lunes, 3 de septiembre de 2012


 42.Otra oportunidad.
Abril pensó mucho en lo que Lali le contara y decidió cojear hasta la sala de profesores. Cuando llegó a esta su papá le abrió la puerta.

-Hola, mi amor... -le dió un beso en la cabeza.

-Papá, ¿le podés decir al tío que salga? -su padre, sorprendido, asintió. Se adentró de nuevo, y su tío fue el que salió.

-Hola, Abril. ¿Querés algo que yo te pueda conseguir? -le dijo eso ya que su tío alguna vez le había conseguido algún examen o información de alguno de sus profesores.

-Quiero que hablemos de tu lesión y de la mía. -su tío abrió los ojos sorprendido, asintió y salió de la sala de profesores caminando con su sobrina. Las clases debían volver a empezar, pero el justificaría su falta a Literatura.- ¿Como lo superaste? La tía me contó que a ti te dijeron que no ibas a poder volver a jugar al rugby.

-Con mucho esfuerzo. Al principio negaba alguna opurtunidad de superarlo, pero con la ayuda de tu papá y de Lali, lo conseguí. ¿Por que no te apoyás en la gente que más amás para que te ayuden?

-Es que no quiero dar pena. -dijo mirando al suelo mientras seguían caminando por el colegio.

-Entonces, ¿hacemos un trato? -le dijo parandose. Ella asintió.- Yo te ayudo y no le cuento a nadie. Pero, -dijo antes de que ella se lanzase a sus brazos.- Yo no le digo a nadie. Vos le vas a decir a todos.

-¿Como? No lo entiendo..

-Yo te hago rehabilitación. Pero vos se lo vas a explicar a tu equipo y a tus amigos. Porque la rehabilitación la vas a hacer conmigo en la cancha, mientras ellos entrenan. ¿No crees que es hora de volver a pisar una cancha de rugby?

-No se si estoy lista, tío...

-Te voy a contar una cosa. Pero prometeme que no se lo vas a contar a tu papá. -ella asintió y se dispuso a escuchar la segunda historia en el día.


Flash back.

Esto pasó el tercer día despues del accidente. Hoy le decían a tus papás si podrías o no volver a jugar y todos en el equipo estaban al tanto. Todos con ropa de entrenamiento esperabamos a tu papá para que nos dijera tu noticia. Cuando llegó yo mismo lo recibí.

-Pablo, ¿estás bien?

-Vamos a la cancha. Solo lo voy a contar una vez... -dijo pasando por mi lado. El venía con tu mamá y ella venía llorando. Yo la abracé y con ella fui hacia la cancha donde todos tus compañeros nos esperaban. Estaban sentados en el piso y tu papá parado frente a ellos.

-Hoy, hablé con el doctor sobre la lesión de Martínez. -esa manía de tu papá de llamarte por tu apellido.

-Martínez es Abril, tu hija. -lo correjí no estabamos para jodas.

-Bueno, el caso es que en la operación de su rodilla encontraron algo de más que estaba roto y lo pudieron arreglar, pero... -a tu papá se le quebró la voz y miró al piso.

-Abril no va a poder jugar más, chicos. -dijo tu mamá antes de abrazar a Pablo.

León y Juan inmediatamente se pararon y comenzaron a andar en circulos. Sofia se acercó a abrazarme. Algunas de las minas lloraban y otras simplemente estaban en shock. Pero la actitud que más me sorprendió fue la de Alan. Tu novio se paró y comenzó a andar al rededor de la cancha, después corrió suavemete a lo que le sumaron Tatiana, Leon y Juan y acto seguido estaban corriendo a la cancha lo más rápido que podían. Hasta que Pablo les mandó parar. Cuando estos le hicieron caso rompieron en llanto.

-Vayan a sus casas. Se suspende el entrenamiento. -fue lo último que dijo tu papá.

Fin de flash back.

-¿Querés o no que te ayude? -ella miró al suelo y su tío lo entendió todo.- Mirá pensatelo en esta hora. Yo te justifico la falta. Y si querés que te ayude. Ya sabes donde estoy, cuando y con quien. -su tío le guiñó un ojo y le besó la cabeza antes de marcharse.

Ella se quedó sola en el patio. No pudo evitar que unas lágrimas se le escaparan y se fue a sentar en unos bancos de una esquina. Estuvo pensando en lo que su tío le dijo. Así pasó el resto de la hora, hasta que el timbre sonó y sin darse cueta la gente empezó a pasar por el patio para cambiar de clase. Escondió su cara para que nadie lo viera, hasta que sintió una mano en su hombro.

-Abril, ¿estás bien? -le preguntó una voz muy conocida. Laura era la que estaba sentada a su lado.

-¿Que hacés vos acá?

-No se, te vi ahí sola y pensé que necesitabas algo.

-¿Después de lo que me hiciste pensás que voy a necesitar algo de vos? -pero no lo dijo violenta ni agresiva.

-Mirá Abril, se que me porté muy mal con vos y con tus amigas. Pero...

-No me sirve ninguna excusa Laura. Nosotras te confiamos todo como si fueses nuestra amiga y vos nos traicionaste contándole todo a Socorro y despreciando lo que más amo. Que es el rugby, mi equipo y nuestros coatchs. Eso no lo puedo erdonar. Puedo perdonar una traición, pero cuatro no. Porque me traicionaste como amiga, como compañera, traicionaste a tu equipo, traicionaste el rugby y a mi papá.

-Se que todo eso es muy importante para vos. Pero quiero que sepas que nostras tambien lo estamos pasando mal. Una de mis mejores amigas se va, y lo deja todo. Incluído a nosotras. Quiero que pienses tambien que no sos la única que lo está pasando mal en el equipo.

-Yo ya no soy del equipo. ¡No puedo jugar!

-Pero para nosotras seguís siendo la capitana. Y yo solo quería pedirte una cosa.

-¿El que?

-Que nos des otra oportunidad.

Laura se paró y se fue corriendo a su siguiente clase. Y ella se quedó otra vez sola y esta vez pensando en dos oportunidades...

1 comentario: