-Paul, tu mujer te está esperando. -le dijo Catherine,
asomando la cabeza por la puerta de la habitación de su amigo. Le
sonrió y estaba dispuesta a irse, pero Paul la detuvo.
-Catherine. -le dijo antes de que ella se fuera.
Catherine entró en la habitación y lo miró esperando que él
hablara.- Solo quería darte las gracias.
-¿A mi? Gracias a ti que me dejaste ser tu madrina,
tonto. -dijo ella, acercándose. Paul se rió.- Esto fue lo más
cercano que estuve de la planificación de una boda.
-¿Y cuándo te cases? -dijo Paul, sonriendo.
-Nunca me casaré, Paul.
-¿Pero qué dices? Puedes casarte con Albert. -dijo
Paul. Catherine soltó una pequeña risa.
-No creo que esa relación dure mucho. -dijo Catherine.
Albert era un chico con el que llevaba tonteando durante
años, entre relación y relación. Finalmente, ambos aceptaron
salir. Pero tan solo llevaban dos o tres meses juntos.
-Eso mismo dije yo de Brooke y mírame. -dijo Paul. Los
dos se rieron y se abrazaron.- Venga, ayúdame. -dijo señalando una
de las maletas.
-¿Estás de broma? ¿Tengo que cargar yo con tus cosas?
-se quejó Catherine.
-Vamos, no seas vaga. -dijo Paul.
Los dos cogieron una parte del equipaje de Paul y
salieron de la habitación. Cuando llegaron al ascensor, encontraron
a Brooke y a Micaella. Los cuatro bajaron en el ascensor y metieron
las maletas de ambos en el coche. Después volvieron a donde la
fiesta continuaba.
-Mamá, ya nos vamos. -dijo Brooke, cuando encontró a
su madre. Scarlett los abrazó a ambos.
-Pasarlo bien de vacaciones. Y llamadme cuando lleguéis.
-dijo Scarlett.
-Te llamaremos. -prometió Paul.
Ellen y Bob llegaron y abrazaron a su hijo.
-Paul, mi amor, ¿ya os vais? -dijo Ellen, besando la
mejilla de su hijo mayor.
-Sí. -dijo Paul.
-¡Karen! ¡Ven a despedir a tu hermano! -gritó Ellen,
ordenando a su hija.
-Ellie, que ya no tienen diez años... -se quejó Bob.
Él y Paul se miraron y empezaron a reírse. Karen llegó con mala
cara y miró a su madre.
-¡No me miréis así! -se quejó Ellen. Cody llegó por
la espalda de Brooke y la abrazó, levantándola un poco del suelo.-
¿Veis? Eso sí que es ser un buen hermano.
-Bueno, vamos... -dijo Paul. Se abrazó con su familia y
después buscó a sus amigos, para despedirse.- Chicos, me voy.
-¿Ya? -dijo Lucas.
-Sí, ya. -dijo Paul. El primero en abrazarlo fue John.
-Pásalo bien, tío. -dijo John.- Traeme algún
regalito.
-John, eso no se dice. -se quejó Lauren.- Pero podrías
acordarte de nosotros... -todos se rieron.
-Lo haré, os enviaré las fotos por correo electrónico.
-dijo Paul.
Paul los abrazó a todos y se despidió de los invitados
que le quedaban. Después se acercó a Brooke, que se estaba
despidiendo de sus amigas.
-¿Estás, cariño? -le preguntó Paul.
-Sí, ya voy. -dijo ella. Se abrazó con Emma y ésta se
secó unas lágrimas.- Emma, no te pongas a llorar.
-Es que es muy bonito. Se casó una de mis mejores
amigas y ahora se va de luna de miel. Dentro de poco estamos en la
sala de espera de un hospital esperando a que nazca tu primera hija,
porque va a ser una hija... -dijo Emma. Brooke y Paul se miraron y se
rieron.
-Tranquila, por ahora no. -dijo Brooke. Taylor abrazó a
Paul, lo cual lo cogió totalmente por sorpresa.
-Enhorabuena. -dijo Taylor.
-Cuando vuelvas tendremos que prepararnos para otra
boda... -dijo Emily, entonces señaló con la mirada a Micaella y a
Connor. Todos se rieron. Al escuchar las risas, Micaella los miró
como si los quisiera matar.
-Nos vamos, chicas. -dijo Brooke.
La pareja se fue de la fiesta, aun que la fiesta
continuó hasta altas horas de la madrugada sin ellos. Esperaron en
el aeropuerto hasta que los dejaron entrar en el avión. Fue un vuelo
largo, pero lo aprovecharon durmiendo y descansando. Cuando llegaron
a Puerto Rico el calor los golpeó.
-¡Qué calor! -se quejó Brooke, en cuanto salieron del
aeropuerto. Un taxi se paró delante de ellos y Paul abrió la
puerta.
-Señora Lewis... -dijo invitándola a pasar.
-Sonaba mejor Señorita Lee. -se quejó Brooke, mientras
entraba en el taxi. Paul se rió y se sentó a su lado.
Llegaron a la casa que Paul había alquilado por dos
semanas y dejaron sus cosas. Estaba anocheciendo y todavía hacía
mucho calor. Dejaron las cosas en la habitación. Paul se fue a
duchar y, mientras, se fue al jardín a tomar el aire con un libro en
las manos.
-¿Se está bien? -preguntó Paul saliendo de la casa.
Brooke lo miró y sonrió.
-Sí... -dijo Brooke.
Paul tiró de su mano para que se levantara. Se sentó
él en el sillón y ella sobre él.
-Me acaba de llamar John. Me dijo que tuvieron fiesta
todo el día. -dijo medio riendo. Brooke sonrió.- Pero mañana
temprano ya todos vuelven a sus casas.
-A nosotros todavía nos quedan muchos días de fiesta.
-dijo Brooke.
-Sí...
Prometo subir en seguida el último capítulo, aunque presiento que esta historia no gustó mucho... :'(
Pero tengo más, espero que mejor que esta.
Un beso a todos,
Cris.~

A mi me gustooo :)
ResponderEliminarMásssss!!!!!