La hora del básquet llegó y los veinticuatro jugadores (doce pibes y doce minas) estaban en la cancha con su entrenador.
-Bienvenidos un año más al Mandalay's Básquet Club.
-dijo Carlos, el entrenador que llevaba el saco del equipo con las
iniciales "MBC" en el pecho.- Este año somos
dos más y eso me enorgullece. Pero tenemos que empezar a entrenar
ya. Así que, ¿porque no empezamos por un par de vueltas a la
cancha?
Los adolescentes le hicieron caso y el se volvió a
sentar frente a sus papeles. Entrenaron suave, recordemos que era el
primer día. Y acabaron una hora y media más tarde. Se dirigiron a
ducharse riendo. Cuando acabaron salieron y Lali se acercó a Rocío.
-¿Que vas a hacer ahora? -le dijo la petiza.
-No se, ¿ustedes?
-¿Te bancás venir conmigo a ver una cosa que se que te
va a encantar? -la petiza sonrió y la rubia asintió. Las dos se
despidieron y Lali guió a Rocío por el instituto. Bajaron
escaleras, cruzaron pasillos, cruzaron salones, subieron escaleras y
cuando llegaron a una enorme puerta Lali se paró.- Acá es.
-¿Que es esto, Lali?
-Es el teatro. Hoy son las pruevas de acceso al grupo
teatral, y todos los que quieran entrar deben de cantar al menso una
canción. Conozco a alguna gente que va a venir, por ejemplo, Gastón.
-¿A Gastón le gusta el teatro?
-Si, todos los años forma parte del grupo teatral. El
canta y baila y eso es precisamente lo que más hacen acá. Entrá
conmigo, nos sentamos atrás y miramos.
-Está bien.
Las dos entraron agachadas y se sentaron en los asientos
traseros. Cuando estuvieron sentadas fue cuando Rochi se pudo dar
cuenta de lo grande que era aquello. Era un teatro enorme. Y quedó
fascinada cuando vió el escenario y las butacas de delante llenas de
chicos interasados en entrar en el grupo. En cambio en el escenario
solo estaba una señora.
-¿Quien es ella? -preguntó la rubia.
-Julia Calvo directora del grupo teatral y del Mandalay.
-¿Ella es la directora?
-Si. Ahora callate y disfrutá.
-Chicos, silencio por favor. -dijo Julia. Todos se
callaron.-Por favor que pase el primero. -el primer pibe pasó al
escenario y se paró delante del micrófono.- Nombre y canción con
la que nos vas a deleitar. -así pasaron aproximadamente nueve
personas hasta que subió Gastón.
-Hola, me llamó Gastón Riera y voy a cantar Forever
young de Alphaville.
Las notas empezaron a sonar y el rubio cantó aquella
maravillosa canción como si estuviese echa para el. Cuando acabó
aplaudieron y el siguiente pasó.
-Me encantaría tener el valor y el coraje para subirme
a un escenario y hacer eso. -dijo Lali.
-¿Te gustaría estar en el grupo?
-Si, pero me da miedo lo que puedan pensar en el equipo.
Cuando Gas empezó con esto lo juzgaron mucho y no quiero que me pase
lo mismo.
-Pero si lo de Gas ya lo aceptaron, ¿porque no aceptar
lo tuyo? Es más, si vos te animás yo también.
-¿En serio? -la rubia asintió.- Pero me da vergüenza,
Ro... Mirá si...
-¿Algún o alguna voluntaria más? -preguntó Julia.
Rocío agarró la mano de su hermana y la levantó junto con la
suya.- ¿Ustedes dos?
-Si. -contestó la rubia. La cara de Gastón cuando vió
que su hermana y Rocío se acercaban fue espectacular.
-Te mato, Rochi. -dijo entre dientes Lali mientras se
acercaban al escenario.
-Disculpe, Julia. ¿Podemos cantar juntas? -dijo Rocío.
Julia miró su relog y después a las dos jóvenes.
-Dale, tenemos poco tiempo.
-¿Sabés la canción de "Flashdance... What a
feeling!"? -le preguntó Rocío. Lali asintió y agarró el
micrófono. Rocío agarró otro, miró a la petiza y sonrió.-Hola,
yo me llamo Rocío Lanzani.
-Y yo Mariana Riera. -Julia miró sorprendida a la jóven
ya que se apellidaba igual que la estrella del grupo de teatro,
Gastón.
-Y vamos a cantar Flashdance... What a feeling!.
Las notas empezaron a sonar y Rocío a ilumar a todos
con su voz. Le hizo una señal a Lali con la mano y esta empezó a
cantar. Acabaron cantando juntas y sonriendole al público. Los
aplausos después de su actuación se hicieron presentes y las dos
bajaron del escenario y se encontraron con Gastón con los brazos
abiertos. Las dos rieron y lo abrazaron.
-No sabía que les gustaba cantar. -dijo el rubio cuando
salieron rumbo a la primera clase de la tarde.
-Yo tampoco. -dijo Lali.
-Yo, en cambio, cantaba muchas veces con mi papá. -dijo
Rocío.
-Gas, te tenemos que pedir un favor. -dijo Lali parando
el viaje de su hermano y de la rubia.- Por favor no le digas a nadie,
por lo menos hasta que den los resultados.
-Está bien. -dijo este. Le dió un beso en la cabeza a
cada una y se fue a su taquilla, las chicas se fueron a la suya donde
se encontraron con Candela y Eugenia.
-¿Donde estuvieron? -preguntó curiosa Cande.
-No las vimos por ningún lado.
-Teníamos que hablar. -dijo Rochi.
-No es normal tener una hermana de la noche a la mañana,
che. -dijo Lali. Sus amigas rieron.
Ese día llegaron a casa a las ocho de la tarde y Julia
ya los estaba esperando con la cena en la mesa.
-Umm... que bien huele. -dijo Nicolás cuando pasó la
puerta de casa.
-Si, que extraño. -dijo Lali.
-Ese olor es el de los canelones de mi mamá. -dijo
Peter. Los cinco se acercaron a la cocina y así era. Julia tenía
preparada ya la cena.- Hola, mamá.
-Hola chicos. -dijo esta sorprendida.- Banquenme un
toque que ya termino. Mientras suban a sus cuartos y dejen las cosas
allá. -dijo sonriente.
Lali y Rochi subieron las últimas.
-Lali, ¿creo que sería lo mejor que Peter y vos se
cambien de habitanción no? -dijo la rubia mirando lo bien que se
llevaba su hermano con los rubios.
-Si, yo también lo pensé. Hoy a la cena lo decimos.
-dijo la petiza ingresando en el cuarto con los dos rubios.
Quince minutos después todos estaban sentados en la
mesa y Roberto entrando por la puerta. Se acercó al comedor y quedó
perplejo al ver la cena.
-¿Hiciste la cena, mi amor? -le preguntó a su mujer
dándole un pico.
-Si, ¿que hay de raro? Los chicos también pusieron
cara rara al ver la comida. -los cuatro Riera rieron.
-Es que en esta casa, nunca cenábamos todos juntos. Y
menos estaba ya echa la comida al llegar a casa. -explicó Gastón.
-Necesitábamos una madre en casa.. -rió Nicolás.
-Ehm... -interrumpió Lali.- Rochi y yo queríamos
deciros una cosa.
-Estuvimos pensando y aceptamos compartir habitación y
que Peter se valla con los chicos y Lali conmigo. -continuo Rocío.
Esto que dijeron sorprendió a todos por la mala onda que tenían
antes y ahora no.
-Me parece bien. -dijo Gastón que era el único que
sabía el porque de que se llevaran tan bien ahora.
-A mi también, hoy mismo me cambio. -dijo Peter.

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