42.Otra oportunidad.
Abril pensó mucho en lo que Lali le contara y decidió cojear hasta
la sala de profesores. Cuando llegó a esta su papá le abrió la
puerta.
-Hola, mi amor... -le dió un beso en la cabeza.
-Papá, ¿le podés decir al tío que salga? -su padre, sorprendido,
asintió. Se adentró de nuevo, y su tío fue el que salió.
-Hola, Abril. ¿Querés algo que yo te pueda conseguir? -le dijo eso
ya que su tío alguna vez le había conseguido algún examen o
información de alguno de sus profesores.
-Quiero que hablemos de tu lesión y de la mía. -su tío abrió los
ojos sorprendido, asintió y salió de la sala de profesores
caminando con su sobrina. Las clases debían volver a empezar, pero
el justificaría su falta a Literatura.- ¿Como lo superaste? La tía
me contó que a ti te dijeron que no ibas a poder volver a jugar al
rugby.
-Con mucho esfuerzo. Al principio negaba alguna opurtunidad de
superarlo, pero con la ayuda de tu papá y de Lali, lo conseguí.
¿Por que no te apoyás en la gente que más amás para que te
ayuden?
-Es que no quiero dar pena. -dijo mirando al suelo mientras seguían
caminando por el colegio.
-Entonces, ¿hacemos un trato? -le dijo parandose. Ella asintió.- Yo
te ayudo y no le cuento a nadie. Pero, -dijo antes de que ella se
lanzase a sus brazos.- Yo no le digo a nadie. Vos le vas a decir a
todos.
-¿Como? No lo entiendo..
-Yo te hago rehabilitación. Pero vos se lo vas a explicar a tu
equipo y a tus amigos. Porque la rehabilitación la vas a hacer
conmigo en la cancha, mientras ellos entrenan. ¿No crees que es hora
de volver a pisar una cancha de rugby?
-No se si estoy lista, tío...
-Te voy a contar una cosa. Pero prometeme que no se lo vas a contar a
tu papá. -ella asintió y se dispuso a escuchar la segunda historia
en el día.
Flash back.
Esto pasó el tercer día despues del accidente. Hoy le decían a
tus papás si podrías o no volver a jugar y todos en el equipo
estaban al tanto. Todos con ropa de entrenamiento esperabamos a tu
papá para que nos dijera tu noticia. Cuando llegó yo mismo lo
recibí.
-Pablo, ¿estás bien?
-Vamos a la cancha. Solo lo voy a contar una vez... -dijo pasando
por mi lado. El venía con tu mamá y ella venía llorando. Yo la
abracé y con ella fui hacia la cancha donde todos tus compañeros
nos esperaban. Estaban sentados en el piso y tu papá parado frente a
ellos.
-Hoy, hablé con el doctor sobre la lesión de Martínez. -esa
manía de tu papá de llamarte por tu apellido.
-Martínez es Abril, tu hija. -lo correjí no estabamos para
jodas.
-Bueno, el caso es que en la operación de su rodilla encontraron
algo de más que estaba roto y lo pudieron arreglar, pero... -a tu
papá se le quebró la voz y miró al piso.
-Abril no va a poder jugar más, chicos. -dijo tu mamá antes de
abrazar a Pablo.
León y Juan inmediatamente se pararon y comenzaron a andar en
circulos. Sofia se acercó a abrazarme. Algunas de las minas lloraban
y otras simplemente estaban en shock. Pero la actitud que más me
sorprendió fue la de Alan. Tu novio se paró y comenzó a andar al
rededor de la cancha, después corrió suavemete a lo que le sumaron
Tatiana, Leon y Juan y acto seguido estaban corriendo a la cancha lo
más rápido que podían. Hasta que Pablo les mandó parar. Cuando
estos le hicieron caso rompieron en llanto.
-Vayan a sus casas. Se suspende el entrenamiento. -fue lo último
que dijo tu papá.
Fin de flash back.
-¿Querés o no que te ayude? -ella miró al suelo y su tío lo
entendió todo.- Mirá pensatelo en esta hora. Yo te justifico la
falta. Y si querés que te ayude. Ya sabes donde estoy, cuando y con
quien. -su tío le guiñó un ojo y le besó la cabeza antes de
marcharse.
Ella se quedó sola en el patio. No pudo evitar que unas lágrimas se
le escaparan y se fue a sentar en unos bancos de una esquina. Estuvo
pensando en lo que su tío le dijo. Así pasó el resto de la hora,
hasta que el timbre sonó y sin darse cueta la gente empezó a pasar
por el patio para cambiar de clase. Escondió su cara para que nadie
lo viera, hasta que sintió una mano en su hombro.
-Abril, ¿estás bien? -le preguntó una voz muy conocida. Laura era
la que estaba sentada a su lado.
-¿Que hacés vos acá?
-No se, te vi ahí sola y pensé que necesitabas algo.
-¿Después de lo que me hiciste pensás que voy a necesitar algo de
vos? -pero no lo dijo violenta ni agresiva.
-Mirá Abril, se que me porté muy mal con vos y con tus amigas.
Pero...
-No me sirve ninguna excusa Laura. Nosotras te confiamos todo como si
fueses nuestra amiga y vos nos traicionaste contándole todo a
Socorro y despreciando lo que más amo. Que es el rugby, mi equipo y
nuestros coatchs. Eso no lo puedo erdonar. Puedo perdonar una
traición, pero cuatro no. Porque me traicionaste como amiga, como
compañera, traicionaste a tu equipo, traicionaste el rugby y a mi
papá.
-Se que todo eso es muy importante para vos. Pero quiero que sepas
que nostras tambien lo estamos pasando mal. Una de mis mejores amigas
se va, y lo deja todo. Incluído a nosotras. Quiero que pienses
tambien que no sos la única que lo está pasando mal en el equipo.
-Yo ya no soy del equipo. ¡No puedo jugar!
-Pero para nosotras seguís siendo la capitana. Y yo solo quería
pedirte una cosa.
-¿El que?
-Que nos des otra oportunidad.
Laura se paró y se fue corriendo a su siguiente clase. Y ella se
quedó otra vez sola y esta vez pensando en dos oportunidades...
Pobre abril1 más!!
ResponderEliminar