sábado, 2 de agosto de 2014

37:

Francesca acompañó a Peter al café bien temprano. Ella no iba a trabajar, pero podía hacerle compañía a su hermano y a Sasha mientras desayunaba. La madre de ambos le preparó el desayuno y se lo sirvió, mientras sus hijos trabajaban. Cuando alguno de los dos tenía un momento libre, se sentaba con Francesca.

-¿Y tú por aquí a estas horas? -dijo Zane. Había entrado en el café y, al verla, hizo una mueca de sorpresa y se acercó a Francesca.

-Les hago compañía y me relajo. -dijo Francesca, sonriente. Zane señaló el banco que estaba enfrente a Francesca.

-¿Puedo...?

-Claro. -dijo Francesca.

-Zane, ¿quieres algo para comer? -le preguntó Peter.

-Un café, por favor. -dijo Zane. Peter asintió y se fue, dejándolos solos. Zane miró a Francesca, que comía despacio.- ¿Tú crees que podríamos volver a intentarlo?

-No se... -dijo Francesca, encogiendo los hombros, sin mirarlo.- Fuiste tú quien me mandó a la mierda. -dijo sinceramente. Ahí sí que lo miró.

-Vamos, Frankie. Llevabas dos semanas desaparecida, sin contestarme ni a llamadas ni a mensajes y estabas muy rara. No sabía lo que te estaba pasando y tú tampoco me lo contaste. -dijo Zane, disculpándose.

-¿Perdón? Creo que primero tendría que arreglar las cosas con Peter y Sasha, al menos. ¿O tenía que contártelo a ti primero? -dijo Francesca, sorprendida por lo que estaba escuchando.

-No, tienes razón. Pero ponte un segundo en mi posición... -le pidió Zane.- Aun que tienes razón, la culpa fue mía. Lo siento...

-Tranquilo, no fue fácil para nadie... -dijo Francesca. En ese momento, Derek Jackson entró en el café. Al ver a los dos jóvenes, se acercó a ellos sonriente.

-Zane... -dijo chocando la mano con él.- Francesca, un placer volver a verte.

-¿Os conocéis? -preguntó Zane, sorprendido.

-Sí, le ofrecí una beca completa para unirse a nuestro equipo. -dijo Derek. Francesca le sonrió a Zane.

-¿En serio? ¡Es fantástico! -dijo Zane.

-Ahora solo falta que acepte la propuesta... -dijo Derek.- Quizás un chico guapo y atractivo como tú pueda convencerla... Zane es una de nuestras estrellas.

-¡Entrenador! ¿Cómo está? -preguntó Peter, llegando y chocando la mano con él también.

-¿Tú también lo conoces? -le preguntó Francesca a Peter.

-Claro, es el presidente del club de surf. Yo estoy en el club. Entreno y compito. -dijo con una sonrisa Peter.- Entrenador, Francesca, mi...

-Hermana, lo se. -dijo Derek.- ¿Te contó lo que le ofrecí? -preguntó Derek. Peter negó, mirando confundido a su hermana.

-Una beca completa para unirse al equipo. Y ella se lo está pensando. -dijo Zane.

-Tener a los hijos de Louis Ronnie en el equipo, una estrella en su tiempo, sería un placer. -dijo Derek.

-¿Conocías a mi padre? -preguntó Francesca sorprendida.

-Sí, era mi compañero y mi amigo. -dijo Derek. Miró la pared con las fotos y sonrió.- Yo soy aquel de allí. -dijo señalando a un chico de la foto de 1986.

-Tú también eras dueño de Paradise... -musitó Francesca.

-Exacto. -dijo Derek sonriente.- Chicos, me tengo que ir. Vosotros dos, espero que me ayudéis a convencerla. Y tú, Francesca, espero que aceptes. Sería un placer, de verdad.

Se despidió de los chicos y se fue. Cuando se cruzó con Sasha, su antigua amiga, ambos bajaron la mirada y siguieron sus respectivos caminos. Francesca se quedó pensando en todo lo que le acababa de ocurrir.

-¡Frankie! Tienes que aceptar. -dijo Peter, interrumpiendo sus pensamientos.

-¿Qué? -preguntó Francesca, un poco perdida.

-La beca, la tienes que aceptar. Es una gran oportunidad. -dijo Peter.

-Sí, Peter tiene razón. Además eres muy buena, serías un gran aporte al equipo. -dijo Zane.

-Por favor, Frankie. -dijo Peter. Los dos la miraban esperando que un saliera de su boca.

-Lo pensaré. -dijo Francesca, los dos se decepcionaron. Peter continuó con su trabajo y el café de Zane llegó.

-¿Estás bien? Estás un poco rara desde que hablamos con Derek. -dijo Zane.

-Es que era amigo de mi padre... -dijo Francesca.- No me lo puedo creer...

-¿Por qué? Derek es un buen tipo, una gran persona. -dijo Zane.

-No lo digo en ese sentido. Pasa que no conocía a ningún amigo de mi padre, que no fueran Rikki y Blaine, además de a mis tíos.

-Es lo que tiene Fear Hill, en el fondo todo se relaciona... -dijo Zane, antes de beber un sorbo de su café.- Pero antes de todo esto, tú y yo estábamos discutiendo otro tema... Vamos, Fran, perdóname.

-Yo te perdoné, Zane. En realidad no había nada que perdonar. -dijo Francesca.

-Entonces... -dijo acercando su cara a Francesca, por encima de la mesa.

-¿Entonces qué? -preguntó ella, haciéndose la loca.

-¿Te puedo dar un beso?

-Después atente a las consecuencias... -dijo Francesca, sonriendo.

Pero dejó que él la besara. Cuando se separaron vio entrar por la puerta a Victoria y a Ian, abrazados y a Blake tras ellos. Zane también los miró. De repente, Peter y Sasha salieron de la cocina y al verlos sonrieron. Peter abrazó a la nueva pareja y los felicitó. Y Sasha le dio un beso a Blake y después felicitó a la pareja.

-¿Qué pasa? ¿Por qué los felicitan? -preguntó Zane.

-Porque están saliendo juntos. -dijo Francesca, mirándolos con una sonrisa.

-¿Ves lo que te digo? En Fear Hill todos estamos relacionados... -dijo Zane.


Francesca se rió y miró a sus amigos. Zane tenía razón.

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