-¡Rápido! -gritó William en el entrenamiento. Sus chicas estaban jugando y él las corregía. Cuando Brianna entró por la puerta, con ropa deportiva ya que estaba corriendo por las calles de Bugle. William la miró y ella sonrió.
-¿Cómo
lo llevas? -preguntó mirando al equipo de su prima.
-No
están teniendo un buen día. -dijo él, mirando como a Christine se
le escapaba un balón de las manos.
-Pues
convierte un mal día en uno bueno... -le propuso ella. El la miró y
sonrió.- ¿Qué pasa?
-Se
me acaba de ocurrir una cosa. ¿Tienes que hacer algo? -le preguntó,
ella negó. Entonces él la agarró por la muñeca e hizo que entrara
en la pista con él. Detuvo el entrenamiento y las chicas se
acercaron a él.- Chicas, ¿la conocéis, no? -preguntó señalando a
Brianna.
-Brianna
Parsons, base, campeona nacional. -dijo Christine. Brianna le sonrió.
-Para
el resto, mi prima. -aclaró Molly. Todas se rieron.
-Bueno,
va a jugar con vosotras y os va a enseñar un par de cosas. -dijo
empujándola un poco.
-¿Yo?
-preguntó Brianna.
-Si,
tú. Anna y Christine son bases. -dijo señalando a las dos más
pequeñas del equipo.
-¿Y
qué quieres que haga? -le preguntó mirando a las chicas.
-Que
juegues en el equipo con Daphne, Sarah, Danielle y Catherine. -dijo
señalando a las jugadoras.- Sin piedad. -le pidió al final. Dejó
el balón en sus manos y salió del campo.
Brianna
al principio no jugaba como jugaba en su equipo, pero cuando se dio
cuenta de que ellas necesitaban que fuera dura con ellas empezó a
hacer de sus jugadas. Si no se lo merecían, no pasaba el balón. Si
no la defendían, entraba a canasta. Incluso se dio el lujo de hacer
algún tapón. Después de quince minutos con Brianna en el campo
todas estaban más que agotadas. William las volvió a llamar.
-¿De
dónde saca tanta energía? -le preguntó Daphne a Molly. Las dos
estaban con la legua de fuera y apoyadas en sus rodillas.
-No
tengo ni idea. Hereditario no es. -aclaró. Las dos se rieron y
William empezó a hablar.
-Creo
que voy a utilizar este método más veces... -dijo pensativo. Todas
se miraron entre ellas, aterrorizadas.- No es para tanto. Y jugando
con personas que juegan mejor que vosotras estáis mejorando
muchísimo. Id a las duchas, anda... -dijo mirando a sus agotadas
jugadoras. Todas desaparecieron de la pista y Brianna y William se
quedaron solos en la pista.
-¿Uno
contra uno? -le propuso Brianna a William.
Este
sonrió y cogió un balón. Empezaron a jugar y los recuerdos
invadieron las mentes de los dos. Cuando entrenaban juntos. Siempre
eran pareja en las competiciones por parejas. Siempre iban en equipos
contrarios cuando Goldman hacía los equipos. Y siempre jugaban unos
contra unos en las pistas de las vías del tren. William ganó once a
nueve.
-Estuvo
bien... -dijo Brianna.
-Sí,
como antes. -dijo sonriendo.- ¿Podrás volver algún día?
-Cuando
quieras. Yo estoy encantada de venir a verlas. -dijo Brianna, con una
sonrisa pintada en su cara.- Por mí, volvía todos los días.
-Pues
ven. -dijo él. Ella lo miró sorprendida.- No me vendría mal una
ayuda y ¿quién mejor que tú?
-¿En
serio me lo dices?
-Claro.
-Pues
vendré todos los días. -dijo sonriente. Justo en ese momento Molly
salía del vestuarios con Christine.
-¿Qué?
¿Estáis locos? -dijo Molly.
-Si
vienes todos los días, nos vamos a morir. -se quejó Christine.
-No
exageres. -le pidió William.
-Además,
no seré tan mala como hoy. -prometió Brianna.- ¿Os llevo a casa?
-¿En
coche? -preguntó Molly. Brianna asintió.- Entonces si.
-Yo
no. Vuelvo caminando que vivo cerca. -dijo Christine.
-Pues
vamos...
Las
tres estaban dejando el pabellón, cuando Brianna se detuvo y le
pidió a Molly que la esperara en el coche. Entonces, cuando las dos
ya estaban fuera, volvió corriendo hacia William y le plantó un
beso que él no esperaba.
-Hoy
tenía que sorprenderte yo a ti. -le dijo con una sonrisa antes de
abandonar el pabellón y llevar a Molly a su casa.
Cuando
su prima ya estaba en casa, decidió hacer una paradita antes de irse
a su casa. Aparcó delante de casa de Eric y Kayla y él le abrió la
puerta. Ella sonrió y él la dejó pasar.
-Besé
a William. -les contó en cuanto los tres se sentaron en la mesa de
la cocina.
-¿Qué?
-preguntó Kayla, comiendo un bocata.
-Eso,
lo besé. Estábamos en el pabellón, porque me pidió que lo ayudase
con sus chicas. Después jugamos un uno contra uno. Y cuando me
estaba yendo, me di cuenta de que me iba sin hacer algo importante.
Así que lo besé. -explicó ella.
-¿Y
él como reaccionó? -preguntó Eric.
-Estaba
sorprendido y antes de que dijera nada me fui. -explicó ella.- ¿Hice
bien?
-Claro
que hiciste bien, Brianna. Él lo estaba deseando y tú también.
Además, ahora los dos estáis solteros y no hay nada de malo en que
empecéis una relación. -le dijo Kayla.
-Bueno,
nadie dijo nada de un relación. -aclaró Brianna.
-Por
ahora. -comentó Eric. Brianna sonrió y la pareja sabía lo que eso
significaba.
Os dejo el capítulo veintiocho de Cazadores de Duendes II. ¿Qué os está pareciendo?
Por cierto, ¿os gusta el nuevo estilo de la página?
Un beso.
Cris.~

Me encanta la novelaa :)
ResponderEliminary la pagina esta genial!!!!
Mássss Noveeee!!!!!