viernes, 6 de diciembre de 2013

DIECISEIS-L.A.


Amo Los Ángeles! -gritó Elle mientras paseaban por las calles de L.A.

Pese a ser noviembre el sol brillaba y no hacía mucho frío. Los tres, con la gafas de sol puestas, paseaban sacándose fotos. Era su segundo día en L.A. y los iban a disfrutar todos. Ese día, martes, decidieron visitar el paseo de la fama. Se sacaron muchas fotos con muchos homenajes. Michael Jackson, Marilyn Monroe, las hermanas Olsen, Mickey Mouse, Bugs Bunny, los Simpson, el Pato Donald, la Rana Gustavo, Britney Spears, John Lennon, Paul McCartney, Queen...

Después pararon a comer una hamburguesa y descansar un poco con el sol en sus caras. Pero la comida fue interrumpida por Andrew. La pareja vaciló un poco a Alexis y después se dispusieron a ver Hollywood. Allí visitaron Grauman's Chinese Theatre y sus huellas. Aprovecharon y sacaron más fotos. Cabe destacar la foto que Elle se sacó con la huellas de Robert Pattinson, Kristen Stewart y Taylor Lautner. Alex con Will Smith. Y Damien con las huellas del trío protagonista de Harry Potter y sus varitas.

Cuando llegaron al hotel. Alexis decidió darse un baño en la habitación, mientras que Elle y Damien disfrutaron de los últimos rayos de sol. Estaban sentados en la terraza de su habitación, abrazados, mirando al sol y con sus gafas de sol.

-Me encanta esto. -admitió Damien.- Tenía que haberme unido a vosotras en Kea.

-Yo también lo pienso. Fueron... -se puso a contar mentalmente las semanas sin verlo.- cuatro semanas sin verte.

-Pese a que mi madre todavía no entiende porque me uní a vosotras en esto. No puede entender que por ti lo dejara todo. -Elle le sonrió.- Pero no me arrepiento.

-Además, la vida con Alexis es una fiesta continua. Siempre tiene buen humor, menos los cinco minutos después de levantarte en los cuales te puede matar por respirar, pero después siempre con su sonrisa.

-Es muy simpática. Me cae muy bien. Sobretodo cuando discute con su hermano.

-Con Ronald. Yo siempre los recordaré discutiendo por todo. Pero en el fondo se quieren.

-Nunca me hablas de tu familia...

-¿Qué quieres que te cuente? -dijo ella mirándolo y dejando a su espalda el sol.

-Todo.

-Muy bien. Empecemos por mi hermanito. Se llama Ian y tiene solo siete años. Es un poco pesado, pero es muy cariñoso también, a veces demasiado. -Damien se rió de su descripción.- Mis padres se llaman Heather y Edward Stuart. A mi padre siempre lo llamaron Eddy. Son un poco pesados, mi madre es una histérica sobreprotectora. Mi padre tiene un gimnasio y mi madre trabaja en una tienda de ropa. Mis tíos, los padres de Alexis, se llaman Renee y Darren Stuart. Mi tío es informático y mi tía es asistente sociosanitaria.

-¿Asistente sociosanitaria?

-Si, trabaja con chicos deficientes.

-Un trabajo interesante.

-Si. Mi primo Ronald. Ron es muy parecido físicamente a su hermana, aun que él está un poco más gordo. -Damien volvió a reír.- También juega al baloncesto y lleva en la camiseta el dorsal seis. Mis abuelos. Mis abuelos se llaman Candance y Benjamin. La abuela Candy, es la mejor cocinera que conocí jamás. Y el abuelo Ben le gustan las manualidades, plantar, cuidar de dos perros que tienen mis primos... Por último, sólo me queda Alexis. Alexis es mi prima mayor. Es graciosa, divertida, nunca se cansa, muy trabajadora... Juega en un equipo de baloncesto de base y lleva el número cuatro. Está enamorada hasta los huesos de Andy, aun que no lo quiere admitir. Y me voy a vengar por lo que me hizo ocultándome que tú vendrías con nosotras en Boston.

-¿Cómo?

-Todavía no lo sé, pero lo haré.

Los dos rieron fueron a buscar a Alexis para ir a cenar. Salieron y buscaron un pequeños restaurante para cenar ligero antes de irse a la cama. Pero cuando volvían al hotel se encontraron unas pistas de baloncesto, donde unos chicos jugaban. Alexis miró a la pareja y sonrió.

-Me parece que voy a hacer amigos. -dijo feliz.- Nos vemos luego.

Se fue corriendo hacia aquel trío de chicos que jugaban al baloncesto por la noche. Elle y Damien se rieron y siguieron caminando hacia el hotel.

-Hola. -dijo con una sonrisa. Los chicos se acercaron a ella, y pese a que eran mucho más altos que ella, Alex se sentía cómoda.- No pude evitar acercarme en cuanto os vi. Estoy de viaje y llevo cuatro meses sin jugar en mi equipo de baloncesto. Pensaba si...

-Claro que puedes unirte a nosotros. -dijo uno. Le tendió la mano y se presentó.- Soy Taylor. -los dos estrecharon las manos.

-Yo soy Jason.

-Y yo Michael.

-Alexis, Alex. Encantada.

-¿Te apetece un dos contra dos? -propuso Jason. Alex asintió.

-Yo con ella, que necesito una base que me ayude a machacaros. -dijo Taylor.

Los cuatro se pusieron a jugar a la luz de la luna. Mientras Elle y Damien volvieron, abrazados como hacían siempre. Se tumbaron en el sofá de la habitación y Elle sacó su e-book para leer mientras él miraba las fotos que habían sacado ese día.

-¿Qué nos queda por hacer en Los Ángeles? -preguntó él.

-Tenemos que ir a la playa.

-Cierto. Y a tu prima y a mi nos gustaría ver un partido de baseball.

-Está bien, pero eso el último día.

-Vale.

-¿Después que nos queda?


-Nuestro último destino: dos semanas en Nueva York.

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