Cuanta gente había en ese salón. Mucha y todos mirando
a Paul, que esperaba delante de la mesa del juez que los casaría, la
juez en este caso. Dos sillas había delante de la mesa de la juez,
pero él estaba esperando de pie. La música empezó a sonar y la
primera en entrar fue Ava. Ava, luego Emily, luego Emma, luego
Taylor, luego Micaella, luego Catherine y, por último, Brooke.
Paul vio por primera vez el vestido. Amaba el coraje y
la originalidad que tenía Brooke para casarse con un vestido por las
rodillas. Vio a sus abuelas hablar entre ellas, escandalizadas
seguro. Pero también vio a Scarlett y a Ellen sonreír.
-¿Te acuerdas que te dije que jamás se está preparado
para casarse? -le susurró a John. Él asintió sin mirarlo.- Estaba
equivocado.
Miró directamente a Brooke y le sonrió. Ella también
sonrió, con una sonrisa tan natural y preciosa que Paul se dio
cuenta de que estaba haciendo justo lo correcto.
-Ahora creo que sí que estoy lista. -le dijo Brooke a
su hermano, que se rió.
Cody la dejó delante de las sillas y la abrazó. Brooke
se separó de él, después de unos segundos, y miró a Paul. Él le
tendió la mano y ella la agarró para sentarse. Miraron a la juez y
todos se sentaron para mirarlos a ellos.
La juez, una mujer de unos cincuenta años, habló
durante un rato, recitando leyes y un largo discurso. Los invitados
nunca disfrutaban de eso realmente, lo que más les interesaba era la
fiesta de después.
-¿Tenemos que aguantar todo este royo? -se quejó
Esther.
-Sí, son las consecuencias de que se case tu mejor
amigo. -le dijo Lauren.
-Tu mejor amigo no se casó todavía. -le dijo Esther a
Lauren, hablando de John.
-Todavía. -dijo Lauren, sonriendo. Esther miró a
Angie, que estaba al lado de Lauren y Angie la miró a ella.
-¿Os vais a casar? -preguntó Esther.
-Lo estamos pensando. -confesó Angie. Esther volvió a
sonreír.
-Tú y yo también nos podríamos casar. -le dijo
Sammuel.
-Ni pienses que voy a hacer una fiesta. -dijo Esther.
-No lo estaba pensando. Pero quizás podríamos
casarnos, así ahorraríamos dinero en el alquiler de la casa. -dijo
Sammuel, pensativo.
-No es el lugar ni el momento para discutir esto. Ya
hablaremos. -le dijo Esther.
Karen estaba observando la ceremonia entre Jack y
Scarlett. Sus padres estaban del otro lado de Scarlett. Karen apoyó
la cabeza en el hombro de Jack.
-Se casa mi hermano. -dijo Karen.
-Sí.
-¿Quién diría que se casaría con Brooke? -se
preguntó a si misma Karen.
-Llevan juntos desde el instituto, ¿qué esperabas?
-dijo Jack.
-No se, siempre pensé que se terminaría. Y eso que
Brooke me cae bien y todo eso, pero nunca esperé que se terminara
casando con ella.
-¿Con quién esperabas que terminaría? -preguntó
Jack.
-Tuve distintas teorías. Durante una época sufrí
porque pensé que Catherine podría ser mi cuñada. Después pensé
que Lauren quizás. También pensé que se podría casar con Esther,
pero después me di cuenta de que era imposible. Paul no tiene nada
que hacer al lado de Sam. Y estuve segura durante mucho tiempo que
algún día volvería con Morgan.
-¿Estuvo mucho tiempo con Morgan? -preguntó Jack.
-Sí, mucho tiempo... -musitó Karen. Los dos se miraron
y se sonrieron.
-Scarlett, tu hija está preciosa. -le dijo Ellen.
Scarlett la miró y sonrió.
-Tu hijo tampoco se queda atrás. -dijo Scarlett.
-¿Hemos hecho un buen trabajo?
-No, ellos lo han hecho. Mira todo esto. Es algo así
como la boda perfecta. -dijo Scarlett, mirando a su alrededor.- Están
toda su familia y todos sus amigos. Todo está en orden.
-Sí, la verdad es que sí. Son unos chicos
inteligentes... -musitó Ellen.
-Lo son...
-Paul Lewis, ¿aceptas a Brooke Lee como tu esposa?
-preguntó la juez.
-Sí quiero. -dijo él, con una sonrisa.
-Y tú, Brooke Lee, ¿aceptas a Paul Lewis como tu
esposo? -volvió a preguntar.
-Sí quiero.
-Pues con el poder de la escuela de derecho de Reino
Unido yo os declaro marido y mujer. -dijo la juez.- Podéis besaros.
Paul se acercó a ella y los dos se besaron. Los
invitados se levantaron de sus asientos y aplaudieron. Los novios se
levantaron, cogieron sus manos y salieron del salón cogidos de la
mano. Todos los invitados salieron del salón para irse al otro donde
se celebraría el banquete. Los únicos que salieron tras los novios
fueron sus familias. Los encontraron sentados en un sofá de la
recepción del hotel.
-¡Ya estáis casados! -dijo Karen, emocionada. Abrazó
a su hermano y después a su cuñada.
-Sí, lo estamos. -dijo Paul.
Después de abrazarlos y felicitarlos las dos familias
se volvieron al salón donde comerían. Dejando así al nuevo
matrimonio solo y listo para entrar por primera vez como marido y
mujer.
¡Ya solo quedan siete capítulos!
Un beso,
Cris.~

Amo, amo esa parejaa :)
ResponderEliminarMásss Noveeee!!!!
maaaaaaaaaaaaaaaasssss!!!!!!!! me encanta :)
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