sábado, 21 de junio de 2014

9:

El viernes llegó y eso implicaba la llegada de Victoria también. Francesca había estado mucho tiempo con Tina, Darren, Blake y Sasha en los últimos tres días. Se dio cuenta de que Ian no solía estar mucho con ellos, estaba más con Peter y otros chicos. Ian tenía veinte años pero, aunque estuviera más cerca de los diecisiete que de los veintisiete, estaba con chicos mayores que él.

Francesca se fue a dormir el jueves, tarde, sin pensar en que la mañana siguiente conocería a su prima de una vez por todas. A la mañana siguiente, cuando bajó a desayunar escuchó un coche en el jardín.

-¡Ya llegó! -dijo Nina. Ella y su marido se levantaron y se acercaron a la puerta principal, pero al ver a Francesca bajar las escaleras pararon.

-Francesca, justo a tiempo. Victoria ya... -dijo Sean.

-¡Hola! -gritó una voz en la entrada.

Sean y Nina sonrieron y siguieron caminando hacia el recibidor. Francesca los siguió. Lo que vio cuando dio la vuelta a la esquina de la casa, era algo que no se esperaba para nada. Era una chica, alta, muy delgada y rubia. Se abrazó con sus padres y luego miró a Francesca. Le sonrió.

-¿Francesca? -preguntó ella.

-¿Victoria? -preguntó Francesca.

Victoria asintió y se acercó para abrazarla, algo que no agradó a Francesca. Ella era de dar abrazos, pero no a desconocidos. Y Victoria todavía era una desconocida.

-Estaba deseando conocerte. -dijo Victoria.

-Y yo, aquí todo el mundo no para de hablar de ti. -confesó Francesca. Vio como Nina se rió, pero se tapaba la boca para disimular.

-¿En serio? ¡Que emoción! -dijo dando algunos saltitos y palmadas.

-Bueno, cariño, ¿por qué no vas a descansar? Debes de estar agotada. -dijo Sean.

-¿Agotada? Sí, de estar sentada y durmiendo durante trece horas de avión. -se quejó Victoria.- Yo me voy a la playa ya mismo.

-Vicky. ¿No crees que deberías hacer algo primero? -le interrumpió Nina, mientras su hija corría hacia su cuarto. Victoria se quedó un segundo pensativa.

-Los Hudson. -dijo con una sonrisa Victoria.

Bajó las pocas escaleras que había subido corriendo y salió de su casa de la misma manera. Llegó a la puerta del jardín de los Hudson, mientras su padres y su prima la miraban desde la puerta de su casa. Blake salió de su casa y echó a correr hacia ella. La abrazó fuerte, muy fuerte. Ian salió después que su hermano y en cuanto vio a Victoria gritó: ¡Vicky! Echó a correr hacia ella también y la abrazó. Él la levantó del suelo y le dio una vuelta en el aire.

-Cuanto me alegro de veros. -dijo Victoria. Estaba rodeada por los hombros por el brazo de Ian y le estaba acariciando la mejilla a Blake.

-¿Vicky? -preguntó Rikki, al salir de su casa. Victoria sonrió y Rikki también corrió a abrazarla.- Estás guapísima. -dijo agarrando su cara.

-Gracias, Rikki. Tú estás igual de joven que la última vez. -dijo Victoria.

-La última vez fue hace seis años, así que me lo tomo como un cumplido. -dijo Rikki. Todos se rieron.- Blaine está dentro. Vamos, así le das una sorpresa.

Rikki y Victoria se cogieron de las manos y entraron en casa de los Hudson, seguidas por los dos hermanos. Francesca corroboró todo el amor que los chicos de Fear Hill sentían por Victoria, aun que todavía no sabía porque.

Después de saludar a los Hudson, Blake mandó un mensaje a todos sus mejores amigos. Quedó con ellos en diez minutos en la playa. Victoria y Francesca se cambiaron y salieron de su casa con las mochilas a sus espaldas.

-¿Cómo estás llevando lo de vivir con mis padres? Son un poco insoportables... -le dijo Victoria a su prima, cuando bajaban a la playa en el coche de Ian.

-Muy bien. Me encanta la playa y estoy aprovechando mucho el tiempo aquí. -dijo Francesca.

-Ya verás como lo aprovecharás mucho este verano. -le dijo Victoria con una sonrisa.

En cuanto llegaron a la playa e Ian aparcó el coche. Victoria saltó sobre la puerta y corrió hacia los chicos, que no la reconocieron hasta que la vieron más de cerca. Todos la abrazaron efusivos y se pusieron a hablar todos a la la vez, formándose así un caos...

-¿Tu hermano, Sasha? Tengo muchas ganas de verlo. -dijo Victoria.

-Está en el café. ¿Te acompañamos a verlo? -propuso Sasha.

-No, voy yo sola. Quiero darle una sorpresa y hablar un rato con él. -dijo Victoria. Después se acercó a Francesca y le cogió el móvil, que lo tenía en la mano.- Mira este es mi número. Cuando necesites algo llámame. Somos familia y la familia está para ayudarse. -le devolvió el móvil y se fue, casi corriendo al café.

-¿Nosotros vamos a la playa? -propuso Tina.

Todos se fueron a la playa. Disfrutaron de algunas olas. Francesca en ese pequeño tiempo se dio cuenta de que los chicos solían hacer surf todos los días, y que se les daba bien. Además, Blake le había contado que cuando había competiciones en pueblos cercanos todos se apuntaban y que en alguna ocasión alguno de ellos ganaba algún premio. Al cabo de unas dos horas, más o menos, cuando todos estaban saliendo del agua, Victoria y Peter aparecieron. Peter llevaba una tabla debajo del brazo y se metió en el agua. Mientras que Victoria se quedó tumbada en la arena, con las gafas de sol.

-Oye, ¿tu hermano y Victoria están juntos? -le preguntó Francesca a Sasha. Por el especial entusiasmo que tenía Victoria en ver a Peter lo había deducido.

-¿Peter y Vicky? No, nada que ver. Son amigos de la infancia, nada más. -dijo Sasha.

-Francesca, ahora vas a ver surfear de verdad. -le dijo Darren.

-¿Por qué? -preguntó ella.

-Peter es un profesional de las olas. -le dijo Tina.

Todos se sentaron en la arena a mirarlo. Era bueno, muy bueno. Tina tenía razón, Peter parecía un auténtico profesional. Francesca se quedó alucinada cuando vio a Peter surfear, era algo maravilloso para ella. Desde pequeña su padre le había enseñado a apreciar la calidad de los surferos y al ver a Peter no podía sentir otra cosa que admiración.

-¿Tú no surfeas? -le preguntó Francesca a su prima.

-¿Yo? -dijo ella señalándose.- No, yo no... Eso no es lo mío. A mi me gusta la playa pero para tomar el sol, para pasear, hacer deporte, ver a chicos guapos... -dijo mirando por encima de sus gafas de sol a un grupo de chicos que paseaban por delante de ella.- Chicos, Vicky está de vuelta... -dijo antes de salir detrás de aquel grupo de chicos.


Todos se rieron y miraron como Vicky se iba con ellos. Después siguieron observando el arte de Pater en las olas.

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