sábado, 23 de noviembre de 2013

CUATRO-Londres.




-Ellie como no dejes ese molesto ruido que mato. -dijo Alex en el avión refiriéndose a los silbidos de su prima.

-¿Que escuchas? -preguntó Elle acercándose a su prima y sus auriculares.

-Una canción que me mandó ayer Peter. -dijo pasándole un auricular.

-¿Como se llama? -preguntó Elle, la canción era realmente bonita.

-More than life.

-Me gusta. -dijo asintiendo y con una sonrisa en su cara.

El avión aterrizó tranquilo y las chicas siguieron la rutina del aeropuerto. Maletas, taxi y hotel. Esta vez había dos habitaciones y cada una ocupaba una cama. Se ducharon y se prepararon para empezar a visitar Londres.

-Aquí mandas tú. -le dijo Elle a su prima. Alex había viajado hacía tres años con la escuela y ya conocía Londres.

-Suerte de tener Matemáticas en inglés. -dijo orgullosa de tener una nota media perfecta para ser escogida en la sección bilingüe de su instituto. Elle también tenía media, pero en su instituto no había sección bilingüe.

-¿Por donde empezamos? -preguntó Elle.

-Por Piccadilly Circus. Pero no compres nada, que es muy caro. -avisó Alex con anticipación.- Al metro.

-¿Vamos a ir en metro? -preguntó Elle, otra vez.

-¿Pretendes ir andando?

-No, pero podemos ir en taxi.

-Ellie, aquí todo es caro. Además ¿que hay de malo en el metro?

-¿Y si nos perdemos?

-Yo estuve aquí con quince y no me perdí.

-Seguro... -suspiró mientras su prima ya entraba en la estación de King Cross, donde estaba su hotel.- ¡Esperame! -se quejó Elle.

La primera noche visitaron Piccadilly Circus y volvieron al hotel. Descansaron, y a la mañana siguiente la primera, como siempre, fue Elle. Golpeó la puerta de la habitación de Alexis tres veces y ésta le abrió en pijama y despeinada.

-Media hora y desayuno. -avisó Elle. Alex revoleó los ojos y Elle bajó a desyunar.

Alex guió a Elle por toda la ciudad. Londres era enorme y para ir de un lugar a otro debían coger el metro. Elle todavía no lo entendía bien, pero Alex se manejaba bien. Llegaban cada noche cansadas y dolidas de tanto andar, pese a que el metro las ayudaba tenían que andar mucho cada día.

-Preparate, mañana vamos a Camden Town. -avisó Alex durante la cena.

-¿Y eso que es? -preguntó Elle, que prácticamente se caía dormida encima de la comida.

-El mercado del que te hablé.

-Cierto...

-Allí podrás comprar todo lo que quieras. -avisó Alex. Elle llevaba tres días queriendo comprar todo lo que veía pero Alex se lo impedía porque era muy caro.

-Gracias. -dijo mirando al cielo. Su prima se rió, Elle era muy graciosa con sueño.

La mañana siguiente Alex se extrañó de que su prima todavía no había aparecido por su habitación así que fue ella a la de Elle, en pijama y sin peinar.

-¿Que? -contestó Elle cuando abrió la puerta con su cara de sueño, su pijama rosa y su pelo recogido en la espalda.

-Arriba bella durmiente.

-Hoy no.

-Si, hoy si.

-Venga, que se que te Camden Town te va a encantar. Y después te voy a llevar a unlugar que te va a encantar.

-¿A donde?

-Si no te levantas no te lo diré. -iba a salir de la habitación de su prima, pero antes de hacerlo se giró y la miró.- En media hora, desayunando.

Mientras desayunaban Elle no paraba de quejarse por sus doloridos pies, y eso a Alex le ponía muy nerviosa.

-¿Me vas a decir cuál es esa fantástica sorpresa que me tienes preparada? -dijo finalmente Elle.

-En realidad son dos, pero tendrás que esperar hasta por la tarde para conocerlas.

-¿Y ahora que?

-Ahora a Camden Town, a comprar.

Cogieron el metro y viajaron de pie hasta su destino. Cuando salieron de la estación del metro a Elle le empezó a caer la baba al ver las ofertas.

-Alex. -dijo embobada.

-¿Si?

-Te quiero. -Elle abrazó a su prima y ésta la apartó de un empujón.

-Te voy a dejar sola con tus compras, nos vemos aquí en tres horas, vamos a comer y después vamos a ir a tus sorpresas. -cuando terminó de hablar su prima ya tenía una camiseta en sus manos. Alex rió y siguió por su cuenta.

En Camden Town es mejor ir solo, con tu tiempo, tu dinero y tus gustos. Si vas acompañado probablemente termines peleándote con tu compañero por una tontería. Y eso Alexis lo sabía. En tres horas las primas se encontraron rodeadas de bolsas y agotadas. Decidieron comer una pizza en un pequeño bar.

-¿Después de esto que viene? ¿Mi primera sorpresa? -preguntó Elle.

-No, primero vamos a ver Abbey Road.

-¿Y eso que es? -preguntó Elle, por lo que recibió una patada de su prima.- Ah... Es un disco de The Beatles. -volvió a recibir otra patada.- ¡Au! Y la calle en la que está inspirada el disco, además de donde se sacó la foto más famosa del mundo.

-Gracias. -bufó Alexis.

Cuando llegaron a Abbey Road se quisieron sacar una foto, pero se encontraron con el problema de que sólo eran dos y la foto era bonita con cuatro personas. Pero su salvación llegó.

-Perdonad. -dijo un chico.- ¿Me entendéis?

-Si, si. -dijo Alex sonriendo de oreja a oreja, era guapo.

-Os importa sacaros una foto con nosotros. -dijo su acompañante. Ella era una chica un poco más baja que su acompañante, rubia y de ojos azules.- Es que la foto queda bonita si son cuatro cruzando la calle.

-Por supesto. -dijo Elle que hacía amistades pronto.

Los cuatro se sacaron la foto y después se detuvieron un rato a hablar.

-¿Entonces cuando dejáis Londres? -preguntó el.

-Mañana por la tarde. -contestó Elle.

-¿Tenéis planes para hoy por la tarde? -preguntó Alex. La pareja se miró y negó.- ¿Os apetece ir a M&M's World y al musical de Mamma mia?


-Nos encantaría. -contestó rápidamente la rubia. Los cuatro rieron y fueron hacia el metro para volver a Piccadilly Circus.

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