domingo, 16 de febrero de 2014

Nueva jugadora.


Rápido! -gritó William en el entrenamiento. Sus chicas estaban jugando y él las corregía. Cuando Brianna entró por la puerta, con ropa deportiva ya que estaba corriendo por las calles de Bugle. William la miró y ella sonrió.

-¿Cómo lo llevas? -preguntó mirando al equipo de su prima.

-No están teniendo un buen día. -dijo él, mirando como a Christine se le escapaba un balón de las manos.

-Pues convierte un mal día en uno bueno... -le propuso ella. El la miró y sonrió.- ¿Qué pasa?

-Se me acaba de ocurrir una cosa. ¿Tienes que hacer algo? -le preguntó, ella negó. Entonces él la agarró por la muñeca e hizo que entrara en la pista con él. Detuvo el entrenamiento y las chicas se acercaron a él.- Chicas, ¿la conocéis, no? -preguntó señalando a Brianna.

-Brianna Parsons, base, campeona nacional. -dijo Christine. Brianna le sonrió.

-Para el resto, mi prima. -aclaró Molly. Todas se rieron.

-Bueno, va a jugar con vosotras y os va a enseñar un par de cosas. -dijo empujándola un poco.

-¿Yo? -preguntó Brianna.

-Si, tú. Anna y Christine son bases. -dijo señalando a las dos más pequeñas del equipo.

-¿Y qué quieres que haga? -le preguntó mirando a las chicas.

-Que juegues en el equipo con Daphne, Sarah, Danielle y Catherine. -dijo señalando a las jugadoras.- Sin piedad. -le pidió al final. Dejó el balón en sus manos y salió del campo.

Brianna al principio no jugaba como jugaba en su equipo, pero cuando se dio cuenta de que ellas necesitaban que fuera dura con ellas empezó a hacer de sus jugadas. Si no se lo merecían, no pasaba el balón. Si no la defendían, entraba a canasta. Incluso se dio el lujo de hacer algún tapón. Después de quince minutos con Brianna en el campo todas estaban más que agotadas. William las volvió a llamar.

-¿De dónde saca tanta energía? -le preguntó Daphne a Molly. Las dos estaban con la legua de fuera y apoyadas en sus rodillas.

-No tengo ni idea. Hereditario no es. -aclaró. Las dos se rieron y William empezó a hablar.

-Creo que voy a utilizar este método más veces... -dijo pensativo. Todas se miraron entre ellas, aterrorizadas.- No es para tanto. Y jugando con personas que juegan mejor que vosotras estáis mejorando muchísimo. Id a las duchas, anda... -dijo mirando a sus agotadas jugadoras. Todas desaparecieron de la pista y Brianna y William se quedaron solos en la pista.

-¿Uno contra uno? -le propuso Brianna a William.

Este sonrió y cogió un balón. Empezaron a jugar y los recuerdos invadieron las mentes de los dos. Cuando entrenaban juntos. Siempre eran pareja en las competiciones por parejas. Siempre iban en equipos contrarios cuando Goldman hacía los equipos. Y siempre jugaban unos contra unos en las pistas de las vías del tren. William ganó once a nueve.

-Estuvo bien... -dijo Brianna.

-Sí, como antes. -dijo sonriendo.- ¿Podrás volver algún día?

-Cuando quieras. Yo estoy encantada de venir a verlas. -dijo Brianna, con una sonrisa pintada en su cara.- Por mí, volvía todos los días.

-Pues ven. -dijo él. Ella lo miró sorprendida.- No me vendría mal una ayuda y ¿quién mejor que tú?

-¿En serio me lo dices?

-Claro.

-Pues vendré todos los días. -dijo sonriente. Justo en ese momento Molly salía del vestuarios con Christine.

-¿Qué? ¿Estáis locos? -dijo Molly.

-Si vienes todos los días, nos vamos a morir. -se quejó Christine.

-No exageres. -le pidió William.

-Además, no seré tan mala como hoy. -prometió Brianna.- ¿Os llevo a casa?

-¿En coche? -preguntó Molly. Brianna asintió.- Entonces si.

-Yo no. Vuelvo caminando que vivo cerca. -dijo Christine.

-Pues vamos...

Las tres estaban dejando el pabellón, cuando Brianna se detuvo y le pidió a Molly que la esperara en el coche. Entonces, cuando las dos ya estaban fuera, volvió corriendo hacia William y le plantó un beso que él no esperaba.

-Hoy tenía que sorprenderte yo a ti. -le dijo con una sonrisa antes de abandonar el pabellón y llevar a Molly a su casa.

Cuando su prima ya estaba en casa, decidió hacer una paradita antes de irse a su casa. Aparcó delante de casa de Eric y Kayla y él le abrió la puerta. Ella sonrió y él la dejó pasar.

-Besé a William. -les contó en cuanto los tres se sentaron en la mesa de la cocina.

-¿Qué? -preguntó Kayla, comiendo un bocata.

-Eso, lo besé. Estábamos en el pabellón, porque me pidió que lo ayudase con sus chicas. Después jugamos un uno contra uno. Y cuando me estaba yendo, me di cuenta de que me iba sin hacer algo importante. Así que lo besé. -explicó ella.

-¿Y él como reaccionó? -preguntó Eric.

-Estaba sorprendido y antes de que dijera nada me fui. -explicó ella.- ¿Hice bien?

-Claro que hiciste bien, Brianna. Él lo estaba deseando y tú también. Además, ahora los dos estáis solteros y no hay nada de malo en que empecéis una relación. -le dijo Kayla.

-Bueno, nadie dijo nada de un relación. -aclaró Brianna.

-Por ahora. -comentó Eric. Brianna sonrió y la pareja sabía lo que eso significaba.

Os dejo el capítulo veintiocho de Cazadores de Duendes II. ¿Qué os está pareciendo?
Por cierto, ¿os gusta el nuevo estilo de la página?
Un beso.
Cris.~

1 comentario:

  1. Me encanta la novelaa :)
    y la pagina esta genial!!!!
    Mássss Noveeee!!!!!

    ResponderEliminar