44.Listos.

-¿Listos? -preguntó Peter por el handy. Los dos se miraron y se sonrieron.

-Afirmativo. -contestó Eduardo.- Allá está. -dijo señalando a una mujer más vieja que es resto, de unos 50 años, caminando para entrar a la comisaría.- Apunta, respira y dispara.

Patricia lo miró por última vez y apuntó, respiró profundamente y disparó. La bala llegó justamente a la pierna da la mujer que cayó pero no sin echar la mano a su arma y disparar en dirección de Edardo y Patricia, que estaban en la azotea de la comisaría. Estos se tiraron al piso y esperaron.

-¡Queda detenida por el asesinato de los Espósito! -gritó Lali. Los tiros dejaron de sonar y Eduardo y Patricia se asomaron para vez finalmente a Lali sobre la mujer esposándola.

Patricia y Eduardo se pararon, se miraron, sonrieron y se abrazaron fuerte. El la levantó un poco y le dió un par de vueltas. Corrieron a bajar las escaleras y reencontrarse con toda la comisaría pendiente de lo que había pasado. Todos miraban por las ventanas o por la puerta como Lali detenía a aquella mujer, dándole la espalda a las escaleras por donde Patricia y Eduardo bajaban.

-Era la última. -afirmó Nicolás Vázquez que fue el primero en notar la presencia de ellos.

Patricia corrió a abrazar a su padrino. Pero pronto se separó de él para abrazar a Óscar, Lucía y Ana que todavían permanecían en la comisaría. Lali dejó que otros agentes se llevaran a aquella mujer y Peter se acercó para abrazarla y besarla. Entraron abrazados a la comisaría y Patricia se lanzó sobre ellos.

-Voy a llamar a Carol. -dijo Patricia corriendo hacia el teléfono y marcando el número de su hermana.

-Felicidades... -le dijo Óscar a su tía.

-Gracias. -dijo Lali mientras lo abrazaba.

-Gracias a vos. Ellas mataron a papá y por fin se hizo justicia... -dijo Lucía abrazándola también.

-Y también le hiciste justicia a papá y a mamá... -dijo Ana, al borde de la lágrimas.

-Quieren conmemoraros en una ceremonia la semana que viene. Sois los héroes... - le dijo Nicolás Vázquez a Peter. Este sonrió y los dos hombres se abrazaron. Peter se acercó a Lali y le habló al oído.

-Vamos a buscar a Alicia. -su mujer sonrió y la pareja fue a avisar a su hija para ir a casa de los papás de Peter...

8 días después...

-En esta ceremonia... -empezó el comisario Vázquez aquella tarde.- queremos felicitar a los agentes de la Patrulla Lanzani-Espósito, por haber resuelto 3 casos del pasado y 1 del presente a la vez. Todos ellos se resumieron en El Caso Espósito. Los agentes Riera, Martínez, D'alessandro, Fernández y Lanzani, al cargo de los Inspectores Mariana Espósito y Juan Pedro Lanzani resolvieron este caso. Ahora, la Inspectora Espósito, quiere decir unas palabras... -el comisario bajó del escenario y Lali subió a el con su uniforme. Pero antes de que empezara a hablar una mujer de 19 años entró haciendo ruído con sus tacos y acompañada de un hombre. Todos la miraron y ellos se sentaron atrás de todo mientras que Patricia y Peter aguantaban la risa. Lali carraspeó y empezó a hablar.

-Este caso empezó hace 28 con los asesinatos de Carlos y María José Espósito. Dos años despúes ocurría la muerte de María Espósito, mujer del hijo de los anteriores. El caso se cerró, pero seis años después Patricio Espósito, hijo y marido de los anteriores, es asesinado. El caso se volvió a cerrar pero quince años después se produce el secuestro de la nieta de Carlos y María José, por suerte, se consiguió atrapar a los culpables y encerrarlos. Todo volvió diecinueve años más tarde, mientras protegiéndo a una testigo Patricia reconoce a una de sus secuestradoras. Nos dimos cuenta de que casi todas las mujeres del Caso Espósito se pusieron en libertad y ahora volvían a atacar. Finalmente, Patricia Lanzani y Eduardo Fernández consiguieron atrapar a la última mujer implicada en estos asesinatos, cerrando así el Caso Espósito. Hoy, acá, con felicitan por resolver este caso. Por eso quiero pedir un aplauso a nuestra patrulla. -las palmas de los presentes empezaron a batirse entre ellas. Lali sonrió y bajó del escenario para dejar otra vez al comisario.

-Bien, procedemos a estregarles una medalla a la Patrulla Lanzani-Espósito. Nicolás Riera. -todos aplaudieron y Eugenia lo hizo de pié. Gastón la obligó a sentarse otra vez.- Pablo Martínez. -Rocío y África aplaudían mientras se sonreían una a la otra.- Victorio D'alessandro. -Candela le guiñó un ojo desde su sitio mientras el recogía su medalla.- Eduardo Fernández. -Alicia desde los brazos de su tia Ana lo saludó con la manito.- Patricia Lanzani. -los apluasos sonaron más altos y Carolina, desde la última fila, chifló un par de veces.- El Inspector Juan Pedro Lanzani. -sus tres hijas y su mujer aplaudieron de pié y este les guiñó un ojo recogiendo su medalla.- Y la Inspectora Mariana Espósito. -esta vez los primeros en aplaudir parados fueron Peter, Ana, Patricia y Carolina; pero después todos los presentes se pararon para aplaudir mejor, entre ellos estaban Óscar, Lucía, Alejandra, Bea y Soraya. Lali le dio dos besos al comisario y bajó del escenario para abrazarse con Peter.

Después de la ceremonia Peter y Lali decidieron invitar a los más cercanos a una especie de fiesta en su propia casa. Ellos se pararon después del discurso y se acercaron a Carolina, que no la habían visto desde que todo empezó, hacía casi un mes. Se acercaron y ella los abrazó. Los dos miraron a un hombre que esperaba atrás de ella.

-El es Joe, mi novio. -dijo Carolina agarrando la mano de su acompañante.

-Hola. -dijo el hombre.

-Encantados, nosotros somos Lali y Peter, los papás de Carolina. -dijo gritando Lali.

-Mamá, sabe perfectamente español. No es necesario que grites. -le dijo su hija mientras Joe reía. Entonces llegó Patricia con Alice en brazos.

-Hola, loca. -dijo Patricia abrazando a Carolina con su hermana pequeña todavía en brazos.

-Hola lindas. ¿Como están? -dijo Carol.

-Bien. -contestaron a coro. Carolina se quedó esperando que sus hermanas le preguntaran como estaba ella pero ese momento no llegó.

-Insoportables... -se quejó ella y sus hermanas rieron y chocaron las manos.

-Hola, Carol. -dijo Eduardo acercándose a ella.- ¿Como estás?

-Bien, menos mal que todavía existe gente más educada que mis hermanas. ¿Vos como estás, Edu?

-Muy bien.

-Chicos, os quiero presentar a Joe, my boyfriend... -dijo abrazando al susodicho.

-Es su novio... -le susurró Patricia a Alice, que seguro no sabía lo que había dicho Carolina.

-Ellas son Patricia y Alicia, mis hermanas. -le dijo Carolina a su novio mientras señalaba a sus hermanas.- Y el es Edu, es como otro hermano más.

-Encantado. -dijo Joe.

-¡Ay! Que acento tan lindo. -dijo Lali, su hija la fulminó con la mirada.- Bueno, vamos para casa. Hoy hay party. -dijo gritando de nuevo.

-¡Mamá! -se volvió a quejar Carolina.

-Perdón, perdón... Sorry. -dijo ahora en un tono normal. Todos salieron rumbo a la casa de los Lanzani.

Ana, Lali, Carolina, Alejandra y Óscar se pusieron a cocinar mientras tanto Patricia y Alicia comían un poco mientras el resto cocinaban.

-Óscar, ¿no te sientes un poco mujer acá? En la cocina, cocinando, entre tantas mujeres... -dijo Patricia mientras comía aceitunas.

-No, estoy cómodo acá... -dijo cocinando algo en una olla.

-Y tu deja de comer. Que Alicia te copia en todo... -dijo Carolina quitándole la comida delante la comida.

-Cariño, ¿como va la comida? -preguntó Alejandra, entrando con Antonio en brazos.

-Ya queda menos, Alex... -dijo concentrado en la comida. Esta vió el tarro de aceitunas y agarró una para metérsela en la boca.

-¡Alex no comas! -se quejó Carolina.

-Perdón, perdón... -dijo la susodicha saliendo de la cocina.

Sirvieron la comida y todos se sentaron en la mesada del jardín y comieron tranquilos. Despuéspusieron un poco de música y se sentaron en el jardín a disfrutar de la brisa nocturna del verano. Patricia notó la ausencia de Eduardo y entonces se disculpó y fue a buscarlo. Lo encontró en la parte de atrás de la casa con una taza de café en las manos.

-¿Edu? -el se giró y le sonrió.- ¿Estás bien? -preguntó sentándose a su lado.

-Si.

-¿Que te pasa? -preguntó ella otra vez.

-Nada.

-Dale...

-En serio, nada...

-Dale, Edu...

-Está bien. -ella sonrió, aplaudió un par de veces y esperó a que el confesara.- Es que los veo a todos allá. Son como familia, en cambio yo soy el nuevo acá. No tengo anecdotas que contar, ni recuerdos con ustedes... Me siento un poco afuera.

-Pero ya vas a tener anecdotas y recuerdos pronto. -le acarició la espalda.

-Todavía no hablamos de lo que pasó el dia que te peleaste con aquella mujer... -dijo el.

-¿Que mujer?

-Esa que te tiró al río y llegamos mojados a comisaría.

-Ah.. eso... -dijo ella evitando la mirada de Eduardo.

-Perdón si te molesté, pero fue un acto reflejo y... -ella lo interrumpió.

-No me molestaste pero, no se... Es raro. Vos vivís con mis padres, trabajas con ellos y conmigo y...

-Tranquila, no tenemos porque hablarlo ahora. -el le sonrió y ella lo abrazó.