martes, 17 de junio de 2014

7:

-¿Ya estás despierta? -le preguntó Nina a Francesca cuando ésta salía de casa, bien temprano.

-Sí, voy a seguir visitando Fear Hill. Todavía hay mucho por ver. -dijo Francesca.

-¿Sabes a dónde puedes ir? -le propuso Nina.- A la biblioteca. Es la más vieja del estado, te gustará.

-Me encantan las cosas viejas. -dijo Francesca, sonriendo. Esperaba otra sonrisa de su tía, pero esa sonrisa no llegó jamás.- Vendré a comer. -dijo antes de coger su bolso e irse.

Caminó por la cuesta, hacia la playa. En el puerto, preguntó por la biblioteca y una señora le indicó como llegar. Estaba al pie de la colina que le daba nombre al pueblo. Se acercó hasta allí y entró en la vieja biblioteca. Era de piedra y restaurada. Entró y un hombre la saludó con una mirada. Caminó entre las estanterías fascinada. Había toda la historia del pueblo, los anuarios del instituto de Fear Hill, libros de literatura, libros de música, enciclopedias. Se sorprendió al ver a gente estudiando en las mesas de la biblioteca. Cogió un libro viejo, que contaba la historia entre los años 1950 y 1990. En esa época vivió su padre, quería saber más.

El libro hablaba de los alcaldes del pueblo y de lo que hicieron. Nombraba alguna vez al instituto, cuando ganaba una competición (tanto deportiva como artística o científica). Había fotos de como las playas se llenaban en verano, pero en ninguna reconoció a su padre o a su tía. Su madre, Gabriella, no era de aquí. Ella conoció a Louis en la universidad.

Después de varias horas ojeando aquel libro, decidió que era hora de volver y comer con sus tíos. Cogió el libro y se acercó a la mesa de la recepción.

-¿Podría llevarme este libro, solo por hoy? -le preguntó al hombre que la saludó con aquella mirada.

-Claro, solo tienes que decirme tu nombre. -dijo el hombre.

-Francesca Ronnie. -dijo ella.

-Con Francesca llega, no es un nombre común. -los dos se rieron. Francesca se estaba yendo y el hombre le volvió a hablar.- ¿Eres familia de Vicky?

-Sí, soy su prima. -dijo Francesca.

El hombre asintió y la dejó marchar. No sabía porque todo el mundo la emparentaba con Victoria, y no con sus tíos o su padre, por ejemplo. ¿Por qué Victoria era tan popular en Fear Hill? Caminó hacia su casa, con intención de preguntar. Esperaba recibir una respuesta, no como con la pregunta sobre su padre. Llevó y abrió con las llaves que George le había dado el primer día. Se encontró con Rikki en el salón, otra vez.

-Hola, Francesca. -dijo Rikki, en cuanto la vio.

-¿Qué tal?

-Rikki y sus hijos se quedarán a comer. Espero que no te importe. -dijo Nina.

-No, estoy encantada. -dijo Francesca.

Maldijo a los vecinos, ya no podría preguntar tan abiertamente sobre Victoria. La comida se sirvió y todos se sentaron a comer. Faltaban Blaine, que estaba trabajando, y Sean que tuvo que ir a la ciudad a resolver algunos asuntos. Los dos hermanos, Nina, Rikki y Francesca comieron solos.

-Entonces, ¿cómo os va, chicos? ¿Seguís siendo tan buenos estudiantes? -preguntó Nina. Francesca no conocía a los Hudson, pero entendió la ironía.

-Todavía mejores, Nonis. -dijo Rikki. Francesca notó otra vez ese mote para su tía. Mote que todavía no comprendía.

-Mi madre, exagera. Somos buenos estudiantes en el fondo. -dijo Ian.

-Muy en el fondo... -dijo Rikki. Todos se rieron.- ¿Y tú, Francesca?

-Terminé este año el instituto. -dijo ella.

-Con un ochenta y cinco por ciento. -añadió Nina.

-¡Felicidades! -dijo Blake.

-Eso es asombroso. -dijo Rikki.- ¿Podrías ayudar a Blake con historia? -propuso Rikki como una idea maravillosa. Francesca sabía que no podía negarse, aunque Blake se lo estuviera pidiendo.

-Claro. -dijo ella, presionada.- Podemos empezar cuando quieras.

-¿Y qué tienes pensado estudiar el año que viene? -preguntó Ian.

-En realidad no se que voy a hacer el año que viene. Mi madre no tiene tanto dinero como para pagar la universidad. Quizás trabaje un año para poder pagar el primer año. -explicó Francesca. Un silencio incómodo se produjo. Francesca sabía que era porque su historia conmovía, y mucho.

-Y, ¿ya has probado la playa de Fear Hill, Francesca? -le preguntó Rikki. Francesca negó.

-¿Cómo que no? -dijo Ian.- Pues hoy te vienes con nosotros. Iremos a hacer surf.

-¿Sabes surfear? -le preguntó Blake. Francesca asintió.

-Me enseñaron cuando era pequeña y todos los años íbamos a la playa a practicar un poco. -explicó ella.- Pero no tengo tabla.

-En el Sasha's alquilan tablas. Le pedimos una a Sasha. -dijo Blake.

-Así podré estrenar alguno de los bikinis que compramos el otro día. -le dijo Francesca a Nina.

-Perfecto. -le dijo Nina, con una sonrisa forzada.

Después de comer Francesca se fue a cambiar y los hermanos la esperaron en el salón, con su madre. Mientras, Nina empezó a recoger la mesa del comedor. Cuando Francesca estuvo lista bajó las escaleras y no pudo evitar escuchar la conversación de la familia Hudson cuando bajaba.

-Os dije que no nombrarais a Sasha, aquí. Sabéis que a Nina no le gusta hablar de ello. -les dijo Rikki a sus hijos.

-Lo sentimos, mamá. No nos dimos cuenta. -dijo Ian.

-No lo hagáis más. -les pidió Rikki. Francesca hizo un poco de ruido por las escaleras para que no se produjera una situación incómoda.

-Ya estoy lista. -dijo Francesca.

-Perfecto. -dijo Blake.


Los tres adolescentes se despidieron de las mujeres y se fueron a la playa. Subieron en el coche de Ian. Era un coche viejo, descapotable. Subieron las tablas de los hermanos en la parte de atrás y se fueron a la playa. Cuando llegaron, los chicos ya los estaban esperando. Estaban Tina, Darren y Sasha, todos con sus tablas.

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