-Entonces,
¿si cambio el uracilo por timina, tengo ADN? -cuatro horas llevaban
estudiando.
-Si,
¿ves como no es tan difícil? -Lali le despeinó un poco la
cabecita.
-Si
que es difícil, Lali. No me mientas. -y las bromas estuvieron
presentes todo el tiempo.
-Dale,
¿te preparó la merienda? -su sobrino asintió y se lanzó al sillón
y prendió la TV.
-Me
dijo papá que andás con un noviete... -dijo el pequeño. Ella rió
preparando algo rico para comer.
-No
es mi novio. Es un compañero de trabajo, amigo y vecino. -explicó
ella.
-Como
quieras llamarle. Pero en casa, a eso se le llama novio. Lucía tiene
aproximadamente 15 novios. -su tía rió y le dió un sandiwichito de
migas.- Pero, ¿te gusta no?
-No,
no se.. -Óscar le prestaba atención a su tía.- Cuando yo llegué
acá. Estaba loca, loca por el. Pero las cosas no se dieron porque el
nunca me dió bola. Andaba con un montón de minas en la cabeza y yo
no me jugué por el.
-¿Y
ahora?
-No
se, como que la espinita se quedó ahí, pero ya no es lo mismo...
-el timbre sonó y Lali se paró.- Como le cuentes esto a alguien te
mato enano. -dijo antes de abrir la puerta y Candela en compañía de
Rocío y Alejandra entraran.
-¡Óscar!
-gritó Cande al ver a su sobrino. Corrió a abrazarlo mientras Alex
y Rocío saludaban a Lali.- ¿Que hacés acá?
-Vine
a estudiar con Lali.
-¿Que
estudiaban? -ojeó las hojas que estaban encima de la mesada.
-Biología.
-explicó Lali, dejando pasar a Rocío y Alex y cerrando la puerta
atrás de ellas.- Mirá Óscar ellas son: Rocío y su cuñada Alex.
El es mi único sobrino.
-Tu
único sobrino varón. -acotó el. Las chicas saludaron al
adolescente y se sentaron en el sillón.
-¿A
que venían ustedes? -preguntó Lali.
-¡Que
mala onda nena! Te dejo mi ropa y me tratas fatal... -se quejó
Candela.
-En
realidad, porque arriba Pablo, Agus y Vico discutían de fútbol.
-explicó Alejandra.
Las
chicas rieron y entre todas ayudaron a Óscar con matemática. Pato
pasó a buscar a su hijo y las chicas subieron a sus respectivas
casas, menos Rochi que iría a casa de novio. Lali se vistió con su
pijama de invierno y se preparó una cena saludable. Cuando estaba
labando lo que su cena ensució su puerta sonó.
-Peter,
¿que hacés acá?
-¿Podemos
hablar?
Lali
dejó pasar a Peter y este se sentó en su sillón. Ella cerró la
puerta y lo compañó en el sillón.
-¿Pasó
ago?
-Si,
pasa que... -Peter suspiró y se despeinó un poco.- Quizás
últimamente, notaste que estoy distinto. -ella enarcó una ceja.-
Eh.. pasa que creo que me empezás a gustar.
-¿Que?
-Eso,
que solo quiero estar con vos. Te quiero ayudar, no quiero que
llores, quiero que la pases bien...
-Pará,
pará... ¿a que viene ahora esto, Peter?
-No
lo podía guardar más esto.
-Por
favor, andate a tu casa. Mañana hablamos, pero tengo que pensarlo.
Peter
asintió y subió a su casa. Abrió la puerta y se encontró con
Nicolás viendo una pelicula que pasaban por la TV y a Rocío dormida
a su lado, sobre su hombro.
-¡Hey,
macho! -dijo Nico, gritando en susurros.- ¿Como te fue?
-Creo
que mal.. -Peter se deplomó al lado de la rubia.
-¿Por
que creés eso? -Nicolás ya apagó la TV.
-Porque
me pidió que me fuera, que mañana nos veíamos. Lo tenía que
pensar.
-Tranquilo,
va a ir todo bien. Además, ¿tenés un plan B no? -Peter rió suave
ante su amigo.
-No,
Nico. Si me dice que no, voy a pelear. Nunca ninguna mujer se me
resistió.
-Dale,
Brad Pitt, ayudame a llevar a Rocío a su cama. -pidió Nico
intentando incorporarse sin despertar a su amiga.
-Pará,
¿poque no llamamos a Pablo y que la lleve el, a su cama? -los dos
rieron y Peter llamó a Pablo. Este bajó un piso y recogió a su
novia.
-No
tienen vergüenza... -rió Pablo ya con Rocío abrazada a el,
dormida.
-Pensamos
que le iba a gustar más despertarse a tu lado que al nuestro.
-bromeó Nicolás. Peter y Pablo rieron, y el último se llevó a su
novia.
-Buenas
noches, rubio. -dijo Peter adentrandose en su cuarto.
-Ay,
tengo dos compañeros de casa enamorados. Soy el siguiente... -dijo
Nicolás antes de entrar en su cuarto.
-¡Buen
díiiiiiiiiia! -gritó Rocío bien temprano de aquel sábado entrando
a su departamento.
-¡Callate
loca! -gritó Nico desde su cuarto. Peter en cambio, decidió
levantarse y saludar a su amiga con un enorme abrazo.
-¿Como
estás? -preguntó Rocío preparando el café.
-Bueno...
Digamos que ayer con Lali no me fue muy bien...
-¿Por
que? -Rocío le sirvió un poco de café.
-Le
dije todo y me pidió que me fuera... -el timbre sonó y Rocío miró
la puerta.
-Abrí,
seguro que es Lali. Yo me voy a mi cuarto. -cogió su desayuno y se
adentró en su cuarto.
Peter
le hizo caso y, efectivamente, Lali estaba al otro lado.
-¿Podemos
hablar? -el la dejó pasar y Lali se adentró en su casa.
-Sentemonos.
-pidió Peter, pero Lali negó.
-Mirá,
Peter. Yo te quiero muhco, pero no se si de esa forma. -recordó la
charla con su sobrino la tarde anterior.- Tengo demasiadas cosas en
la cabeza y no tengo tiempo de pensar en eso. Pero te juro que si me
dejás...
Peter
se acercó y la agarró por los cachetes. Lali lo miró a los ojo
smientras que el mantenía su mirada en los labios de la petiza.
-¿Que
haces?
-Te
ayudo a pensarlo... -cada vez estaba mas cerca.
-No...
Peter
le besó, aun que ella le pidiera que no. Lali no le contestó al
beso en un primer momento pero al final se dejó llevar.
-¡Peter!
¿Donde dejaste la espuma de...? -al ver la escena, que prontó se
desarmó, se dió cuenta de su cagada.
-Mañana,
hablamos Peter... -dijo Lali intentandó salir de la vivienda de sus
tres amigos.
-Lali...
-le dijo Peter al aire cuando esta se esfumó. Después fulminó con
la mirada a Nicolás.
-Nicolás,
claramente sos bólido. -dijo Rocío saliendo de su cuarto.
-Paren,
paren. Uno, que no sabía que estaba acá. Y dos, ya saben que yo los
sábados a la mañana no suelo pensar... -se disculpó Riera.
-Ni
el sábado, ni ningún de los 365 días del año. -se quejó Peter
ingresando en su cuarto.
-Sos
tonto eh... -se quejó Rocío, con una remera de un camp de football
alq eu ella fue hace años y con unos shorts deportivos.
-¿Y
vos a donde vas así? -preguntó señalándola.
-A
ningún lado. Echan una marathon de los mejores partidos de football
de la historia todo el día. Pensaba comprar unas cervezas, pedir
comida en el delivery y pasarme todo el sábado viendo football.
Después por la noche a lo mejor me voy un rato de fiesta con
alguien.
-Buen
plan, rubia. ¿Te importa si te acompaño este sábado? -dijo
pensativo.
-Obvio
que no. Pero vas vos a comprar las cervezas. -la rubia se sentó en
el sillón con las piernas cruzadas. Entonces los dos escucharon a
Peter desde su cuarto.
-¡Yo
también me prendo! Pero Nico compra las cervezas. Muchas, por favor.
-lo último lo dijo asomando su cabeza por la puerta de su cuarto.

Ja ja me encanta!!! más!
ResponderEliminardiosssss que tiene que pensar lali si yo fuera ella voy y me tiro, ademas esta que se muere con el. pobre peter :( igual me encanto como siempre ;)
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