-Y chicos recordad que jugamos el sábado por la noche.
Hasta mañana. -dijo el entrenador Forbes, dando por finalizado el
entrenamiento. Los chicos se fueron a las duchas, al igual que las
chicas.
-Hoy tengo prisa, Lola. -dijo Inés, mientras se secaban
el cuerpo.
-¿Y eso? -preguntó Lola.
-Hoy les prometí a los Flint que cocinaría yo. Les voy
a hacer comida española. -dijo Inés, orgullosa.
-¡Que bien! -gritó Cosmo, desde el otro vestuario.
-¿Nos invitas, Inés? -preguntó Jerry.
-Me encantaría, pero no se admiten visitas durante la
semana, amenos que sean con motivo escolar. -dijo Inés.
-Inés, si quieres hacemos hoy el trabajo de
Matemáticas. -le gritó Kevin, compañero de matemáticas. Inés y
Lola se rieron.
-Otro día, chicos. Lo prometo. -dijo Inés. Lola y ella
salieron del vestuario y justo Cosmo, Logan, Thomas y Ryder salían
de su respectivo vestuario. Salieron del pabellón y llegó un coche
conocido por todos. Era el coche de Mason Flint, que bajó la
ventanilla y se asomó.
-¿Os llevo? -propuso Mason. Cuando vio a Ryder ambos se
dedicaron una mirada asesina.
-Sí, vamos chicos. -dijo Logan, subiendo con Cosmo y
Thomas a la parte de atrás del coche. Inés se subió al lado de
Mason.
-Hasta mañana, chicos. -dijo Inés con una media
sonrisa en la cara. Lola los despidió con la mano y Ryder se quedó
mirando a Mason, sin mover ni un músculo.
-Vamos, Ryder, afloja. -le pidió Lola.
-No lo puedo evitar. -dijo Ryder, apretando los dientes.
Roberto y Richard salieron del pabellón también.
-Ryder, vamos. -dijo Richard. Los tres siempre iban
juntos a sus casas, eran casi vecinos.- ¿Pasó algo? -preguntó
Richard al ver la cara de sus compañeros.
-Mason Flint vino a buscar a Inés. -dijo Ryder.
-Ryder, no lo puedes odiar toda la vida. -le dijo Lola.
-Trenza tiene razón. -dijo Roberto.- Mason la rechazó
y es buen tío.
-¿Podemos cambiar de tema? -pidió Ryder. Todos se
quedaron callados.
-Bueno, me voy que papá me está esperando. Hasta
mañana chicos. -dijo Lola mientras caminaba hacia atrás. Les guiñó
un ojo y fue hasta el coche de su padre.
Mason conducía hacia las casas de sus amigos. Logan,
Cosmo y Thomas iban un poco apretados en la parte de atrás del
coche, mientras que Inés iba muy cómoda al lado de Mason.
-Inés, ¿por qué tienes que ir tú delante? Aquí
atrás empiezo a no poder respirar. -se quejó Thomas.
-Habrá que adelgazar, chicos. -bromeó Inés.
-¿Perdona? Esto es todo músculo. -dijo Logan,
supuestamente ofendido.
-Sí, seguro... -dijo irónicamente Inés.
-Vamos, Mason, di algo. ¿A qué es mejor que vayamos
alguno de nosotros delante? -le dijo Cosmo.
-Lo siento, pero Inés tiene preferencia. -dijo Mason,
riendo.
-¿Por qué? -preguntaron los tres a la vez.
-Porque hoy ella hace la cena. -dijo Mason. Los cinco se
rieron. Cuando llegaron a casa, Inés se puso a hacer la cena con
Adela.
-Hay que freír las patatas. -le dijo Inés.
-¿Antes de ponerle el huevo? -preguntó Adela, que
quería aprender a hacer la comida española.
-Sí, después le echamos el huevo y lo pasamos por la
sartén si aceite. -dijo Inés.
-¿Qué vamos a cenar hoy? -preguntó Arianna,
acercándose a las mujeres en la cocina.
-Se llama tortilla de patatas y es una receta española.
-le dijo Adela.
-¿Y eso me gusta? -le preguntó la pequeña a su madre.
Inés y Adela se rieron.
-Seguro que sí. -dijo Adela.- ¿Me haces un favor?
-Sí, mamá. -dijo la pequeña.
-Ve a llamar a tus hermanos y a tu padre.
-Vale.
La pequeña se fue corriendo gritando que la comida
estaba lista. La familia Flint se sentó alrededor de la mesa e Inés
sirvió la cena. Todos probaron la comida e Inés esperó el
veredicto.
-Esto está buenísimo. -dijo Marcel, en cuanto probó
el primer bocado.
-Yo quiero aprender a hacer esto. -dijo Isabella.
-Casi mejor que lo siga cocinando Inés, Rapunzzel. No
me fío de tus dotes culinarios. -le dijo Mason. Toda la familia se
rió.
-Arianna, ¿te gusta? -le preguntó Inés a la pequeña.
Ésta asintió con la boca llena de comida.- ¿Más que la pasta?
-preguntó Inés, recordando que era la comida favorita de Arianna.
-Casi. -dijo la pequeña.
-Esto es un triunfo, Inés. -le dijo Adela. Todos
volvieron a reír. Al día siguiente, viernes, Marcel, Adela, Arianna
y Bella viajarían a Nueva York. El avión salía después de la hora
de la comida y Mason e Inés los acompañarían al aeropuerto.

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