martes, 17 de septiembre de 2013

Torneo benéfico




Todos los años el veintiocho de diciembre se celebraba el torneo benéfico de Duende Verdes. Este consistía en una sucesión de partidos de todas las categorías del club Duendes Verdes, incluyendo los equipos de los padres/madres. Todos los equipos jugarían cuatro partidos a lo largo de la noche: un partido contra la categoría superior, un partido contra la categoría inferior, un partido contra el equipo del sexo contrario de la misma categoría y un partido contra el equipo de los padres/madres.

El torneo empezaba a las ocho de la noche. El primer partido que se disputaría sería el equipo senior (+18 años) masculino contra el equipo senior femenino. Pese a que no jugaran de primeros todos los jugadores estaban a las ocho en punto en el pabellón para disfrutar del torneo anual. Entre ambos equipos había buen rollo, por eso el partido fue divertido e igualado. Al final del partido una canasta del dorsal catorce marcó la diferencia, haciendo que el equipo masculino ganara. Se dieron la mano y se sacaron una foto. El siguiente partido era el equipo del equipo junior (+16 años) masculino contra el equipo cadete (+14 años) masculino. Los chicos apenas se conocían, pero jugaron limpio y divirtiéndose. Existía una gran diferencia en el marcador, favoreciendo a los mayores, por eso el final fue esperado.

El siguiente partido fue para los más pequeños de Duendes Verdes. Por eso los más mayores se abrigaron bien -el frío atacaba a todos los huesos- y salieron al pequeño patio exterior. Algunos aprovecharon para fumar un cigarrillo y otro simplemente a disfrutar el aire fresco del pleno invierno.

-¿Qué tal Noche Buena, Bri? -le preguntó Cassandra, mientras ambas caminaban por el patio con un refresco en la mano.

-Muy bien, realmente bien. La madre de Will, Karen, se enteró que mis padres no vendrían a pasar las Navidades conmigo y me invitó a pasarlas con los Morgan.

-¡Qué buena persona! -dijo Cassandra sorprendida.- Entonces, ¿estás viviendo en su casa?

-No... Simplemente cené con ellos en Noche Buena. Sólo estaban los padres de Will, sus cuatro abuelos, él y yo.

-¿Y cómo fue la situación? Cenar con tus suegros... -su amiga ni siquiera la dejó terminar, para interrumpirla rápidamente.

-Ellos no saben que son mis suegros. William no se lo contó. -Cassandra estalló en risas.- ¿De qué te ríes? -pero Jane se asomó por la puerta y llamó a las chicas.

-Chicas, partido contra las senior.

Las chicas entraron corriendo, dejaron sus abrigos y empezaron a calentar antes del primer partido de la noche. Las chicas del otro equipo, las más mayores, estaban muy unidas con las chicas del equipo junior. Incluso, algunas de ellas eran hermanas -Mona Bratts y Emma Bratts-. Por eso hubo complicidad y amistad entre ambos equipos. La bocina final sonó y el marcador favorecía a las más pequeñas. Después del partido las chicas se abrazaron y se sacaron una foto.

-Chicos, esto es el paraíso. Veinticuatro chicas, jugando al baloncesto, sudadas, abrazándose... -dijo Charles Gray.

-Eres un cerdo, Charlie. -dijo William.

-¿Me vas a decir que tú no estabas pensando lo mismo, Will? -dijo Sheldon Ray.

-Claro que lo está pensando... -añadió Noel, contestando por su amigo.

Los partidos fueron sucedieron rápidamente, y los últimos tres partidos eran partido padres contra hijos junior masculino, padres contra hijas junior femenino y junior femenino contra junior masculino. Ambos equipos le ganaron al equipo de sus respectivos padres o madres. Pero el partido de las chicas contra los chicos sería interesante... Los quintetos titulares serían: Peter Jumprey, Ryan Evans, William Morgan, Paul Cannon y Sheldon Ray contra Kayla Marvin, Brianna Morgan, Cassandra Jones, Patty Collins y Lilly Adam.

-Esto será divertido. -dijo Ryan, antes de saltar por el balón inicial contra Kayla.

-Muy divertido... -dijo Kayla, guiñándole un ojo. El árbitro, que era un entrenador de Duendes Verdes, lanzó el balón y Kayla aprovechó el despiste de su amigo para que su equipo ataca el primero.

Había confianza entre ambos equipos, por eso todos se atrevían a hacer cosas que nunca haría en un partido serio. Ellos se aprovechaban de que ellas eran más pequeñas y menos fuertes. Pero ellas eran más ágiles y rápidas, lo que produjo que el marcador estuviera muy igualado todo el partido. Pero a algunos esto no les gustaba nada... Brianna, mientras estuvo en la pista, estuvo jugando con William y con Noel alguna vez. Se reía cuando le tocaba defender a Noel, que era mucho más alto que ella, y vacilaba a William cuando atacaba contra él, ya que ella era mucho más ágil y muchas veces podía librarse de él. Cuando se sentó en el banquillo y Jamie Horn, escolta, cambió por ella se sentó al lado de Mery.

-Creo que os estáis pasando. -dijo Mery seca y seria.

-¿Qué? -preguntó Brianna cuando terminó de beber.

-Está muy bien que seáis amigos, novios o lo que seáis. Pero es un partido. Tomalo en serio.

-Mery, es un partido benéfico. Además es contra nuestro compañeros no creo que sea necesario jugar a ganar.

-Siempre es necesario.

-Creo que estás un poco...

-¡No estoy nada! -la interrumpió ella.- Tomalo en serio, de verdad.

-Parsons, Murray, a la pista. -ordenó Jane, que ejercía de entrenadora con las chicas mientras Harry lo hacía con los chicos.

-Pero Jane, las dos somos bases. -dijo Mery.

-Pero tú juega de escolta, Mery. Tú de base, Brianna.

Las dos salieron y se notó el enfado de Mery ante la actitud de sus compañeras. En cuanto recibía el balón jugaba a ganar y entraba a canasta o tiraba en vez de pasarla a alguna compañera que estuviera sola. Por ese motivo, Jane la cambió en seguida e hizo que permaneciera sentada el resto del partido. El partido terminó con un empate, los chicos se abrazaron entre ellos y sacaron una foto. Después se sacaron otra foto con todos los jugadores que participaron en el torneo y se fueron a las duchas. William terminó de ducharse antes que Brianna por eso la esperó en la puerta. Pero antes de que su novia saliera, Mery salió.

-Mery. -la llamó él. Ella se paró y se giró lentamente.- ¿Qué pasó hoy? ¿Por qué actuaste así?

-Porque me pareció lo mejor, William. -ella nunca lo llamaba por su nombre completo, por eso él supo que algo iba muy mal.- ¿No se porqué estabais jugando de broma? ¡Es baloncesto, Will! Nunca nos lo tomamos a broma.

-No nos lo tomamos a broma. Pero tienes que entender que no era un partido serio, estabamos jugando entre nosotros por una causa benéfica. El marcador no importaba.

-No se en quién te estás convirtiendo, William... -dijo ella, justo antes de irse. Pero William la agarró del brazo e hizo que lo mirara. Brianna salía de los vestuarios en ese momento, pero al ver la pelea decidió esperar en la puerta, sin esconderse.

-Esto no es solo por lo de hoy ¿no? ¿Qué quieres decir? No te reconozco, Mery.

-Es normal que no me reconozcas. ¿Hace cuanto que no me preguntas como estoy, que no me llevas a casa, que no me llamas? ¿Hace cuánto que dejamos de ser amigos, William?

-Mery, tú tampoco viniste a hablar conmigo.

-¿Cómo quieres que lo haga si siempre estás pegado a tu noviecita Brianna?

-¿Qué te pasa conmigo, Mery? Desde que empezaron las clases que me tratas mal. -dijo Brianna avanzando hasta ellos.

-Primero me robaste mi lugar de base. Soy tu suplente, y tú eres mi mayor enemigo en el equipo. Para jugar, primero tengo que pasar por encima tuya. Y segundo, me robaste a mi mejor amigo. -dijo ella gritando.

-Ella no te robó nada, Mery. Si quieres jugar de base esfuérzate más y trabaja para merecerlo. Y ella no te robó a tu mejor amigo, tú sola lo perdiste. -le dijo William.- Nos vamos. -le dijo a su novia. Se agarraron de la mano y caminaron hacia el coche.


William condujo hasta sus casas y aparcó entre ambas. Se quedaron un rato en el coche dándose besos y algunos mimos. Pero después cada uno se fue a su casa. La Navidad todavía no había terminado y quedaba mucho por hacer.

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