Francesca, estaba paseando por Fear Hill. Tenía que tomar una
decisión y para eso siempre le gustó pasear. Paseaba sola, con los
cascos en las orejas y la música alta. Iba vestida como para hacer
deporte, como si fuera a correr, pero solo estaba caminando.
Paseó por la playa, en los últimos días de verano había cada vez
más gente. Las fiestas de Fear Hill de fin de verano eran muy
populares. Pasó por delante del café y saludó a las dos Sasha.
Últimamente la relación con la madre de su hermano había mejorado
un poco.
-Mira, la más guapa de mis primas. -dijo Victoria, paseando con Ian,
cuando se encontró con Francesca. Ella se rió y revoleó los ojos.
-Soy tu única prima. -dijo Francesca.
-Por eso. -dijo Victoria.- ¿A dónde vas?
-Estaba dando un paseo... -dijo Francesca.
-¿Para aclarar tus ideas? -preguntó Ian. Francesca lo miró sin
saber a lo que se refería.- Peter le contó a Sasha, que le contó a
Blake, que me contó que te ofrecieron una beca completa de surf.
-¿Soy tema de conversación? -dijo Francesca, riéndose.- Sí, estoy
pensando en lo que voy a hacer.
-Bueno, mi madre siempre decía que el sol es muy bueno para pensar.
Alimenta a las neuronas. -dijo Victoria. Francesca sonrió
melancólica.
-Mi padre también lo decía.
-No hay duda de que eran hermanos. -dijo Victoria, con una sonrisa.
Las dos primas se rieron.- Nosotros nos vamos de compras. ¿Necesitas
algo?
-No, gracias. Nos vemos después, en casa.
Siguió su paseo y tomó la decisión. Tenía que decirlo en persona,
así que fue caminando hasta la sede del club de surf de Fear Hill.
No estaba lejos, así que no tardó mucho en llegar. Cuando llegó
encontró una caseta blanca con las ventanas azules. Un cartel
anunciaba que era la sede del club de surf y la puerta, azul también,
estaba abierta.
-¿Hola? -preguntó Francesca, asomándose.
-Hola. -dijo un chico, que se preparaba para salir a hacer surf.
-¿Sabes donde puedo encontrar a Derek Jackson? -preguntó Francesca.
-¿Al presi? En su oficina. -dijo el chico, señalando una puerta
tras unas escaleras.
Francesca asintió y le sonrió. Subió las escaleras y golpeó la
puerta con los nudillos dos veces.
-Francesca, me encanta verte. -dijo Derek.- Pasa, cielo. -dijo
señalando una silla que estaba del otro lado del escritorio. Derek
estaba sentado en una silla de oficina verde, leyendo unos papeles.
Cuando Francesca entró, la miró por encima de las gafas y sonrió.-
Dime.
-He estado pensando... -Francesca hizo una pausa y respiró
profundamente.
-¿Y? -preguntó Derek.
-Voy a aceptar. -dijo Francesca. Todavía no había terminado, pero
Derek ya la estaba interrumpiendo.
-Perfecto. Haremos publicidad de tu llegada, todo el mundo te
conocerá. Te pondremos en forma, tienes que perder uno o dos kilos.
-primero Francesca se tocó la cara y después la barriga, estaba muy
sorprendida.- Te compraremos todo el equipo y te asignaremos un
profesor, un preparador físico y un médico. -el presidente se había
levantado de su sitio y daba vueltas por la habitación, pensativo.-
¿Quién quieres que te entrene?
Francesca al escuchar la pregunta sonrió hacia un lado y pensó en
su respuesta. Después de charlar un rato, Francesca y Derek salieron
de la caseta y caminaron hacia la playa. Pero en vez de ir
directamente a la playa, fueron a un pequeñísimo acantilado de la
parte este. Se pararon en la orilla del acantilado y miraron hacia el
mar.
-¿A esto le llamáis entrenar? -gritó Derek, mirando a tres chicos
que hacían el tonto en el mar, sobre sus tablas.
-Entrenador... -dijo Peter, sorprendido.- ¡Frankie!
-Francesca ha aceptado. Es ahora parte de nuestro equipo. -dijo
Derek, pasando un brazo por los hombros de Francesca.
-¿En serio? -dijo Zane, sorprendido.
-Sí. -dijo Francesca, sonriente.
-Francesca, el chico que todavía no conoces es Max. -dijo Derek
señalando al chico que estaba con su hermano y su novio.
-Encantada. -dijo Francesca, mirando a Max.
-Es un placer conocer a la primera mujer del club de surf de Fear
Hill. -dijo Max, sonriente.
-Pero para poder entrar, hay que demostrar que lo mereces. -dijo
Zane.
Francesca miró a Derek, que asintió levemente. Francesca sonrió,
tiró su tabla al mar y se tiró cerca de su hermano, salpicándolo.
Salió del agua y apartó el pelo hacia atrás. Se subió a la tabla
y remó hacia las olas. Cada vez que hacía algo impresionante todos
le gritaban y le aplaudían. Surfeó unas cuantas olas y volvió a
junto los chicos.
-No ha estado mal, pero tienes que mejorar. -dijo Peter. Su hermana
le dio un golpe en el brazo y él se rió.
-Por eso tú vas a ser su profesor. -dijo Derek. Peter miró a
Francesca y luego a Derek, sin entender.- Es la única condición que
puso.
-¿En serio? -preguntó Peter, sorprendido. Francesca asintió y
Peter se lanzó sobre ella para abrazarla. Los dos cayeron de las
tablas.
-Intenta no ahogarla en su primer día. Después venid a mi oficina y
marcamos horarios y programa. -dijo Derek.- Ahora disfrutad de las
olas.
Los cuatro sonrieron y se fueron a practicar el deporte que más les
gustaba. Horas después, Francesca y Peter fueron a la oficina de
Derek. Organizaron horarios y el programa para convertir a Francesca
en una campeona. Tanto Peter como Derek estaban muy emocionados con
la idea y Francesca disfrutaba de ver a su hermano sonriendo, hacía
tiempo que no sonreía así...

Q lindo los hermanitos!!!
ResponderEliminarMásss Noveee!!