-¿Se puede saber por que no le pediste que nos
acompañara? -le gritó Elle a su prima en el hotel de Venecia. La
habitación era doble, pero esta vez tenía dos camas individuales.
-Porque el tiene su vida. No le puedo pedir que deje
todo lo que tiene durante cinco meses por una chica que acaba de
conocer, Elle. Eso solo funciona en las películas.
-Y lo del beso de despedida solo funciona en la gran
pantalla y vosotros lo hicisteis real. ¿Por que lo otro no iba a ser
igual?
-Uno, no seas cursi. Dos, no quiero hablar más del
tema. Tres, como se lo cuentes a alguien te mato. Y cuatro prepárate
que hoy quiero ver algo.
Las primas salieron del hotel y decidieron que lo
primero que tenían que hacer es montar en una barca. Mientras
estaban en ella y Alex no paraba de sacar fotos Elle intervino otra
vez.
-Que romántico esto ¿no? -dijo Ellie.
-Si.
-Sería perfecto para una película. -Alex bajó la
cámara y la miró queriendo matarla.- No, no, solo comento. -Alex
volvió a las fotos.- Una pareja, en un bote por Venecia... Tu
podrías ser esa pareja, pero no, estás aquí conmigo...
-Mira Elle... -dijo Alex levantando el dedo índice.- Te
juro que como vuelvas a sacar el tema te mataré. -Elle se cubrió
con los brazos.
-Está bien, perdón, perdón...
El silencio se hizo durante un tiempo, pero Ellie volvió
a interrumpir.
-Un día alquilaremos un coche e iremos a Verona.
-¿En coche? -preguntó Alex, sorprendida.
-Si, solo es una hora y cuarto.
-Bueno, está bien.
-Me encantaría ver el patio donde millones de mujeres
le escriben historias a Julieta. ¿Sabes la historia? Además creo
que hay un grupo de mujeres que responden a las cartas y...
-Ellie, conozco la historia. Además fui a ver “Cartas
a Julieta” contigo.
-Cierto... -dijo pensativa.- Podrías...
-No le voy a escribir una carta a unas desconocidas para
que resuelvan mi problema. -la interrumpió.
-¡Que poco romántica eres! -se quejó Elle, la
romántica de las primas.- ¿Que quieres cenar hoy? -preguntó para
cambiar de tema.
-¿Estamos en Italia y me preguntas que que quiero
cenar? Tu deberías pedirle un novio a Julieta... -dijo Alex
guardando la cámara.
-¡Ya llegó la graciosa de la familia, Alexis Stuart!
-se quejó Elle. Alex se rió y la empujó un poco.
Esa noche cenaron pizza y volvieron al hotel pronto,
tenían que descansar. Antes de dormir juntas deliraron un poco y se
pusieron a cantar canciones del musical de Mamma mia. Cuando
Alex se durmió Ellie aprovechó para buscar entre sus cosas para
encontrar el número y el correo electrónico de Andrew. Aun no sabía
que iba a hacer con él, pero le gustaría tenerlo para futuras
ocasiones. Cuando lo encontró lo guardó en una de sus cazadoras y
se fue a dormir.
La Plaza de San Marcos, el Palacio Ducal, Palazzo
Fortuny, la Basílica de San Marcos, la Iglesia de San Giovanni e
Paolo, la Biblioteca de San Marcos y muchos otros lugares en cinco
días. Y el sexto día decidieron ir a Verona. Alex conducía y
Ellie, a su lado, buscaba música para poner.
-Mi musical preferido. -dijo Elle antes de poner el CD
de Cats en la radio del coche.- Memory... -entonó
haciendo como si tuviera un micrófono en la mano.
-¿Cats? ¿De verdad? ¿Ese es tu musical
favorito? -su prima asintió.- Hay millones de musicales Ellie.
Grease, The Lion King, Mamma mia, West side story, Funny Girl, The
Belle and The Beast, Moulin Rouge, Jesucristo Superstar, Hairspray,
Fame, Les miserables, Chicago... ¿Y tu favorito es Cats?
-Si. A ver, entendida, ¿tu favorito cuál es?
-No sé... The Lion King o The Belle and The
Beast... Chicago, o Moulin Rouge, o Fame...
Hay millones de musicales, Ellie.
-¿Y tu canción favorita? -preguntó otra vez Elle.
-Sin duda alguna... -las dos primas se miraron y
contestaron a la par.
-Totally fucked de Spring Awakening.
Cantaron a capella durante todo el viaje, una y otra
canción. Pero todas ellas tenían algo en común: formaban parte de
un musical. Cuando llegaron a Verona la luz y el verde las inundó,
enamorándolas. Visitaron toda Verona, y casi al final del día Elle
convenció a su prima para ir al Patio de Julieta.
-¿Le vas a escribir una carta? -preguntó Elle al ver
una hoja y un bolígrafo en la mano de su prima.
-Sólo porque estamos aquí... -se excusó Alex.
Era casi de noche y el anochecer se veía mejor desde el
Patio de Julieta que desde cualquier otro lado. La luz naranja dejaba
el balcón precioso y las pocas mujeres que quedaban escribiendo con
esa luz se veían todavía más dramáticas. Alex escribió su
historia en aquella carta, en cambio Ellie les pidió a las
Secretarias de Julieta un novio.
-¿A donde vas a poner que te manden la contestación?
-preguntó Elle.
-A mi correo electrónico. -su prima se rió, pero Alex
lo decía en serio.
-¿Y que vas a poner para que te lo manden por e-mail?
-Postdata: ¿me podéis contestar vía e-mail? -dijo
leyendo el final de su carta. Elle se rió y le copió la postdata a
su prima. Cenaron en un pequeño restaurante y volvieron al hotel de
Venecia, al día siguiente les esperaba otro viaje.
Cuando llegaron al hotel Alex encendió el ordenador y
se puso a hablar a través de la web-cam con su amigos y Elle por fin
respondió a las llamadas de Richard -su ex-novio, recordemos-.
-¿Y como estáis? -preguntó él.
-Bien, cansadas y con los pies doloridos, pero mereció
la pena. -los dos rieron.
-¿Y conocisteis a mucha gente?
-Si, en Barcelona a un grupo de chicos de nuestra edad
encantadores. Y en Londres una pareja de amigos, Andy y Sandy
realmente encantadores. Sobretodo Andy. -dijo un poco más alto para
que su prima la escuchara. Ésta le regaló un fuck you
y siguió con lo suyo.
-¿Que pasó con ese tan, Andy? -preguntó Richard.
-Nada, ya te contaré.
-¿Me tengo que poner celoso?
-Ricky, tú no tienes que ponerte celoso por nada...
-dijo ella intentando ser sutil.
-¿Ya está otra vez? -preguntó Alex. Elle asintió y
su prima se levantó y se acercó al teléfono de su prima.- ¡Ya no
estáis juntos! Además, Andy no tiene ni tendrá nada con Ellie.
-¿Huelo celos, Stuart? -les gustaba llamarse por su
apellido de vez en cuando.
-¿Yo celosa? ¿Desde cuando?
-Hace siete días...
-¿Los estás contando?
-Si tu no lo haces, lo hago yo...
-¿Ellie? -preguntó Richard que seguía en el teléfono.
-¡Ay! Perdón, Ricky. Pero tengo que colgar. Mañana
tenemos que coger un avión hacia nuestro siguiente destino: Roma.

Me encanta! Envido totalmente el viaje que están haciendo! quien pudiera!
ResponderEliminar