viernes, 29 de noviembre de 2013

NUEVE-Kea (segunda parte)



Gracias por no esperarnos! -se quejó Elle llegando a la playa de la mano de Damien.

-No tenía ganas de escuchar más sonidos tan desagradables. -le contestó Alexis.

-¿Se nos escucha? -preguntó en voz baja Elle, dejando fuera a Damien.

Que asco, Elle! -Alexis dejó su toalla en la arena y se fue corriendo al agua. El amigo de Damien, Sammuel Anderson, miró como se iba corriendo.

-Ni se te ocurra. -lo amenazó Damien levantando su dedo índice.

-Sólo se vive una vez. -dijo Sam antes de ir detrás de Alex.

-Lo siento. -le dijo Damien a Elle.

-Da igual, que se las arregle sola. -se acercó a él y lo besó.

Pasaron casi toda la mañana juntos, en el agua, nadando, paseando en la arena... Alexis pasó toda la mañana intentando escaparse de Sam, pero no lo consiguió.

-Alex, vamos a comer. -le dijo Damien que rodeaba a su prima por los hombros.

-Os acompaño. -se levantó rápidamente y cogió su bolso.

-Yo también. -dijo Sam imitándola, pero Damien lo paró con una mano en su pecho.

-Es mejor que nos dejes solos, amigo.

-Gracias... -musitó Alexis mirando el cielo.

-¿Nos vemos en la fiesta? -les preguntó Sam.

-¿Que fiesta? -preguntó Elle.

-La fiesta de despedida del verano. Estamos a mediados de agosto y ya queda menos para que la mayoría de nosotros volvamos a nuestras casas. En invierno esto está lleno de viejos y es un muermo. -explicó Damien.

-Allí estaremos. -dijo Elle.

-¿Cómo? Ellie, nos vamos en dos días. -la avisó su prima.

-Por eso, divirtámonos. -las dos se rieron y los amigos se miraron sin entender el humor de las Stuart.

-Está bien... -dijo Alex todavía riéndose. Pero su teléfono empezó a sonar y al leer el nombre del autor de la llamada se puso nerviosa.- Emm.. Ahora voy, chicos. Un momento. -se separó del grupo y cogió el teléfono.

-Es Andrew. -Elle informó a los chicos.

-¿Quien es ese? -preguntó Sam. Elle pasó la mano por la cara de Sammuel y suspiró.


Elle, Damien y Alexis comieron entre risas en un pequeño bar sobre la playa.

-Entonces, ¿os vais pasadomañana? -preguntó Damien.

-Si. -dijo sonriente Alexis.

-¿Cuando me lo ibas a contar? -le preguntó Damien a Elle.

-Yo voy al baño... -dijo bajando las piernas de la silla e yéndose a los baños del bar.

-¿Cuando me lo ibas a decir? -él formuló de nuevo la pregunta.

-Damien, yo pensaba...

-¿Pensabas irte sin decir nada?

-No, no, no... -dijo atropelladamente.- Yo quería hablar antes con Alex, pero creo que ella no tendrá problemas con que nos acompañes...

-¿Que?

-¿Quieres acompañarnos en nuestro viaje?

-Elle, yo... -ella esperaba una respuesta positiva, pero él no sabía cual era la respuesta correcta.- Yo tengo toda mi vida en Boston y no puedo dejarlo todo así sin más... Además, vosotras ni siquiera sabéis cuales son los lugares que vais a visitar... -ella bajó la vista.- Tienes que entenderme...

-Si, si claro... Además me acabas de conocer y...

-No es por eso. Te lo juro.

-Lo entiendo, lo entiendo... Pero no nos pongamos melancólicos. Hoy vamos a divertirnos en la fiesta y mañana que pase lo que tenga que pasar...

Damien sonrió y los dos se besaron. Pero, Alex llegó. Primero esperó un poco a ver si se separaban, luego se sentó y al ver que no se separaban, carraspeó un poco.

-¿Hola? Estoy aquí... -canturreó. Los chicos se separaron y rieron de la cara de Alexis.- No le veo la gracia.

-Eso, es porque no te ves la cara. -dijo riendo Damien.- Bueno, os dejo prepararos. Supongo que tendréis mucho que hacer. Os espero en la fiesta.

Se fue y les guiñó un ojo. Las primas volvieron al hotel y se echaron un rato en la cama. En realidad, Alexis durmió -es de aquellas chicas que necesitan dormir doce horas diarias-, y Elle se puso a pensar en cómo sería el resto del viaje en la situación de su prima -se había enamorado de un hombre que no volvería a ver-. Después se dio cuenta de que Alexis llevaba casi un mes sin ver a Andrew y decidió que ella era la mejor para un consejo. Corrió a la habitación de su prima y la despertó.

-¿Que quieres pesada? -preguntó con voz dormida Alexis.

-Alex, necesito un consejo. -dijo moviendo a su prima para que se despertase del todo.

-Pues llama a Heather -recordemos, la madre de Elle.-, y deja de molestarme.

-Mi madre no puede aconsejarme esta vez. -Heather era la principal dueña de los consejos a su hija.

-¿Que pasa? -dijo abriendo un ojo.

-Le pedí a Damien que nos acompañara el resto del viaje y me dijo que no.

-¿Tú eres tonta? -ahora ya estaba despierta.

-¿Por que?

-Esta conversación ya la tuvimos hace poco, Elle. Para ti todo es amor y todo es jugarse la vida por lo que piensas. Pero no es así. Damien es una aventura que viviste en Kea y que dentro de unos años te reirás por pensar que era el gran amor de tu vida.

-¿Eso piensas? -su prima asintió totalmente, seria.- ¿Y Andrew?

-Andrew... -pensó bien la palabras que iba a decir.- Fue un beso, Ellie.

-Pero tú lo quieres ¿no?

-Querer es una palabra muy grande... -excusa típica de Alexis Stuart.

-¿Sabes que es lo que pienso? -dijo Elle, Alexis negó con la cabeza.- Que todo esto lo dices para ocultar, porque te enamoraste de Andy y porque tienes miedo.

-¿Miedo a que?

-A no volverlo a ver. Y te arrepientes de no haberle dicho que viniera con nosotras. Y espero que nuestro siguiente destino te haga cambiar de opinión.

-¿Por qué? ¿Que tiene de especial nuestro siguiente destino?


-Nuestro siguiente destino es París, la ciudad del amor...

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