domingo, 25 de agosto de 2013

CAZADORES DE DUENDES

El despertador sonó en seis casas distintas. En la primera, con una canción de Jackson 5, Brianna Parsons se despierta. Busca su ropa para ese día de septiembre, todavía caluroso. Una camisa roja, unos pantalones azul marino y unas deportivas blancas. Hizo la cama y bajó a desayunar. Le sirvió el desayuno a su perra, Lucy. Se peinó su corto pelo rubio por encima de los hombros y liso. Cogió su mochila con los libros y su bolsa de deporte, para salir de su casa y cerrar con llave. Llega a la parada del autobús y recuerda que ese año deberá de esperar sola a que éste llegue.

Justo en la casa de al lado Karen Morgan despierta a su hijo, William Morgan. Éste se ducha, se viste y baja a la cocina a desayunar. Su madre ya dejó preparado el café de su hijo, antes de salir a trabajar. Desayuna solo y, cuando acaba, coge sus pertenencias y sale de casa para subir a su coche e ir al instituto.

En casa de los Evans las peleas por el baño se hacen presentes desde primera hora. Noel le grita a su hermano, Ryan. Su padre pide silencio y orden, pero ellos no escuchan a razones. Cuando Ryan sale del baño, Noel entra y se ducha. Mientras, Ryan baja y desayuna con sus padres. Ryan y Noel nacieron un día lluvioso hace 17 años. Ambos son morenos, pero es en lo único que se parecen. Los mellizos son la noche y el día, totalmente distintos. Cuando Ryan y papá terminan de desayunar, suben al coche de papá que los lleva al instituto.

Cassandra se despierta con un grito de su padre. Se viste y sale de casa temprano, sin desayunar. Ya que lo hará con su mejor amiga en la cafetería del instituto. Cassandra es una chica de color que siempre camina sola hasta el instituto. Para en una frutería y compra un poco de fruta para la comida.

Kayla Marvin se despide de sus padres cuando camina hacia el baño. Se ducha, se viste y desayuna una sola manzana, mirando el televisor. Hace su cama, coge sus cosas y sale de casa, para caminar hasta el instituto.

Por último, Eric Shaw, que se despierta con un grito de su madre, anunciándole que llegaría tarde. Se viste y desayuna, corriendo. Le da un beso a su madre, choca la mano con su padre y sale corriendo hacia el instituto. Llega tarde a Historia y se sienta al fondo.

Estos siete chicos no sabían lo que les esperaba en el último año del instituto. Sabían que no sería fácil, pero no sabían que fuera tan difícil.


Sabían que era imposible, por eso lo hicieron.

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