-¡Brooke! -le gritaron un par de voces, mientras ella
hacía la compra. En cuanto las vio les sonrió y ellas corrieron a
abrazarla.
-Hola, chicas. -dijo riendo Brooke, ante tanta emoción
de sus amigas.
Ellas eran Emma Love y Taylor Watson. Si alguien que no
las conociera las definiera lo haría como las típicas chicas que
llevan juntas toda su vida, inseparables, engreídas, tontas,
superficiales, adictas a la moda... En algo de eso acertarían,
porque Emma y Taylor eran muy amigas y adictas a la moda. Siempre a
la última y nunca mal peinadas.
-Tengo que pediros un par de cosas. Pero, ¿por qué no
mejor vamos a mi casa? -les propuso Brooke.
-Claro, vamos. -dijo Emma, emocionada.
Las tres pagaron sus compras y fueron caminando hasta la
casa de Brooke. Micaella no estaba en casa, sino trabajando. Brooke
las invitó a un té y las tres se sentaron en el salón.
-A ver, chicas, ya os dije que me caso, ¿no? -dijo
Brooke.
-Claro, que nos lo dijiste Brooke. -dijo Taylor.
-Además es el único tema de conversación de Micaella.
-añadió Emma. Emma y Taylor eran muy amigas de Micaella, también.
-Bueno, tengo que hacer muchas cosas en muy poco tiempo.
Esther nos propuso un lugar, iremos a verlo, pero confiamos
ciegamente en ella. Tengo una tarea para vosotras. -dijo sonriente.
-¿Para nosotras? -preguntó Taylor, sorprendida.
-¿Nosotras y Mic, no? -preguntó Emma.
-No, para Micaella ya tengo decidido otra tarea. Pero
creo que vosotras sois perfectas para ayudarme con mi vestido de
novia. -dijo sonriente. Sus dos amigas se emocionaron.
-¿En serio? -preguntó Taylor, con sus manos en el
pecho.
-¿No te pondrás a llorar, no? Porque lo retiro. -le
amenazó Brooke.
-No, no va a llorar. -dijo Emma, dándole un codazo a
Taylor. Se acercó a Brooke y la abrazó, Taylor también se unió al
abrazo.- Brooke, será todo un honor para nosotras ayudarte con tu
vestido de novia.
-Ayudarme, yo decido. -avisó Brooke.
-Claro, amiga. -dijo Taylor.
-Tengo un par de revista que me dejó Micaella. ¿Las
queréis ver? -propuso Brooke.
Sus amigas asintieron. Brooke fue a buscar las revistas
y volvió con sus amigas. Estuvieron casi una hora ininterrumpida
leyendo revistas y ojeando vestidos de novias. Pero el timbre de su
casa sonó y a Brooke se le iluminó la sonrisa.
-¿Y esa sonrisa? -preguntó Taylor.
-Es Paul, tonta. -dijo Emma.- Nosotras nos vamos,
Brooke.
-Os podéis quedar si queréis. -dijo Brooke, abriendo
la puerta.
-No queremos molestar, seguro que no tenéis mucho
tiempo de tranquilidad y seguro que necesitáis un poco de amor...
-dijo Taylor, riéndose.
Brooke, le pegó en un brazo cuando pasó por su lado.
Pero cuando Taylor y Emma iban a salir de la casa de su amiga, Esther
apareció en escena.
-Brooke, ¿no está Paul todavía aquí? -preguntó
Esther, al ver a Emma y a Taylor.
-No, es más, pensé que tú eras Paul. -confesó
Brooke, con una sonrisa.- Pero pasa.
-Nosotras nos vamos. -repitió Taylor.
-En placer veros, chicas. Por cierto, ¿esa blusa de
dónde es, Emma? -le dijo Esther.
-Si te lo digo la magia se va. -dijo Emma con una
sonrisa. Después le dijo el nombre de la tienda, pero sin emitir
sonido alguno.
-Hasta luego. -dijo Taylor, antes de salir y cerrar la
puerta.
-Siéntate, Esther. Todavía quedó té y podemos
esperar al puntual de Paul juntas. -dijo Brooke. Sirvió otras dos
tazas de té y esperaron a Paul entre risas y cotilleos. Cuando Paul
llegó la cosa se puso seria.
-Chicos, tengo que contaros algo. -dijo Esther.
-¿Pasó algo malo? -preguntó Paul, preocupado.
-En realidad es algo bueno. -dijo Esther.
-¡Estás embarazada! -gritó Brooke.
-No, no estoy embarazada. -dijo Esther, riéndose.- Me
acaban de ofrecer una beca para un curso de bioquímica en Madrid.
Dura cuatro meses y empiezo la semana que viene.
-¿Cuatro meses? -preguntó Paul.- Retrasamos la boda.
-le dijo a Brooke.
-De eso nada, yo volveré para la boda, no te preocupes.
Pero no os podré ayudar en nada más. -explicó Esther. Dejó un
folleto encima de la mesa.- Es el hotel del que os hablé.
-Lo tendremos en cuenta. -dijo Brooke, agarrando el
folleto.
-Bueno, ahora me voy. -dijo Esther, levantándose.-
Todavía tengo que ir a cuatro casas más y comunicarles esto.
-Sam se va contigo, ¿no? -dijo Paul, acompañándola
hasta la puerta.
-No, no puede dejar su trabajo. Me voy sola, mis primas
siguen viviendo allí y me ayudarán. -explicó Esther.
-¿Cuándo te vas? -le preguntó Brooke.
-Dentro de dos días. Quiero instalarme con tiempo.
Avisadme sobre la fecha de la boda, os prometo que estaré aquí.
Esther se despidió de sus amigos y siguió avisando a
sus seres más queridos de su viaje. En dos días, Esther se fue a
España.

Yo lo único que pido es que el matrimonio no se cancele ;)
ResponderEliminarMásss Noveeee!!!!