Bajaron
del avión, cogieron las maletas y llamaron un taxi. Le dieron la
indicación del hotel y el taxista las llevó por Barcelona. Cuando
llegaron les entregaron dos llaves de habitaciones y cada una fue a la suya.
Elle
entró en su habitación y dejó las maletas al lado de la puerta. Se
acercó a la ventana y se sorprendió al ver las vistas al mar. Abrió
la ventana e investigó el resto de la habitación. Lo primero que
abrió fue el baño. Vio una cesta con cremas, champús, geles,
colonias...
-Esto
es genial. -musitó para si misma.
Alex
entró en su habitación y dejó las maletas al lado de la puerta.
Miró la cama y se tiró sobre ella con los brazos abiertos. Entonces
Elle entró a su habitación.
-Alex,
vámonos. Tenemos mucho que ver.
-¿Ya?
-preguntó ella desde su cama todavía.
-Sí,
ya. Venga. -tiró del brazo de su prima y la levantó.
-Espera,
-dijo Alex mirando los pies de su prima- ¿vas a ir con tacones?
-Si,
¿que tiene de malo? -preguntó mirándose los pies.
-Vamos
a caminar, Elle. -avisó Alex.
-Deja
de quejarte y vamos.
Se
echaron a caminar por las calles y el calor las abrumó. Las dos se
pusieron sus gafas de sol y Elle miraba por el mapa que había cogido
en el hotel.
-¿A
donde vamos ahora? -preguntó Alexis.
-A
la Basílica de Santa María de Mar. -dijo Elle mirando el mapa
todavía.
-¿Y
sabes llegar?
-Todavía
no, pero pronto estaremos allá. -dijo girando el mapa. Su prima bufó
y se acercó a un grupo de jóvenes que hablaban.
-Perdón,
¿sabéis como podemos llegar a la Basílica de Santa María del Mar?
-les preguntó. Los chicos asintieron y uno de ellos se levantó para
indicarles.
-Hacia
allá, -dijo señalando la dirección contraria hacia donde ellas
estaba yendo. Alex miró a Elle y ésta le echó la lengua- giráis a
la derecha, seguís recto y lo encontrareis.
-Muchas
gracias. -dijo Elle.
-¿Turistas?
-preguntó el chico. Ellas asintieron.- Pues mañana hay una fiesta
en la casa de un colega y a lo mejor estaba bien que fuerais por
allí.
-¿Y
donde es? -preguntó Elle.
-Os
apunto la dirección. -dijo una chica apuntando la dirección de la
fiesta. Les dio el papel y les sonrió.
-Preguntad
por Manuel. -dijo el chico que les había explicado como llegar a la
Basílica.
-Hasta
luego. -dijeron las primas yendo hacia la Basílica.
-Había
alguno guapo... -dijo Alex.
-Por
favor, venimos a visitar lugares no a conocer chicos. -dijo Elle.
-Pero
si se puede hacer las dos cosas... -dijo riendo.- ¿Te imaginas que
me encuentre a algún jugador de baloncesto por la calle?
-Si,
ya te veo tirada en el suelo por un desmayo. -rió Elle.
-Podemos
ir a ver algún partido... -dijo Alexis.
-¿No
prefieres ir a ver un partido de la NBA? -le preguntó su prima. Ella
se quedó pensando y Elle la sobornó.- Aquí podemos ir a ver un
partido de football, a lo mejor nos encontramos a Piqué...
-Bueno,
está bien. -dijo Alex. Las dos rieron y siguieron observando la gran
ciudad.
-¿Podemos
ir a la fiesta hoy? -preguntó Alex mientras cenaban en el McDonald,
su segundo día en Barcelona.
-Yo
quiero ir. -dijo Elle.
-Y
yo.
-Pues
vamos. -las dos rieron y terminaron de cenar para ir al hotel,
prepararse para la fiesta y ir a ella.
En
el hotel cada una se fue a su cuarto y se vistieron para la fiesta.
Elle optó por unos shorts negros con una camisa blanca y unos
tacones negros. Se recogió el pelo liso en una cola de caballo alta.
En cambio Alex se puso una falda de tubo negra, una camiseta
amarilla, una chaqueta de punto negra y unos tacones más altos que
los de su prima. Ella dejó sus rizos sueltos. Salieron del hotel y
cogieron un taxi hacia la fiesta. Cuando llegaron se sorprendieron de
la casa. Era una gran casa blanca, con las ventanas y las puertas
abiertas; por donde se podían ver las luces parpadeantes de
distintos colores y los jóvenes bailando y bebiendo. Entraron en la
fiesta y preguntaron por Manuel. Este las fue a recibir con tres
chicos más.
-Decidme,
¿cuantos años tenéis? -preguntó Manuel.
-Dieciocho.
-dijo Elle que había conectado bien con Manuel.
-¿Vosotros?
-preguntó Alex que caminaba rodeada de los otros tres chicos.
-Diecinueve
y veinte. -contestó uno de ellos.
-¿Y
como os llamáis? -preguntó Alex.
-Alberto.
-Pablo.
-Nicolás.
-Encantada.
-dijo Elle.
-Venid
por aquí, que está la piscina. -dijo Pablo. Las chicas los
siguieron y allí tres chicas los esperaban.
-Ellas
son Helena, Patricia y Lucía. Chicas, ellas son Alex y Elle.
-Encantadas.
¿Como os está yendo por Barcelona? -preguntó Helena.
-Muy
bien, es preciosa.
-¿Que
visteis? -preguntó Patricia. Elle ya se había sentado con ellas
para hablar de turismo, entonces Alex se acercó a hablarle al oído.
-Mientras
tu hablas con ellas, yo me voy con Nicolás, que tiene muy buena
pinta.
-No
te emborraches que mañana vamos a madrugar. -le avisó Elle.
-Ya
hablaremos... -dijo Alex yéndose con los chicos.
-Bueno,
hoy visitamos la Basílica de Santa María del Mar, el Parque de
Gaudi, el Mirador...
-¿Todo
eso en cuanto tiempo? -preguntó una de ellas sorprendida.
-En
dos días. -dijo sonriente.
-¿Y
cuando volvéis a casa? -preguntó Lucía.
-En
realidad en cinco meses. Estamos haciendo una ruta turística por
todo el mundo.
-¿Y
cual es vuestro siguiente destino? -preguntó Patricia.
-Berlín.

Que lindo hacer un viaje así! Más!
ResponderEliminarMás Novelaa!!!!
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