-Patri, Patri...
-dijo Victorio.- Vamos allá, estén preparados.
-Ok, Vico. Cuidado.
-dijo Patricia. Ella y África se colocaron a los dos lados de la
puerta. Candela y Rocío se escondieron en una esquina.
Un hombre y una
mujer con anteojos y vestidos de negro bajaron de un auto negro, de
donde bajaron también dos hombres más que se quedaron apoyados en
el auto, mientras los dos primeros entraron en la comisaría.
Victorio se quedó vijilando en la puerta, mientras Pablo entró
atrás de los dos hombres. Lali, detrás de la puerta, no se movió y
los do hombres no la vieron. Peter se acercó a Pablo y Eduardo se
mantuvo en la puerta de la sala. Patricia salió y se posicionó al
lado de el.
-¿Que haces acá?
-preguntó disimuladamente Eduardo.
-¿Como va todo
esto?
-Vuelve adentro,
Patri. Tu padre se va a poner nervioso. -Eduardo se quedó perplejo
al ver la cara de Patricia al ver a las dos personas que acababan de
entrar en la comisaría.
-Es ella. -dijo
tartamudeando.
-¿Que? -ella empezó
a temblar. Eduardo al ver esto le pidió a Pablo que lo sustituyera y
entró en el baño con Patricia.- ¿Quien es ella? -preguntó cuando
estaban en el baño.
-Ella estaba cuando
me secuestraron.
-¿Cuando te
secuestraron? Espera que voy a llamar a tu padre. -dijo pretendiendo
salir por la puerta, pero ella se lo impedió.
-No, se pondría
como un loco. Necesito que me escuches bien. Hace 5 años me
secuestraron las mismas personas que mataron a mis abuelos,a mi tío
y a su mujer. Consiguieron salvarme y metieron a todas las personas
en la cárcel. Pero te juro que esa mujer estaba en aquel lugar. Me
tienes que creer.
-Claro que te creo.
Salí atrás mío. ¿Crees que te reconocerá? -preguntó Pato.
-Si, ellos lo único
que querían era matar a toda la familia Espósito. Seguro que me
reconoce.
-Ok, este es el
plan. Salís atrás mío, te acercas a tu box, te pones a leer unos
papeles. Encuanto haga el mínimo movimiento hacia ti, le disparo.
Tranquila. -le dió un beso en la frente y los dos salieron del baño.
Patricia obedeció a
Eduardo y se acercó a su box. La mujer que acababa de entrar se fue
acercando a ella lentamente y en cuanto echó la mano a un arma que
llevaba en sus pantalones, Eduardo, más rápido, disparó. La bala
llegó al brazo de la mujer que intentaba matar a Patricia y ésta
la arrestró. El hombre que iba con ella ya estaba siendo
inmovilizado por Lali. Peter salió corriendo a ayudar a Pablo, pero
llegaron tarde. Los cómplices se habían escapado.
-¿Que pasó? -gritó
Lali exigiendo explicaciones.
-Son ellos. Ellos
son los que mataron a María José, Carlos, Patricio y María
Espósito. -dijo Patricia, forcejeando por ponerle las esposas a la
mujer en lo cual le ayudó Peter.
-¿Que? -Mariana ya
se había librado del hombre y acercado a su hija y a su marido.
-Por fin nos vemos
cara a cara. -dijo la mujer.- Mariana Espósito. Tu y tu familia me
vais a pagar todo lo que le hicieron a mis padres. Todavía nos
quedan 6 y no vamos a parar hasta conseguirlo. Tené cuidado.
Dos agentes se
llevaron a los dos criminales a los calabozos y Peter llevó a su
mujer y su hija a la sala de reuniones. Allá se reunieron Candela,
Patricia, Mariana, Agustín, Peter y Eduardo.
-¿Quienes eran?
-preguntó Candela abrazada por su marido, Agus.
-Ella es la hija de
los responsables de la muerte de María José, Carlos, Pato y María.
-dijo Patricia.- Ella fue la que me secuestró. ¿Recuerdas lo que
nos dijeron, papá?
-Si, algo así como
que tenía que matar a todos los Espósito... Que tenía que acabar
lo que sus padres empezaron.
-¿También quieren
matar a Cande? -preguntó Agus atemorizado.
-No, ella no es una
Espósito. La mamá de Candela era la hermana de mi madre, no es una
Espósito. Y no creo que ellos sepan de nuestro parentesco. Acaba de
decir que tenemos que pagar lo que sufrieron sus padres... ¿Que
quiso decir con eso? -preguntó Lali.
-No se, quizás algo
que le hicieron tus papás como policías por lo que se quieren
vengar... -dijo Eduardo.
-¿En que estaban
los abuelos cuando murieron? -preguntó Patricia.
-No lo se...
-admitió Lali.
-Es mejor que
Carolina adelante su vuelo a Londres cuanto antes. Es mejor que esté
lejos. -dijo Peter.- Y Alicia que se vaya con mis padres al pueblo
mientras esto se soluciona. -miró a su mujer y esta sintió.
-Decile también a
Pablo para que se lleve a Alejandra y a Antonio lo más lejos
posible. Yo llamaré a Lucía. Está embarazada y lo mejor es que
esté acá. -dijo Lali.
-No le digan a nadie
más, es mejor no asustar a nadie. -propuso Patri. Sus padres se
fueron y ella se quedó con Agustín, Candela y Eduardo.- Tía,
¿porque no le sacas ADN a la criminal y averiguamos de quien es
hija?
-Buena idea, Patri.
-dijo Agustín.
-Cuando sepan algo
avísenme. -la pareja salieron y ella miró su relog de pulsera.-
Ahora mi tía Ana está trabajando. Voy a su casa, a ver si puedo
averiguar algo...
-Te acompaño.
Patricia le sonrió
y los dos salieron de la comisaría rumbo a la Mansión Espósito.
Cuando llegaron subieron a la biblioteca a buscar información.
-¿De que 6 hablaba
hoy la mujer? -preguntó Eduardo mientras buscaban.
-Mi mamá, mis
primos, -iba enumenrando con los dedos.- Carolina, Alicia y yo,
supongo.
-¿No tienes más
primos?
-Si, Soraya y Bea,
pero ellas no se apellidan Espósito y viven lejos. No creo que sepan
de su existencia. -miró su celular y su cara se iluminó al ver un
mensajito de su tía.- La mujer se llama Dolores Colorado. Sus papás
son Carmen y Cesar Colorado. -leyó ella.
-Colorado, Colorado,
Colorado... -musitó Edu mientras buscaba en la estantería de la
biblioteca y Patricia en la vieja computado.- Acá. Caso Colorado...
-Lee. -pidió
Patricia.
-Acusados por fraude
y asesino de la víctima. Después son acusados de escaparse de la
cárcel, nunca los volvieron a encontrar...
-Ellos se escaparon
y mataron a mis abuelos... Pero, ¿porque seguir con mi tío y su
mujer? -se preguntó a si misma.
-Eso hay que
averiguarlo en otro lugar, acá no hay más. ¿Donde podemos
encontrar algo de tu tío?
-En su
computadora... Óscar se quedó con ella cuando mi tío se murió.
-Antes, volvamos a
la comisaría a informar a tus papás.
Eduardo manejó
despacio hasta la comisaría, cuando llegaron todo era una
revolución. Los dos entraron en el despacho de Lali donde estaba con
Peter revisando archivos y papeles.
-¿Por que tanto
movimiento? -preguntó Eduardo.
-Porque se
reabrieron 3 casos a la vez. Ahora solo es uno, el Caso Espósito.
-informó Peter.
-Pues preparense
para reabrir otro. La mujer que me atacó hoy es hija de los
Colorado. Los mismo Colorado que mis abuelos metieron en la cárcel
por fraude y asesinato y después se escaparon. -informó Patricia
dejando los informes encima de la mesa. La pareja se dispuso a
revisarla.
-No se volvieron a
encontrar... -musitó Mariana.
-Mamá, ellos
mataron a tus papás, a tu hermano y a tu cuñada. Y ahora su hija
nos quiere matar a Óscar, Lucía, Carolina, Alicia, a vos y a mi.
-Es una locura...
-añadió Peter.
-Es una locura, pero
es cierto... -dijo pensativa Mariana.- Peter, llevate a Alicia a casa
de tus padres. Que Rocío le saque a Carolina un vuelo para esta
misma noche. Edu, andá a casa y mentile a Carolina. Decile que se
tiene que ir esta noche y que se apure. Patricia ayudame con esto.
Las órdenes eran
claras y simples. Todos tenían mucho que hacer.

Hay dios esta novela es lo mejor k hay me eriza la piel
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