lunes, 2 de febrero de 2015

LV.

-Chicos tengo noticias de la federación. -dijo George, llegando con un sobre en la mano al entrenamiento. Todos se reunieron a su alrededor.- Este año el torneo de los campeones de cada liga nacional se celebra en Statesville y nosotros estamos invitados.

Todos gritaron, aplaudieron y celebraron.

-Pero, -interrumpió George.- para ir necesitamos dinero. Un dinero que no tenemos, por lo tanto renunciaremos a la plaza.

-¿Qué?

-No.

-No podemos hacer eso.

Entrenador!

Se quejaron todos a la vez, armando alboroto. Hasta que George hizo sonar el silbato. Todos se callaron y miraron a su entrenador.

-Tenemos que viajar hasta Statesville y además tenemos que alojarnos allí. No tenemos tanto dinero. -explicó George.

-Podemos conseguirlo. -dijo Ryder.- Un partido benéfico, o lavar coches...

-O cocinar. Podemos cocinar dulces y venderlos. -interrumpió Inés.

-Pero, ¿estáis dispuestos a hacer todo eso? -preguntó George.

-Claro. Entrenador, es un torneo con los mejores del mundo y nosotros tenemos que estar allí. -dijo Logan.

-Si vosotros os encargáis del dinero iremos... -dijo George.

Esto pasó el 15 de mayo de 2002. Lo organizaron todo y ese mismo sábado, 18 de mayo, se dividieron en grupos y se pusieron a recolectar dinero. Para empezar, Inés, Cosmo, Thomas, Caleb y Robert se fueron a casa de Lola a preparar cupcakes. Era por la mañana, bien temprano. Cuando George bajó a desayunar y se encontró con la mitad de su equipo se asustó.

-¿Es una pesadilla? -se preguntó a si mismo.

-Papá, estamos haciendo cupcakes para venderlos. -le comunicó Lola.

-Tome, entrenador, pruebe esto. -le dijo Thomas, dejando un cupcake en su mano. George lo probó y se sorprendió.

-¿Quién hizo esto? -preguntó. Todos levantaron la mano.- ¿Qué tengo un equipo de baloncesto o un equipo de repostería? Eso está buenísimo. -dijo George, orgulloso.

Los chicos ante la buena crítica de George siguieron con energía. Era temprano cuando terminaron de hacerlos y se fueron a venderlos. Golpeando en las puertas de casas de extraños y con un pequeño puesto de cupcakes en el centro de Bugle. La otra mitad del equipo de Duendes Verdes (Ryder, Logan, Richard, Kevin y Jerry) estaban en un puesto de limpieza de coches. Habían limpiado apenas diez coches y eso no les llegaba. Cuando Mason llegó con su coche.

-Hola, chicos. ¿Me lo limpiáis? -les preguntó.

-Claro. -dijo Jerry. Mason bajó del coche y lo dejó en el medio de los adolescentes mientras hablaba con Ryder y Logan.

-¿Cómo os va? -les preguntó.

-Bastante mal, no estamos ganando lo suficiente. -le dijo Logan.

-Normal, lo estáis haciendo mal... -dijo Mason.

-¿Cómo que mal? -le preguntó Ryder.

-¿Qué hacéis vosotros limpiando coches teniendo a dos chicas en el equipo que puedan hacerlo? -preguntó Mason.

-Ellas están haciendo cupcakes con el resto. -dijo Logan.

-Pues cambiarlas por dos de vosotros. Y los tres que se queden con ellas camisetas fuera. A ellas las mojáis un poco y tenéis una cola desde aquí a mi casa. -dijo Mason, exagerando.

-No es mala idea... -dijo Logan.

-¿Estás diciendo que utilicemos a las chicas para ganar dinero? -preguntó Ryder, un poco confuso.

-Sí. Vamos a ver, os quedáis tú, Kevin y Richard con las chicas. Os ponéis un poco provocativos y la gente va a venir. -explicó Mason.

-Es un poco de babosos. -dijo Ryder.

-¿Qué más da? ¿No queréis ir a Statesville? -Ryder asintió.- Pues así no lo vais a conseguir. -dijo señalando a Kevin, Richard, Logan y Jerry limpiando el coche de Mason.- Vamos a hacer una cosa, yo voy a buscar a las chicas y os traigo un poco de música. Vosotros hacéis un cartel de lavado de coches y quitaros las camisetas.

Mason se subió al coche y se fue a buscar a Lola e Inés. Volvió con ellas en menos de quince minutos. Pero no solo con Lola e Inés, detrás de ellos iban Elsa, Claire, Grace e Isabella en otro coche.

-¿A quién traes, Mason? -le preguntó Logan.

-Os trae vuestra solución. -dijo Elsa. Todas las chicas iban con ropa de verano y los bikinis por debajo. Se pusieron a lavar el coche que tenían allí y en menos de un minuto otro coche llegó.

-Hola... -le dijo Lola a Ryder. Se dieron un beso y Mason interrumpió.

-No quiero ser pesado. Pero, ¿tenéis algo más para ganar dinero? -preguntó Mason.

-El partido contra los universitarios de Duendes Verdes esta noche. -dijo Ryder.

-¿Y lo promocionasteis? -preguntó Mason. La pareja negó.- Todo lo tengo que hacer yo...


Mientras los coches iban llegando Mason les iba comentando que esa noche se iba a celebrar un partido benéfico entre los universitarios de Duendes Verdes y los campeones nacionales. El puesto de lavado de coches iba mejorando, llegó un momento en el que tenían hasta cuatro coches a la vez. El dinero empezó a llegar rápidamente. Robert, Thomas y Cosmo llegaron al mediodía, con la comida. Por turnos fueron a comer y siguieron lavando coches hasta las seis, ya que a las siete y media se iba a celebrar el partido y necesitaban tiempo para prepararse. El dinero conseguido superó al pensado y las entradas para esa noche se estaban vendiendo bastante bien.

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