lunes, 22 de octubre de 2012

Veintitres: CINCO MESES.




Esa mañana se despertó tal y como se despertaba hace tres meses. La cabeza de su novia sobre su pecho y el con su mano en su cintura. La movió un poco para que supiera que teníamos que ir a clase. Ella bufó y tu le diste un pico. Se paró con dificultad ya que la cama individual no era lo más cómodo. Salió del cuarto en silencio y cuando iba a entrar al baño Mimi salía.

-Buen día Mimi. -dijó sonriente Peter.

-Buen día.. -dijo ella posando una mano en su panza que ya se hacía notar.

-¿Como dormiste?

-Bien, mejor que el mes pasado seguro. -le regaló la última sonrisa y se adentró en su cuarto, seguramente a despertar a su novio. Los Riera no tenían buen despertar. Y eso lo sabía el que dormía con dos todos los días.


-Buen día. -dijo Mayte cuando Roberto le abrió la puerta.

-Buen día Mayte. -dijo Roberto. Por atrás de el apareció Julia.

-Mayte, ¿café o chocolatada? -dijo Julia.

-Café... -dijo entrando en casa Mayte.

Lali y Nicolás bajaron corriendo. Nicolás llevaba un papelito en la mano e iba primero, Lali corriendo atrás de el y gritando.

Nicolás, dame eso!

-¿Que es Lalita? -dijo burlón el rubio.

-Como lo leas te juro que...

Dejan de pelear! -gritó Roberto. Pero sus hijos lo ignoraron. Entonces bajó Peter riendo. Julia agarró el papelito que Nico llevaba en la mano y se lo dió a Lali.

-Gracias, Julia. Sos una grosa. -se dió la vuelta para volver a subir cuando se chocó con Peter. Se sonrieron y se diero un pequeño pico.

-Ay, ay... Que no tienen vergüenza... -dijo Roberto sentándose. Nicolás y Julia se rieron. Lali subió y Peter se sentó en la mesa. Julia colocó una taza en si sitio y se sentó al lado de Nico.

-Che, ¿Que ponía el papelito? -le dijo el rubio a su madrastra. Ella sonrió.

-Para Peter: TE QUIERO. -dijo en susurros pero su hijo la escuchó y se atragantó con la chocolatada mientras Nicolás reía. Gastón y Mimi bajaron por la escaleras.

Gas! ¡Gas! ¿Sabés lo que le escribió Lali a Peter cuando se fue a New York? -el rubio negó ante su hermano mellizo.

-Nicolás callate que te mato. -dijo Peter. Los dos se pararon y subieron corriendo persiguiendose uno al otro.

-¿Que tal los cinco mesitos? -preguntó Mayte.

-Bien, ya amanezco mejor. Sin nauseas, de mejor humor... -explicó Mimi.

-¿Chocolatada, chicos? -los dos rubios asintieron y Roberto les trajo dos tazas. Rochi bajó.

-Vuestros hijos se están peleando arriba. -dijo seria tomándo un sorbo de la taza de Gastón.

-Pero ¿hay sangre? -preguntó Roberto.

-Por ahora no. -dijo Rochi iendo a buscar una chocolatada.

-Esperen... 5, 4, 3.. -la cuenta atrás de Julia hizo que todo el mundo la mirara.- 2, 1...

Cochinos! -gritó proveniente de Nicolás que bajaba las escaleras enojado.- Papá, tu hija es una depravadora.

-¿Que decís? -preguntó Mayte. Entonces Lali y Peter bajaron abrazados y besándose.

-Eso digo. Se comió a todos mis amigos. -se quejó el rubio.

-¿A TODOS? -moduló bien la última palabra Rocío.

-Si la pregunta es si se comió a Pablo. La respuesta es si. -dijo Gastón. Lali le dió un golpe en la cabeza.

-Te mato. -dijo la rubia.

-Pará, es que fue por culpa de Macarena. -explicó Lali sentándose al lado de Rochi.- Es que como ella le puso los cuernos a Pablito, nos quisimos vengar y solo fue un chape.

Que grasa, Lali! -se quejó su madre.

-Tampoco estuvo tan mal... -dijo Julia, todos la miraron.- Quiero decir, yo también lo hice. Es más, con tu papá. -Lali y Rochi enarcaron una ceja.- Yo besé a Roberto porque mi antiguo novio me cuerneó.

-Como te cases con Pablo, juro que te mato. -amenazó Rochi parándose. A los cinco minutos en la casa solo quedaban Julia, Mayte y Roberto.


-Riera. -los tres hermanos miraron a Emilia.- Nicolás Riera. -especificó la rastuda.- Una fácil para vos, ¿en que año... -pero Faviola, la conserje, la interrumpió.

-Por favor, Emilia. El directo te llama a ti y a Micaela Rodriguez. -alias Mimi.

Las dos se pararon y salieron rumbo a dirección. Cuando entraron allá Nicolás Vázquez se encontraba con Tato, el director.

-Sentate Micaela. -dijo señalándole un silla.- Como director del Madalay, tengo que hacerte una pregunta. -miró a Nicolás y suspiró.- ¿Estás embarazada? -la rubia miró a Nicolás y después a Emilia.

-¿Como? -preguntó algo alterada Mimi.

-Vamos a ver, Mimi. -dijo Nicolás. Ella lo miró.- Yo no estoy de acuerdo con esto. Pero te pedimos que contestes sinceramente... -dijo acariciandole la espalda. Mimi cerró fuerte sus ojos y se le escapó una lágrima.

-Si... -Emilia miró a sus compañeros y estos las dejaron solas.

-Ehmm... Mimi ¿no? -dijo la rastuda. Ella asintió.- Se que no soy quien para meterme. Pero si querés contarme algo, o ayuda, no dudes en decirmelo.

-Mis papás me echaron de casa y ahora vivo con el papá del bebé. Solo el, sus hermanos y sus papás lo saben. Pero, acá en la escuela la gente empieza a sospechar y me mira raro, con pena...

-¿De cuanto estás?

-De cinco meses.

-Mirá, te voy a dar un consejo. Yo tengo una hija de 5 años, cuando ella nació yo solo tenía 17 y su padre desapareció un día. La crié yo sola con la ayuda de mi hermana mayor. Todo se puede. Yo pude y estoy muy orgullosa de conseguirlo. Así que no dudes ni un segundo de que vos podés. -dijo dejando un mechó del pelo de la rubia atrás de su oreja.

-Gracias. -se limpió las lágrimas y se paró dispuesta a irse.

-Mimi. -la detuvo Emilia. Ella la miró.- ¿Riera es el papá?

-Si, Gastón. -afirmó ella. Emilia le sonrió y Mimi salió a los pasillos.

Pero justo cuando se estaba acercando a la mesa del básquet escuchó gritos y entonces se acercó a donde un círculo de gente miraba algo en el suelo. Eran Gastón y Nicolás peliandose con dos pibes más, ella no los conocía. Entonces le gritó a Peter y a Pablo que pasaban cerca con sus novias que la ayudaran. Así fue como los dos morochos estaban intentando separar a los rubios de los otros pibes. Eugenia apareció de la nada con Candela y también ayudaron. Pero quien paró de verdad la pelea fue el entrenador de básquet, Carlos. Llevó a Gastón, Nicolás, Pablo, Peter, Mariana y a Mimi a un aula. Allá los mandó sentarse y escucharle.

-Bien, uno a uno. ¿Que hacían en la pelea? Cuando contesten se van. -explicó el. Y miró a Peter.

-Estaba intentando separar a los chicos.

-Bien, fuera. -ordenó Carlos. Miró a Pablo.

-Lo mismo. -Carlos asintió e hizo un gesto para que se fuera.

-Yo también. -Lali salió.

-Yo estaba defendiendo a mi hermano. -Nicolás afuera. Carlos miró a Gastón.

-¿Por que le pegaste? Vos no sos violento.. -dijo extrañado Carlos.

-Es que hizo un comentario que... -pero el rubio se calló.

-¿Que dijo? -preguntó Carlos. Pero Gastón parecía que no quería decir nada.

-Dale, Gas, ¿que dijo? -insistió Mimi.

-Dijo: "Este año, en el último año empezamos 107 y ahora somos 108" -dijo Gastón. Mimi se tapó la boca con la mano, teniendo ganas de llorar.

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