lunes, 25 de noviembre de 2013

SEIS-Venecia.


-¿Se puede saber por que no le pediste que nos acompañara? -le gritó Elle a su prima en el hotel de Venecia. La habitación era doble, pero esta vez tenía dos camas individuales.

-Porque el tiene su vida. No le puedo pedir que deje todo lo que tiene durante cinco meses por una chica que acaba de conocer, Elle. Eso solo funciona en las películas.

-Y lo del beso de despedida solo funciona en la gran pantalla y vosotros lo hicisteis real. ¿Por que lo otro no iba a ser igual?

-Uno, no seas cursi. Dos, no quiero hablar más del tema. Tres, como se lo cuentes a alguien te mato. Y cuatro prepárate que hoy quiero ver algo.

Las primas salieron del hotel y decidieron que lo primero que tenían que hacer es montar en una barca. Mientras estaban en ella y Alex no paraba de sacar fotos Elle intervino otra vez.

-Que romántico esto ¿no? -dijo Ellie.

-Si.

-Sería perfecto para una película. -Alex bajó la cámara y la miró queriendo matarla.- No, no, solo comento. -Alex volvió a las fotos.- Una pareja, en un bote por Venecia... Tu podrías ser esa pareja, pero no, estás aquí conmigo...

-Mira Elle... -dijo Alex levantando el dedo índice.- Te juro que como vuelvas a sacar el tema te mataré. -Elle se cubrió con los brazos.

-Está bien, perdón, perdón...

El silencio se hizo durante un tiempo, pero Ellie volvió a interrumpir.

-Un día alquilaremos un coche e iremos a Verona.

-¿En coche? -preguntó Alex, sorprendida.

-Si, solo es una hora y cuarto.

-Bueno, está bien.

-Me encantaría ver el patio donde millones de mujeres le escriben historias a Julieta. ¿Sabes la historia? Además creo que hay un grupo de mujeres que responden a las cartas y...

-Ellie, conozco la historia. Además fui a ver “Cartas a Julieta” contigo.

-Cierto... -dijo pensativa.- Podrías...

-No le voy a escribir una carta a unas desconocidas para que resuelvan mi problema. -la interrumpió.

Que poco romántica eres! -se quejó Elle, la romántica de las primas.- ¿Que quieres cenar hoy? -preguntó para cambiar de tema.

-¿Estamos en Italia y me preguntas que que quiero cenar? Tu deberías pedirle un novio a Julieta... -dijo Alex guardando la cámara.

Ya llegó la graciosa de la familia, Alexis Stuart! -se quejó Elle. Alex se rió y la empujó un poco.

Esa noche cenaron pizza y volvieron al hotel pronto, tenían que descansar. Antes de dormir juntas deliraron un poco y se pusieron a cantar canciones del musical de Mamma mia. Cuando Alex se durmió Ellie aprovechó para buscar entre sus cosas para encontrar el número y el correo electrónico de Andrew. Aun no sabía que iba a hacer con él, pero le gustaría tenerlo para futuras ocasiones. Cuando lo encontró lo guardó en una de sus cazadoras y se fue a dormir.

La Plaza de San Marcos, el Palacio Ducal, Palazzo Fortuny, la Basílica de San Marcos, la Iglesia de San Giovanni e Paolo, la Biblioteca de San Marcos y muchos otros lugares en cinco días. Y el sexto día decidieron ir a Verona. Alex conducía y Ellie, a su lado, buscaba música para poner.

-Mi musical preferido. -dijo Elle antes de poner el CD de Cats en la radio del coche.- Memory... -entonó haciendo como si tuviera un micrófono en la mano.

-¿Cats? ¿De verdad? ¿Ese es tu musical favorito? -su prima asintió.- Hay millones de musicales Ellie. Grease, The Lion King, Mamma mia, West side story, Funny Girl, The Belle and The Beast, Moulin Rouge, Jesucristo Superstar, Hairspray, Fame, Les miserables, Chicago... ¿Y tu favorito es Cats?

-Si. A ver, entendida, ¿tu favorito cuál es?

-No sé... The Lion King o The Belle and The Beast... Chicago, o Moulin Rouge, o Fame... Hay millones de musicales, Ellie.

-¿Y tu canción favorita? -preguntó otra vez Elle.

-Sin duda alguna... -las dos primas se miraron y contestaron a la par.

-Totally fucked de Spring Awakening.

Cantaron a capella durante todo el viaje, una y otra canción. Pero todas ellas tenían algo en común: formaban parte de un musical. Cuando llegaron a Verona la luz y el verde las inundó, enamorándolas. Visitaron toda Verona, y casi al final del día Elle convenció a su prima para ir al Patio de Julieta.

-¿Le vas a escribir una carta? -preguntó Elle al ver una hoja y un bolígrafo en la mano de su prima.

-Sólo porque estamos aquí... -se excusó Alex.

Era casi de noche y el anochecer se veía mejor desde el Patio de Julieta que desde cualquier otro lado. La luz naranja dejaba el balcón precioso y las pocas mujeres que quedaban escribiendo con esa luz se veían todavía más dramáticas. Alex escribió su historia en aquella carta, en cambio Ellie les pidió a las Secretarias de Julieta un novio.

-¿A donde vas a poner que te manden la contestación? -preguntó Elle.

-A mi correo electrónico. -su prima se rió, pero Alex lo decía en serio.

-¿Y que vas a poner para que te lo manden por e-mail?

-Postdata: ¿me podéis contestar vía e-mail? -dijo leyendo el final de su carta. Elle se rió y le copió la postdata a su prima. Cenaron en un pequeño restaurante y volvieron al hotel de Venecia, al día siguiente les esperaba otro viaje.

Cuando llegaron al hotel Alex encendió el ordenador y se puso a hablar a través de la web-cam con su amigos y Elle por fin respondió a las llamadas de Richard -su ex-novio, recordemos-.

-¿Y como estáis? -preguntó él.

-Bien, cansadas y con los pies doloridos, pero mereció la pena. -los dos rieron.

-¿Y conocisteis a mucha gente?

-Si, en Barcelona a un grupo de chicos de nuestra edad encantadores. Y en Londres una pareja de amigos, Andy y Sandy realmente encantadores. Sobretodo Andy. -dijo un poco más alto para que su prima la escuchara. Ésta le regaló un fuck you y siguió con lo suyo.

-¿Que pasó con ese tan, Andy? -preguntó Richard.

-Nada, ya te contaré.

-¿Me tengo que poner celoso?

-Ricky, tú no tienes que ponerte celoso por nada... -dijo ella intentando ser sutil.

-¿Ya está otra vez? -preguntó Alex. Elle asintió y su prima se levantó y se acercó al teléfono de su prima.- ¡Ya no estáis juntos! Además, Andy no tiene ni tendrá nada con Ellie.

-¿Huelo celos, Stuart? -les gustaba llamarse por su apellido de vez en cuando.

-¿Yo celosa? ¿Desde cuando?

-Hace siete días...

-¿Los estás contando?

-Si tu no lo haces, lo hago yo...

-¿Ellie? -preguntó Richard que seguía en el teléfono.


Ay! Perdón, Ricky. Pero tengo que colgar. Mañana tenemos que coger un avión hacia nuestro siguiente destino: Roma.

1 comentario:

  1. Me encanta! Envido totalmente el viaje que están haciendo! quien pudiera!

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