Brooke
salió de su casa el domingo 16 de febrero, bien temprano. Hacía
frío, pero ella salió a correr un poco. Recorrió por los menos
siete calles, hasta que decidió seguir caminando. El deporte nunca
fue lo suyo. Paró y compró un café. Después se dirigió de vuelta
a su casa. Pero de camino a esta se encontró con alguien que hacía
al menos dos meses que no veía.
-¿Brooke?
-preguntó una voz masculina a su espalda. Brooke se giró y vio a
Sammuel Perry paseando a su perro.
Sammuel
Perry era el novio de Esther desde el 2009, más o menos. Sammuel
Perry jugaba al baloncesto, pero no profesionalmente. Era periodista
deportivo. Como ya se mencionó antes, Sammuel era muy guapo. Era
moreno, alto, con muchos lunares y una sonrisa preciosa. Además, era
amigo de todos los amigos de Esther, a todos les había caído bien
en cuanto Esther se lo presentó. Algunos, como John y Catherine, ya
lo conocían.
-Sam,
cuánto tiempo. -dijo Brooke, sorprendida. Le dio dos besos y
acarició al perro de Esther y Sammuel. El perro se llamaba Lulo y
tenía apenas seis meses.
-Sí,
hace mucho que no te veo. -dijo Sam.- ¿Cómo llevas todo?
-Bien,
algo agobiada por la boda. Pero todos ayudan mucho. ¿Y tú? Ahora
que no está Esther...
-Bueno,
tengo que cocinar yo siempre y limpiar. Antes lo hacíamos a medias y
ahora todo es el doble. -explicó él.
-¿Por
qué no vienes hoy a comer con nosotros? -propuso Brooke.- Paul y yo
vamos a comer con Catherine, Lauren y John en FunnyCoff.
-Bueno,
vale.
-Perfecto.
Nos vemos después entonces.
Se
despidieron y cada uno siguió su camino. Pero a la hora de la
comida, todos se reunieron en el FunnyCoff.
-¿Podemos
pedir la comida ya? -preguntó Lauren.
-No,
esperad que invité a Sam. ¿No os parece mal, no? -dijo Brooke.
-No,
mucho mejor. Está un poco desaparecido últimamente. -dijo John.
-Ahí
está. -dijo Paul, viéndolo entrar en el FunnyCoff.
-Hola,
chicos. -dijo Sammuel. Chocó un mano con John y Paul, saludó con
dos besos a Brooke y a Lauren y Catherine les dio un abrazo.
-¿Dónde
estuviste todo este tiempo? -le preguntó Catherine.
-Por
ahí, ocupado con el trabajo. -explicó Sam.
Se
sentó al lado de John y los seis pidieron para comer. Estaban
teniendo una tranquila conversación durante más de una hora,
mientras comían. Hasta que el móvil de Sam sonó, era Esther.
-Es
Esther. -dijo él, antes de cogerlo.- Hola. -le dijo al teléfono.
-Hola,
Sam. ¿Cómo estás? -le
preguntó Esther, desde España.
-Bien. ¿A qué no adivinas con quién estoy? -le
preguntó Sam, guiñándole un ojo a los amigos de su novia.
-¿Con
mis amigos? -preguntó Esther.
-Pues sí, lo adivinaste... -dijo Sam, decepcionado ya
que la broma le salió mal. Todos se rieron.
-Hola, Esther. -le dijo Lauren al teléfono. Sam lo puso
en altavoz.
-Hola,
chicos. ¿Qué tal? -preguntó
Esther.
-Bien, aquí, comiendo juntos. -dijo Paul.
-Me
alegro. Pese a que aquí comen muy tarde y aun encima es una hora
antes... -dijo Esther, envidiosa
ya que su barriga pedía comer ya.
-¿Cómo llevas el curso? -le preguntó Catherine.
-Bien,
es muy entretenido. -dijo Esther
emocionada.
-¿Lo dice en serio? -preguntó Lauren, sorprendida. Sam
asintió.
-¿Y
vosotros cómo lleváis la super-boda? -preguntó
riéndose, Esther.
-¿Por qué la llamas super-boda? -le preguntó Paul.
-Porque
tu hermana no para de hablarme de ella. -explicó
Esther.
-¿Hablas con Karen? -preguntó sorprendido Paul, su
amiga no lo había llamado ni una vez en las dos semanas que llevaba
fuera.
-Sí,
vía Facebook. -explicó Esther.
-Esther, necesitamos tu opinión. -le dijo John.
-Dime.
-le dijo Esther.
-¿Te parece normal que los novios no quieran hacer
despedida de solteros? -preguntó John.
-¿Qué?
¿Cómo que no quieren hacer despedida de solteros? ¿Están ahí los
dos? -dijo Esther,
escandalizada.
-Sí, estamos aquí. -le dijo Brooke.
-Vamos
a ver, la despedida de soltero no puede faltar. Yo voy a viajar dos
días antes para no perdérmela. -dijo
Esther.
-Yo estoy con ella. La despedida de soltero es
indispensable. -dijo Sam.
-Chicos,
me tengo que ir. Tengo que coger dos autobuses para ir a comer con
unos compañeros, después ir a clase y después a una conferencia.
-dijo Esther.
-Vaya vida... -exclamó Catherine.
-¿Me vas a llamar por la noche? -le preguntó Sammuel.
-No,
¿para qué? Ya te llamé ahora. -dijo
Esther. Todos se rieron.- Adiós.
-Por la noche la voy a tener que llamar... -se quejó
Sam. Todos se volvieron a reír.

Yo quiero un capi de Paul y Brooke solitos :)
ResponderEliminarMásss Noveee!!!!