Lali buscó el herlado y Nicolás buscaba la
cadena donde se emitía el básquet. Gastón volvió a bajar.
-¿Que hacen? Vamos a nuestro cuarto y lo ven allá. -el
rubio ayudó a su hermana a subir la comida y los tres se fueron a su
cuarto. Habían compardo unas literas (ya que ahora eran más), y
allí permanecía una de las camas de los rubios.
-Yo la cama individual. -dijo Lali sentándose en su
nueva cama.
-Dale, nosotros en las literas. Pero poné el canal.
-dijo Gastón desde la cama de arriba. Entonces Lali subiço a
hacerle compañía mientras Nicolás veía el partido desde la litera
de abajo.
-Peter, yo quiero la cama de la ventana. -Rocío se
había instalado en ella.
-Dale... -su hermano iba a complacer todos sus deseos.
Su madre entró al cuarto.
-¿Que tal chicos? -preguntó al observar que en su
nueva casa tenían menos espacio que antes.
-Bien, es re linda la casa. -dijo Rocío.
-Si, y acojedora... -añadió Peter.
-¿Y sus hermanos?
-Gastón es el más amigable. Nicolás parece buen pibe
pero necesita compañía. Y Mariana es una estúpida. -dijo Peter a
forma de resumen.
-Denles tiempo. Entonedan que nos es fñacil pasar a
vivir cuatro a vivir siete en una casa. -dijo la adulta.
-Pero mamá, tampoco es fácil para nosotros. Lo dejamos
todo para venir acá. -se quejó Rocío.
-Bueno, ahora duerman y mañana vallan a charlar con los
entrenadores de los chicos para ver si pueden jugar ustedes tambien.
-Julia besó las cabezas de sus hijos y se fue a su nuevo cuarto.
-¿Vamos a ver el básquet con nuestros hermanitos?
-propuso Peter.
-Andá vos, yo voy a dormir. Mañana me cuentas el
final. -la rubia se metió en su cama y Peter fue al cuarto de sus
hermanos. Golpeó tres veces la puerta y asomó su cabeza.
-¿Les importa si veo el básquet con ustedes? -dijo
entrando.
-Obvio que no. Pasá, por favor. -dijo Gastón que
estaba en su cama, abrazando a su hermana. Peter se sentó con
Nicolás en su cama y disfrutó del partido.
-¡Chicos que les dije del partido! -dijo gritando
Roberto cuando entró en el cuarto de sus hijos. Se sorprendió al
ver a Peter allá.- Peter...
-No se preocupe, Roberto. Yo ya me voy. -dijo parándose.
-No, por favor quedate que veo que haces buenas migas.
-dijo al ver que él y Nicolás se llevaban bien.
-¿Que querías papá? -dijo Lali cuando notó que su
padre empezó a mirar a la pantalla.
-Quería que durmierais, pero veo que estais haciendo
amistades os lo perdono. Pero cuando acabe todos a dormir. -les guiñó
un ojo y se fue a su cuarto con su mujer. Cuando terminó el partido
Peter se fue a su cuarto y los siete durmieron en la misma casa, como
una familia, por primera vez.
A la mañana siguiente Lali se levantó cuando el
despertador sonó. Vió a sus hermanos tapandose con las sábanas y
ella se sentó en la cama. Salió de su cuarto descalza y se adentró
en el baño. Pero allí se encontró con Peter desnudo, con una
toalla tapando por debajo de la cintura.
-¡AY! -se tapó los ojos y se dió la vuelta.- Perdón,
perdón, perdón. Ya me voy. -per sintió la mano de Peter en su
brazo.
-Pará, yo ya acabé y Rochi ya se aseó. Quedate vos.
-entonces cuando el salió del baño Lali aprovechó para observar su
espalda bien trabaja del básquet. Asintió satisfecha y cerró la
puerta con llave para que nadie pudiera entrar. Se duchó y se puso
el uniforme escolar. Cuando salió sus dos hermanos estaban esperando
para utilizar ellos el baño.
-Sos lenta, petiza. -dijo Nicolás entrando. Ella
aprovechó y preparó sus cosas para la escuela. Cuando bajó a
desayunar ya todos estaban allá.
-Buen día Lali. -dijo Julia antes de darle un beso en
la frente, lo que sorprendió a la pequeña.
-Hoy acordate de presentarle a tus amigas a Rochi. -le
dijo su papá.
-Papi, ya las conoce. Ayer se las presenté. ¿No que
si, Rochi?
-Si, si. Roberto, no se preocupe. -dijo la rubia.
-No me traten de usted que me hacen sentir viejo, che.
-dijo Roberto. Miró la hora en su reloj de pulsera y se paró.- Yo
me voy a trabajar.
-Chao, mi amor. ¿A ustedes los llevó a la escuela? -se
ofreció Julia.
-No te preocupes. La escula queda acá a la vuelta.
-dijo Gastón.
-Entonces me voy a trabajar con vos. -le dijo a su nuevo
marido.- Cierren la puerta cuando se vallan y suerte. -Julia besó la
cabeza de cada uno de los chicos, lo cual sorprendió a los tres
hermanos. La pareja se fue.
-Bueno, vámonos. -dijo Nicolás parándose.- Llegaremos
tarde y tenemos con la urraca.
-¿La urraca? -preguntó Peter.
-Si, nuestra profesora de historia, ya la van a conocer.
¡Vamos!
Los cinco salieron de la casa y se fueron a la escuela.

Me gusta!! Más!!
ResponderEliminarMassssssss SSS
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