-Mamá,
me tengo que ir. Le prometí a Suzanne que iría a buscar a Matthew.
-Está
bien. Nos vemos el domingo. -se dieron un beso en la mejilla y Alexis
subió a su coche para ir a recoger a su ahijado.
Condujo
hacia la escuela y aparcó a una manzana de distancia. Bajó y caminó
entre los padres y los abuelos que iban a buscar a los niños. Se
colocó entre los primeros y cuando el timbre sonó una manada de
niños salieron corriendo. Entre ellos, Matthew que bajó las
escaleras agarrado al pasamanos despacito. Se acercó corriendo a
Alexis. Ella se agachó, abrió los brazos y le dio un abrazo.
Después de cuatro años estaba igual. Vestía una blusa blanca, con
una chaqueta rosa y unos pantalones negros. Lo único que cambiaba
ahora es que siempre llevaba su bolso negro colgado del hombro
izquierdo.
-Hola,
Matt. ¿Cómo estás? -le preguntó peinando a su ahijado.
-Bien,
tía Alex. ¿Hoy como contigo?
-Si,
papá y Andy nos esperan en el trabajo de papá. -Tyson seguía
trabajando en el bar de Wilmington.- Pero antes, ¿me acompañas a
saludar a mi primo? -el pequeño asintió con una sonrisa y le dio la
mano a su tía y madrina. Caminaron hasta la salida de los niños que
cursaban primaria que también salían corriendo hacia su fin de
semana. Entre ellos, Ian.- ¡Ian! -le gritó su prima levantando la
mano para que lo viera. Él le sonrió y fue hacia ella.
-¡Alex!
-dijo antes de abrazarla. Después miró al pequeño de la mano de su
prima. Le despeinó un poco.- Hola, Matt.
-Hola.
-dijo él.
-¿Quieres
que te lleve a casa? -el pobre Ian iba caminando todos los días
hasta su casa, con sólo diez años.
-Si,
gracias. -dijo con una sonrisa. Se despidió con la mano de sus
amigos y caminó con su prima.
Alexis
abrió el coche y mientras Ian subía por la puerta izquierda ella
ayudaba a Matthew a sentarse en su silla elevadora y le abrochó el
cinturón. Alexis llevó a Ian a su casa y antes de que éste bajara
los invitó a pasar y saludar a sus padres, pero ellos ya tenían una
cita.
-Nos
vemos el domingo, Ian. -se despidió su prima.
Se
quedó mirando a su primo mientras le abrían la puerta y entonces
condujo hasta la calle del bar donde trabajaba Tyson. Cuando
aparcaron el coche, ayudó a Matthew a salir de la silla elevadora
otra vez y cerró el coche. Entraron en el bar y se sentaron en una
mesa donde estaba Andrew hablando con un señor. Matthew entró
corriendo, le dio un beso a Andrew en la mejilla y se sentó en la
silla de su lado.
-Hola,
señor Wibter. -le dijo al hombre que hablaba con Andrew.
-Hola.
-dijo Alexis llegando a la mesa donde estaba su novio.
-Alex,
él es el señor Wibter. Es el director del colegio de Matthew. -dijo
Andrew presentándola.- Ella es Alexis Stuart.
-Encantado.
-le dijo aquel hombre mayor dándole la mano.
-Lo
mismo digo. -se sonrieron y ella se sentó en frente de Matthew.
Pero
quien había cambiado mucho más era Elle. Después de terminar su
carrera cumplió su sueño. Ahora trabajaba en un bufete de abogados,
acababa de empezar, pero tenía éxito en Nueva York. Se despertó
esa mañana, con Damien a su lado, como siempre. El despertador cayó
al suelo y Damien se tuvo que agachar para recogerlo.
Más me encanta!!
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