jueves, 21 de noviembre de 2013

DOS-Barcelona.




Bajaron del avión, cogieron las maletas y llamaron un taxi. Le dieron la indicación del hotel y el taxista las llevó por Barcelona. Cuando llegaron les entregaron dos llaves de habitaciones y cada una fue a la suya.

Elle entró en su habitación y dejó las maletas al lado de la puerta. Se acercó a la ventana y se sorprendió al ver las vistas al mar. Abrió la ventana e investigó el resto de la habitación. Lo primero que abrió fue el baño. Vio una cesta con cremas, champús, geles, colonias...

-Esto es genial. -musitó para si misma.

Alex entró en su habitación y dejó las maletas al lado de la puerta. Miró la cama y se tiró sobre ella con los brazos abiertos. Entonces Elle entró a su habitación.

-Alex, vámonos. Tenemos mucho que ver.

-¿Ya? -preguntó ella desde su cama todavía.

-Sí, ya. Venga. -tiró del brazo de su prima y la levantó.

-Espera, -dijo Alex mirando los pies de su prima- ¿vas a ir con tacones?

-Si, ¿que tiene de malo? -preguntó mirándose los pies.

-Vamos a caminar, Elle. -avisó Alex.

-Deja de quejarte y vamos.

Se echaron a caminar por las calles y el calor las abrumó. Las dos se pusieron sus gafas de sol y Elle miraba por el mapa que había cogido en el hotel.

-¿A donde vamos ahora? -preguntó Alexis.

-A la Basílica de Santa María de Mar. -dijo Elle mirando el mapa todavía.

-¿Y sabes llegar?

-Todavía no, pero pronto estaremos allá. -dijo girando el mapa. Su prima bufó y se acercó a un grupo de jóvenes que hablaban.

-Perdón, ¿sabéis como podemos llegar a la Basílica de Santa María del Mar? -les preguntó. Los chicos asintieron y uno de ellos se levantó para indicarles.

-Hacia allá, -dijo señalando la dirección contraria hacia donde ellas estaba yendo. Alex miró a Elle y ésta le echó la lengua- giráis a la derecha, seguís recto y lo encontrareis.

-Muchas gracias. -dijo Elle.

-¿Turistas? -preguntó el chico. Ellas asintieron.- Pues mañana hay una fiesta en la casa de un colega y a lo mejor estaba bien que fuerais por allí.

-¿Y donde es? -preguntó Elle.

-Os apunto la dirección. -dijo una chica apuntando la dirección de la fiesta. Les dio el papel y les sonrió.

-Preguntad por Manuel. -dijo el chico que les había explicado como llegar a la Basílica.

-Hasta luego. -dijeron las primas yendo hacia la Basílica.


-Había alguno guapo... -dijo Alex.

-Por favor, venimos a visitar lugares no a conocer chicos. -dijo Elle.

-Pero si se puede hacer las dos cosas... -dijo riendo.- ¿Te imaginas que me encuentre a algún jugador de baloncesto por la calle?

-Si, ya te veo tirada en el suelo por un desmayo. -rió Elle.

-Podemos ir a ver algún partido... -dijo Alexis.

-¿No prefieres ir a ver un partido de la NBA? -le preguntó su prima. Ella se quedó pensando y Elle la sobornó.- Aquí podemos ir a ver un partido de football, a lo mejor nos encontramos a Piqué...

-Bueno, está bien. -dijo Alex. Las dos rieron y siguieron observando la gran ciudad.


-¿Podemos ir a la fiesta hoy? -preguntó Alex mientras cenaban en el McDonald, su segundo día en Barcelona.

-Yo quiero ir. -dijo Elle.

-Y yo.

-Pues vamos. -las dos rieron y terminaron de cenar para ir al hotel, prepararse para la fiesta y ir a ella.

En el hotel cada una se fue a su cuarto y se vistieron para la fiesta. Elle optó por unos shorts negros con una camisa blanca y unos tacones negros. Se recogió el pelo liso en una cola de caballo alta. En cambio Alex se puso una falda de tubo negra, una camiseta amarilla, una chaqueta de punto negra y unos tacones más altos que los de su prima. Ella dejó sus rizos sueltos. Salieron del hotel y cogieron un taxi hacia la fiesta. Cuando llegaron se sorprendieron de la casa. Era una gran casa blanca, con las ventanas y las puertas abiertas; por donde se podían ver las luces parpadeantes de distintos colores y los jóvenes bailando y bebiendo. Entraron en la fiesta y preguntaron por Manuel. Este las fue a recibir con tres chicos más.

-Decidme, ¿cuantos años tenéis? -preguntó Manuel.

-Dieciocho. -dijo Elle que había conectado bien con Manuel.

-¿Vosotros? -preguntó Alex que caminaba rodeada de los otros tres chicos.

-Diecinueve y veinte. -contestó uno de ellos.

-¿Y como os llamáis? -preguntó Alex.

-Alberto.

-Pablo.

-Nicolás.

-Encantada. -dijo Elle.

-Venid por aquí, que está la piscina. -dijo Pablo. Las chicas los siguieron y allí tres chicas los esperaban.

-Ellas son Helena, Patricia y Lucía. Chicas, ellas son Alex y Elle.

-Encantadas. ¿Como os está yendo por Barcelona? -preguntó Helena.

-Muy bien, es preciosa.

-¿Que visteis? -preguntó Patricia. Elle ya se había sentado con ellas para hablar de turismo, entonces Alex se acercó a hablarle al oído.

-Mientras tu hablas con ellas, yo me voy con Nicolás, que tiene muy buena pinta.

-No te emborraches que mañana vamos a madrugar. -le avisó Elle.

-Ya hablaremos... -dijo Alex yéndose con los chicos.

-Bueno, hoy visitamos la Basílica de Santa María del Mar, el Parque de Gaudi, el Mirador...

-¿Todo eso en cuanto tiempo? -preguntó una de ellas sorprendida.

-En dos días. -dijo sonriente.

-¿Y cuando volvéis a casa? -preguntó Lucía.

-En realidad en cinco meses. Estamos haciendo una ruta turística por todo el mundo.

-¿Y cual es vuestro siguiente destino? -preguntó Patricia.


-Berlín.

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