-Chicos tengo noticias de la federación. -dijo George,
llegando con un sobre en la mano al entrenamiento. Todos se reunieron
a su alrededor.- Este año el torneo de los campeones de cada liga
nacional se celebra en Statesville y nosotros estamos invitados.
Todos gritaron, aplaudieron y celebraron.
-Pero, -interrumpió George.- para ir necesitamos
dinero. Un dinero que no tenemos, por lo tanto renunciaremos a la
plaza.
-¿Qué?
-No.
-No podemos hacer eso.
-¡Entrenador!
Se quejaron todos a la vez, armando alboroto. Hasta que
George hizo sonar el silbato. Todos se callaron y miraron a su
entrenador.
-Tenemos que viajar hasta Statesville y además tenemos
que alojarnos allí. No tenemos tanto dinero. -explicó George.
-Podemos conseguirlo. -dijo Ryder.- Un partido benéfico,
o lavar coches...
-O cocinar. Podemos cocinar dulces y venderlos.
-interrumpió Inés.
-Pero, ¿estáis dispuestos a hacer todo eso? -preguntó
George.
-Claro. Entrenador, es un torneo con los mejores del
mundo y nosotros tenemos que estar allí. -dijo Logan.
-Si vosotros os encargáis del dinero iremos... -dijo
George.
Esto pasó el 15 de mayo de 2002. Lo organizaron todo y
ese mismo sábado, 18 de mayo, se dividieron en grupos y se pusieron
a recolectar dinero. Para empezar, Inés, Cosmo, Thomas, Caleb y
Robert se fueron a casa de Lola a preparar cupcakes. Era por la
mañana, bien temprano. Cuando George bajó a desayunar y se encontró
con la mitad de su equipo se asustó.
-¿Es una pesadilla? -se preguntó a si mismo.
-Papá, estamos haciendo cupcakes para venderlos. -le
comunicó Lola.
-Tome, entrenador, pruebe esto. -le dijo Thomas, dejando
un cupcake en su mano. George lo probó y se sorprendió.
-¿Quién hizo esto? -preguntó. Todos levantaron la
mano.- ¿Qué tengo un equipo de baloncesto o un equipo de
repostería? Eso está buenísimo. -dijo George, orgulloso.
Los chicos ante la buena crítica de George siguieron
con energía. Era temprano cuando terminaron de hacerlos y se fueron
a venderlos. Golpeando en las puertas de casas de extraños y con un
pequeño puesto de cupcakes en el centro de Bugle. La otra mitad del
equipo de Duendes Verdes (Ryder, Logan, Richard, Kevin y Jerry)
estaban en un puesto de limpieza de coches. Habían limpiado apenas
diez coches y eso no les llegaba. Cuando Mason llegó con su coche.
-Hola, chicos. ¿Me lo limpiáis? -les preguntó.
-Claro. -dijo Jerry. Mason bajó del coche y lo dejó en
el medio de los adolescentes mientras hablaba con Ryder y Logan.
-¿Cómo os va? -les preguntó.
-Bastante mal, no estamos ganando lo suficiente. -le
dijo Logan.
-Normal, lo estáis haciendo mal... -dijo Mason.
-¿Cómo que mal? -le preguntó Ryder.
-¿Qué hacéis vosotros limpiando coches teniendo a dos
chicas en el equipo que puedan hacerlo? -preguntó Mason.
-Ellas están haciendo cupcakes con el resto. -dijo
Logan.
-Pues cambiarlas por dos de vosotros. Y los tres que se
queden con ellas camisetas fuera. A ellas las mojáis un poco y
tenéis una cola desde aquí a mi casa. -dijo Mason, exagerando.
-No es mala idea... -dijo Logan.
-¿Estás diciendo que utilicemos a las chicas para
ganar dinero? -preguntó Ryder, un poco confuso.
-Sí. Vamos a ver, os quedáis tú, Kevin y Richard con
las chicas. Os ponéis un poco provocativos y la gente va a venir.
-explicó Mason.
-Es un poco de babosos. -dijo Ryder.
-¿Qué más da? ¿No queréis ir a Statesville? -Ryder
asintió.- Pues así no lo vais a conseguir. -dijo señalando a
Kevin, Richard, Logan y Jerry limpiando el coche de Mason.- Vamos a
hacer una cosa, yo voy a buscar a las chicas y os traigo un poco de
música. Vosotros hacéis un cartel de lavado de coches y quitaros
las camisetas.
Mason se subió al coche y se fue a buscar a Lola e
Inés. Volvió con ellas en menos de quince minutos. Pero no solo con
Lola e Inés, detrás de ellos iban Elsa, Claire, Grace e Isabella en
otro coche.
-¿A quién traes, Mason? -le preguntó Logan.
-Os trae vuestra solución. -dijo Elsa. Todas las chicas
iban con ropa de verano y los bikinis por debajo. Se pusieron a lavar
el coche que tenían allí y en menos de un minuto otro coche llegó.
-Hola... -le dijo Lola a Ryder. Se dieron un beso y
Mason interrumpió.
-No quiero ser pesado. Pero, ¿tenéis algo más para
ganar dinero? -preguntó Mason.
-El partido contra los universitarios de Duendes Verdes
esta noche. -dijo Ryder.
-¿Y lo promocionasteis? -preguntó Mason. La pareja
negó.- Todo lo tengo que hacer yo...
Mientras los coches iban llegando Mason les iba
comentando que esa noche se iba a celebrar un partido benéfico entre
los universitarios de Duendes Verdes y los campeones nacionales. El
puesto de lavado de coches iba mejorando, llegó un momento en el que
tenían hasta cuatro coches a la vez. El dinero empezó a llegar
rápidamente. Robert, Thomas y Cosmo llegaron al mediodía, con la
comida. Por turnos fueron a comer y siguieron lavando coches hasta
las seis, ya que a las siete y media se iba a celebrar el partido y
necesitaban tiempo para prepararse. El dinero conseguido superó al
pensado y las entradas para esa noche se estaban vendiendo bastante
bien.
Me encanta :)
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