sábado, 9 de junio de 2012


6. 13 años después.
Salto en el tiempo. Analicemos como está la situación.

Juan Pedro Lanzani.
Edad: 34 años.
Profesión: profesor de filosofía de secundaria y preparador físico del equipo de rugby masculino.
Familia: su esposa, y dos hijos. Sofía (12) y Santino (7)

Pablo Martínez.
Edad: 34 años.
Profesión: coatch de rugby y profesor de educación física de la secundaria.
Familia: su esposa y dos hijos. Abril (14) y Joaquín (2)

Mariana Espósito.
Edad: 33 años.
Profesión: psicóloga en el mismo instituto que su marido.
Familia: su marido, y dos hijos. Sofía (12) y Santino (7)

Rocío Igarzabal.
Edad: 34 años.
Profesión: cheff y dueña de un restorant.
Familia: su marido y dos hijos. Abril (14) y Joaquín (2)

Casa Martínez.

-Mamá! -Abril gritaba desde su cuarto. Rocío apareció por la puerta un poco despeinada y vistiendose su camisa azul.

-No grites que está tu hermano durmiendo. -la retó.- Que querés?

-Que no encuentro la remera del uniforme para la escuela. -dijo buscando por todo su cuarto en ropa interior.

-No se. Mirá a ver si está entre la ropa limpia en la cocina.

Abril salió casi corriedo hacia la cocina donde estaba su padre desayunado.

-Abril, me querés decir porque corno andás desnuda por casa?

-Estoy buscando mi remera.. -decía metiendo su cabeza en el montón de ropa que estaba en un esquina.- Acá está! Buen día papi. -le dió un beso en la mejilla y se puso la remera tropezandose con su madre que entraba a la cocina.

-Rocío, hoy tengo una reunión después de clase. Así que no vengo a almorzar.

-Dale. Yo voy a despertar a Joaquín.

La rubia desapareció por el pasillo y entró su hija. Se detuvo a mirarla mientras ella se hacía en desayuno. Era linda, muy linda. Tenía los ojos como el, verdes. Era morocha y tenía el pelo largo, lacio. La obserbó mientras repasaba unos apuntes de la escuela y comía una tostada.

-Abril, te podés sentar a desayunar conmigo. -se quejó el ojiverde.

-Papá tengo prisa. Podés llevarme a la escuela un poco antes. Tengo un parcial a la primera hora y quiero estar puntual.

-Si, no te preocupes. Cogé tus cosas, despedite de tu mamá y tu hermano. Y esperame abajo, delante del auto que ya voy.

Abril, corrió por el pasillo hasta el cuarto de baño. Se lavó los dientes y cogió sus cosas en su cuarto. Besó en la mejilla a su mamá y su hermano y salió por la puerta de su casa. Decidió no esperar a por el ascensor y bajar por las escaleras. En estas se encontró con Vicenta, la anciana de la que ya habíamos hablado, a la que saludó con un beso en la mejilla y bajó a la calle. Hacía algo de fresco pero se estaba bien. Vió a su papá haciendole señas delante del auto y fue hasta el. Subió en el asiento del copiloto y charló con su padre sobre el parcial que tenía hoy hasta la escuela. En la puerta, después de despedirse de su padre, se encontró con sus amigos.

Casa Lanzani.

Estaban las dos mujeres solas desayunando tranquilas en la cocina cuando Peter apareció con Santino a cuestas y lo sentó en la mesa.

-Buen día mi vida. -le dijo su madre mientras el abría lentamente los ojos.

-Mami, porque no me despertás tu a partir de mañana. Papá me despierta como un bruto... -se quejó el niño mientras comía una factura, hablando con voz dormida.

-Aguantá enano, yo también lo hice. -le dijo su hermana mayor.

-Como que aguantá? -se quejó su papá.- Yo los despierto como se merecen porque son unos dormilones y no se levantan ni a palos.

-Papá a vos quien te despertaba cuando eras chico? -le preguntó su hijo menor mientras comía otra factura.

-Tu abuelo si no me levantaba cuando el mandaba me tiraba agua fría en la cara y mojaba toda la cama. Yo no lo hago porque quizás vuestra madre me mate.

-Si, puede ser. Apurense, que les recuerdo que hoy todos tenemos que ir a clase y aun están en pijama. Vallan a cambiarse. -sus hijos le hicieron caso y se pararon para cada uno en su cuarto ponerse el uniforme.

-Como te hacen caso eh! -dijo Peter sentadose al lado de su mujer.

-Es que en esta casa manda mamá. Vos tambien andá a arreglarte, o pensás ir con el pelo así?

-Que tiene mi pelo?

-Peinate un poco por dios.

-Como me cuidás... -se acercaron y chocaron sus labios.

-Papá, mamá... que dijimos sobre actos de afecto delante nuestra? -se quejó Sofía desde la puerta.- Nosotros ya estamos listos.

-Pues vámonos. -ordenó Lali. Los cuatro se pararon y se fueron de su casa. Mietras Lali cerraba la puerta con llave Peter llamaba al ascensor y los nenes discutían un poco. Subieron al auto se dirigieron a la escuela. Lali dejó a Santino en la primaria mientras que Sofía y Peter se adentraba ne la secundaria para encontrarse cada uno con sus amigos. Lali llegó despues y se unió a la ronda de cafés en el bar de la escuela con los demás profesores.

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