viernes, 6 de marzo de 2015

13.-

-Hoy vamos a repartir los grupos para el trabajo de fin de curso. -dijo la profesora de Literatura, mientras sus alumnos iban llegando.- Os sentareis juntos y empezareis el trabajo.

-¿Sobre qué es el trabajo? -preguntó Jim, amigo de Olivia, con la que compartía clase de Literatura.

-Sin prisas, señor Smith. Después se lo explicaré. -dijo la mujer. Olivia se rió y apoyó la cabeza en el hombro de Jim, solían sentarse juntos. La profesora empezó a repartir los grupos y separó a Jim y a Olivia.- Olivia Brull irás con Byan y con... -dijo pensativa.- Con Sebastian Lawer.

Sebastian miró a Olivia y le sonrió. Ella suspiró y se sentó en una mesa con Bryan y Sebastian. Cuando todos estaban repartidos los grupos para el trabajo y cada alumno sentado al lado de sus compañeros, la profesora explicó en qué consistía el trabajo. Tendrían que inventarse un cuento, un cuento infantil. En eso se basaría la última nota de Literatura.

-Ya pueden empezar. -dijo la profesora, sentándose en su silla.

-Bien, chicos. ¿Sobre qué lo vamos a hacer? -preguntó Bryan.

-¿Princesas? -propuso Olivia.

-No, eso a los niños no les va a gustar. Mejor sobre soldados y luchadores. -dijo Sebastian.

-Eso a las niñas no les gusta. -dijo Olivia. Los tres se quedaron pensando.

-Vamos, Liv. Tienes un blog e imaginación suficiente para inventarte un cuento. Danos una idea. -le dijo Sebastian.

-Eso, eso... -dijo Bryan.

-Tengo imaginación con cosas de otro tipo... ¿Qué sabré yo lo que le gusta a un niño pequeño? -dijo Olivia.

-Cuidas de Hugo, ¿qué le gusta a él? -preguntó Sebastian. A Olivia se le ocurrió una idea.

-Los animales. Los animales les encanta a todos los niños. -dijo Olivia.

-¡Claro! Animales. -dijo Bryan, emocionado. Sebastian y Olivia se sonrieron, y Bryan vio eso.- ¿Sigue habiendo tensión sexual no resuelta entre vosotros dos? -preguntó indiscretamente.

-¿Qué? No, nada que ver... -dijo Olivia.

-Sí. -confesó Sebastian. Olivia casi lo fulmina con la mirada.- La hay, Oli.

-¿Así que tú eres Mr L? -dijo Bryan.- L de Lawer, supongo.

-¿Ves como no era tan difícil? -dijo Olivia.- Para, ¿cómo sabes tú lo de Mr L?

-Yo también visito el blog de vez en cuando. -dijo Bryan.- Bueno, en realidad lo miró todos los días. -confesó después. Los tres se rieron y la profesora los mandó callar.


-¡Ya estoy en casa, mamá! -gritó India cuando llegó. Se encontró a su madre y a su padre en la cocina, muy serios.- Hola, papá. Pensé que trabajabas hasta más tarde. -dijo India, saludándolos con un beso.- ¿Qué pasa? -preguntó al ver la mala cara de sus padres.

-Siéntate, India. -dijo su padre. La puerta de casa se volvió a abrir y Vanessa entró con el mismo uniforme escolar que su hermana mayor.

-Hola. ¿Hay reunión familiar y no me avisasteis? -dijo ella. Sus padres la miraron muy serios.- ¡Qué humor! Solo era una broma. Pero de todas formas yo ahora me voy.

-¿A dónde? -preguntó su padre. Vanessa e India se sorprendieron y se miraron. Sus padres nunca les pedían explicaciones de nada y mucho menos por salir de casa un martes después del colegio.

-A la biblioteca, con Rachel. Vamos a hacer un trabajo. -dijo Vanessa.

-Vale. -dijo su padre. Vanessa cogió sus cosas y salió de su casa lo antes posible, sabía que algo no iba bien y no quería ser testigo de una gran discusión paterno-filial.

-¿Me vais a decir qué está pasando? -preguntó India, asustada.

-Una amiga mía te vio en la calle. -dijo la señora Ferrell. India elevó sus hombros, nunca había tenido problemas en saludar o hablar con las amigas de su madre por la calle.- Con un chico. Un chico mayor que tú. -India se dio cuenta por donde iban los tiros.

-¿Quién es, India? -preguntó su padre.- Porque no os vio precisamente charlando.

-Es mi novio, papá. -dijo India, sin entender que estaba mal.

-¿Podrías explicarnos algo de él? -le dijo su madre.

-Se llama Austin y está estudiando Ingeniería en la universidad. -los ojos de sus padres se abrieron como platos.- Tiene diecinueve años, cumple veinte el mes que viene.

-Vamos, que es tres años mayor que tú. -dijo su padre. India asintió.- ¿Y qué piensas de que una niña de diecisiete años esté con un hombre de veinte?

-Papá, estás manipulando la información. Yo ya no soy una niña y él tampoco es un hombre, como tú lo pintas. Somos dos adolescentes. -dijo India.

-¿Adolescentes? Vamos, India, él sabrá más de la vida que tú, ¿no? -dijo su madre, que empezaba a expresar su enfado.

-Parad, ¿qué pretendéis con todo esto? -dijo India, levantando las manos.

-Pretendemos que te des cuenta de lo que estás haciendo. -dijo su padre.- India no puedes estar con una persona tan mayor.

-¿Qué? ¿Papá tú te está escuchando? -se quejó India.

-El tono, India. -le dijo su madre. Las discusiones en la familia Ferrell no eran muy habituales, todo lo contrario que en casa de Olivia. Pero que las discusiones no fueran habituales hacía que cuando las había todo fuera mucho más serio.

-Pero, mamá, no podéis decidir con quién salgo o con quién dejo de salir. -dijo India. Ella también se estaba enfadando.- Además, ni siquiera lo conocéis.

-No necesito conocerlo, India. Sé cómo son y lo qué piensan la gente de veinte años, porque yo también los tuve. -dijo el señor Ferrell.- Y por eso te estamos haciendo esto, para protegerte.

-¿Qué? -preguntó India.


-India, no puedes volver a ver a ese chico.

1 comentario:

  1. Que mala onda lo de los papas de india , es tan normal la diferencia de edad que despues no se nota .

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