jueves, 20 de septiembre de 2012

Dos: EL COLEGIO Y EL EQUIPO.


Los cinco se adentraron al colegio y rápido una mujer saltó a los brazos de Nicolás.

Mi amor! -exclamó justo antes de besarlo. Lali y Gastón continuaron su camino seguidos de Peter y Rochi.

-Es Silvina, la estúpida novia de Nicolás. -dijo Lali.

-¿No les gusta? -preguntó sorprendida Rochi.

-Para nada. -aclaró Gastón entonces el grupo que había ido ayer a la boda de sus padres se acercaron.

-Hola chicos. -dijo Candela dándole un beso en la mejilla a todos.

-¿Que les parece la escuela? -les preguntó Pablo a los nuevos.

-Es muy grande. Pero esperemos que no nos perdamos. -dijo Peter.

-Ellos vienen en nuestra clase, chicos. -dijo Gastón.

-Lali, te tengo que contar una cosita.. -le dijo Euge antes de alejarse con ella. Entonces Candela se acercó a Rocío.

-Son inseparables desde los tres años. -dijo la flaca.

-Eso parece.

-¿Te prende sentarte conmigo en clase? -le preguntó la flaca a la nueva.

-Obvio. -y las dos se fueron a la clase.

-Peter, vos sentate conmigo, si querés. -dijo Pablo.

-Si, si, me encantaría. -dijo Peter.

-Vamos a clase que Nicolás sabe llegar solo. -dijo Gastón.

La clase era bastante grande. En el pizarrón estaba escrito "La revolución francesa". Los bancos estaban de dos en dos. Candela y Rocío se sentaron justo delante de Lali y Euge que estaban en última fila. A la derecha de ella estaban Agustín y Victorio. Delante de ellos Pablo y Peter. En cambio a la izquierda estaba sentado Gastón solo, pocos minutos después una chica se sentó con el. Nicolás y Silvina llegaron de últimos y se sentaron detrás de su hermano y su compañera. Todos charlaban animadamente hasta que una rubia con rastas entró a la clase. Todos se callaron, y los nuevos no entendían porque.

-Buen día, chicos. -dijo seca.- Por favor el trío Riera en pie. -los tres nombrados se pararon de sus asientos.- Creo que tienen que presentarnos a alguien ¿no?

-Si, señorita. -contestó Gastón.- Ellos son Rocío y Juan Pedro. -los dos nombrados se pararon.- Pero los llamamos Rochi y Peter.

-Gracias, Riera mayor. -dijo otra vez seca la rubia de rastas. Los tres Riera se sentaron y al ver esto sus hermanos hicieron lo mismo.- Hoy, como pueden ver, empezamos con la revolución francesa.

La clase fue aburrídisa. Pasemos por la mente de cada uno de nuestro protagonistas. Lali, ella estaba pensando en el importante partido que tenía ese sábado. Si no ganaban no pasarían a la siguiente fase para poder llegar a jugar en la liga argentina. Euge, a su lado, pensaba como podía hacer para que Nico y Silvina cortaran. Necesitaba un plan, un buen plan. Candela, delante, pensaba en la cita que tenía con Victorio ese viernes, entonces se acordó del partido del sábado y que a sus amigas no les iba a hacer gracia que saliera antes de un partido tan importante. Rocío, al lado de la flaca, miraba y observaba su nueva clase y sus nuevos "amigos". Pablo, en la hilera de su derecha, pensaba en Agustina. Peter, en su papá. Agustín, pensaba exactamente así: "Que cola tiene la nuevita...". Victorio, al igual que Candela, pensaba en su cita. Gastón podría decirse que es el único que pensaba en la clase. Y Nicolás... Nico simplemente no pensaba.

Por fin el timbre que anunciaba la salida de la clase sonó. Todos se pararon lo más rápido que pudieron y salieron de la clase. Candela y Rocío se habían hecho muy amigas en esa última hora y Eugenia y Lali se sumaron a ellas por los pasillos.

-¿De que hablan, chicas? -dijo Euge.

-De nada, simplemente le explicaba a Rochi los distintos tipos de personas que hay acá. Y acá tenés a nuestros grupo. Somos los del básquet. -dijo señalando una mesa donde estaban sentados aproximadamente 20 adolescentes.

-Chicos, ¿y ahora que hay? -preguntó Rocío.

-Ahora tenemos una hora para comer y después 4 horas libres. En esas cuatro horas te podés anotar hasta en dos actividades, o en ninguna. Nosotros estamos en básquet. -explicó Lali que empezaba a aflojar con sus nuevos hermanos.- ¿Vos jugás al básquet, verdad? -la rubia asintió.

-Pues, vení con nosotros y te apuntás al equipo que necesitamos gente. -dijo emocionada Eugenia.

-Dale, tengo ganas de empezar a jugar. -dijo Rochi.

-Tengo yo ropa para entrenar para vos. -dijo Lali, todas la miraron sorprendidas.- Sabía que jugabas y suponía que querrías jugar ya.

-Gracias.

-¿Te presentamos al resto del equipo? -propuso Candela, la nueva asintió y se acercaron a una esquina donde estaban las demás chicas.

-Chicas, les voy a presentar a una nueva integrante del equipo. -dijo Lali.- Ella es Rocío y va a jugar con nosotras.

-¿De que la conocen Mariana? -dijo una chica alta y morocha con su pelo totalmente lacio, hablándole seca y dura.

-Es mi nueva hermana. -dijo contestandole igual de mal que ella le habló.

-Encantada yo soy María. -dijo la rubia más alta.

-Las demás son: Daniela, Valentina, Guadalupe, Amanda, Tamara y ella es Macarena. -dijo señalándo a la morocha que había hablado antes.

-¿Y vos jugabas antes de llegar acá Rocío? -dijo Daniela.

-Si, jugaba en North Way. -contestó ella cuando ya se habían sentado a comer.

-Hola, chicas. -dijo Gas llegando acompañado de Pablo y de Peter.-Veo que ya conocen a Rochi.

-Si... -contestó Amanda. Todas las chicas del equipo estaban locas por alguno o por todos los del equipo masculino y Gastón era el que más triunfaba por su dulzura.

-Pero también tienen que conocer a Peter, es el hermano de la rubia. -dijo otra vez Gastón.

-Hola chicas. -saludó Peter.

-Ellas son: María, Candela, Euge, Valentina, Guadalupe, Amanda, Tamara, Lali, Rochi y Macarena. -dijo Pablo nombrándolas por el orden en el que estaban.

-Pablo, ¿podemos hablar? -dijo Macarena.

-No. -después de decir esto Pablo se fue.

-Dejalo ya, Macarena. -le dijo Gastón antes de irse seguido por Peter.

-¿Que le pasa con Pablo? -preguntó Rocío en susurros a Lali.

-Es su ex. Nicolás la pilló poniendoles los cuernos y se lo dijo a Pablo, el la dejó y ella lo intenta negar a toda costa... -le contestó la petiza.

-Pobre...

-Chicas, apurense a comer, así llegamos antes y le explicamos a Carlos lo de Rochi. -dijo Eugenia.
Lali, Rocío, Eugenia y Candela fueron las primeras en acabar de comer. Las cuatro pasaron por sus taquillas, las cuales estaban practicamente al lado, y dejaron sus libros. Cargaron con sus cosas para entrenar y se fueron a la cancha. Allá encontraron a un hombre de barba sentado en la mesa y rellenando algún tipo de papeles.

Entrenador! -dijo Lali cuando entraron en la cancha y se quedaron paradas en la puerta, Este les hizo un gesto para que pasasen. Las únicas que pasaron dueron Lali y Rochi.-Entrenador, venimos antes para decirle que...

-Que esta mujerzuela quiere jugar. -dijo el sin levantar la mirada de sus papeles.

-¿Como lo sabe? -preguntó la rubia.

-¿Usted es Rocío Lanzani? -el levantó la vista y ella asintió.- Sus papás acaban de estar acá hace diez minutos para decírmelo. Y no hay problema. Si quiere y tiene con que, hoy mismo puede empezar a entrenar. Riera, ¿conoce ya a las demás jugadoras?

-Si, entrenador.

-Perfecto, no es necesario presentarse. ¿Y su hermano, Peter, tambien conoce a sus compañeros?

-Creo que si. -volvió a responder Lali.

-Está bien, vallánse a cambiar. En quince empezamos.

Las dos salieron de la cancha satisfechas y se dirigieron, junto con Cande y Euge, a los vestuarios. Allá ya estaban María y Daniela, mejores amiga e inseparables un año mayor que ellas.

-¿Hablaron ya con Carlos? -preguntó la rubia.

-Si. -contestó Rocío concentrada en cambiarse de ropa.

-Y ahora iban Nico, Gas y Peter a hacer lo mismo. -dijo Rocío.

-Que bien que cada vez seamos más en el equipo. -dijo Eugenia.

-Si, lo malo es que sobraba alguna... -se quejó Candela.

-Cande... -la retó Daniela, que con María se llevaba bien con Macarena.- En el fondo es buena mina.

-Si, pero lastimó a Pablo. -dijo Lali.- Y sabés como somos nosotros ocho.-hablaba por Nico, Gas, Euge, Cande, Agus, PAblo, Vico y ella. Que eran inseparables desde que tiene uso de la razón.- Y quien le hace daño a uno, nos lo hace a todos.

-Si, además no hay escusas para meterle los cuernos a alguien. -la apoyó Eugenia.

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