jueves, 14 de junio de 2012


8.Rugby masculino.
Eran las 18:00 y el entrenamiento de rugby masculino debía de comenzar estaban todos los hombres en la cancha mirando a su entrenador y su preparador físico los cuales debían de anunciar algo ajeno a todos ellos.

-Chicos hoy va comenzar a jugar alguien con nosotros. -comentó Peter.- Abril Martínez -en ese momento la susodicha apareció entre su padre y su tío preparada para entrenar.- es la nueva integrante del equipo.

-Pero mister, es una mujer. -comentó uno.

-No jodas Pérez? -preguntó Peter.- En que lo notaste?

-Chicos pese a que sea una mujer en presidente aceptó que jugara con nosotros debido a que no hay equipo femenino. -explicó Pablo.- Ahora vamos a comenzar a entrenar.

-Empezamos corriendo volteando la pista. -Peter, sacó un silbato de su bolsillo explicando.- Cuando suene hacen un sprint hasta acá.

Todos comenzaron a correr y vieron unas muchachas sentarse en las gradas del la cancha. Eran las amigas de Abril. Esta estaba corriendo como los demás aguantando el ritmo de los hombres.

-Vos crees que aguantará? -preguntó Pablo.

-Si, la enana es fuerte y va a aguantar.

El entrenamiento pasó normal, sacando las múltiples caídas de la nueva. Pero sus amigos la ayudaban a pararse y intentaban arreglar las cagadas que ella se mandaba. Hasta que llegó el momento del partido del entrenamiento. Pablo y Peter separaron a los chicos en dos equipos y cada uno se fue con uno. Pablo se fue con el equipo de su hija y Peter con el otro.

-Jacobo, Aitor, Lucas, Alan, Guido, Mateo y Andrés, titulares.

Todos menos Abril y otro más, Santiago, salieron al campo.

En el transcurso del partido Pablo cambió a Alan, el rubio, por Santiago el cual salió a la cancha. Y Alan se sentó al lado de Abril en el banco.

-Che, y como se te ocurrió a vos jugar al rugby? -le preguntó el rubio después de beber un sorbo de agua.

-Todos mis amigos juegan, y quiero provar a hacer algo así.

-Me dijeron que eres la hija del mister...

-Si, el no confía en mi. Piensa que lo voy a dejar en cuanto pueda, por eso me dejó. Sino, no me dejaría por nada del mundo jugar a un deporte de contacto con hombres...

Pablo escuchó esto y le jodió demasiado por lo que llamó a Peter que estaba en el otro lado, sentado en el banco del otro equipo.

-Que pasa, Pablito? -preguntó sin sacar la mirada de encima de los jugadores que estaban en el campo.

-Abril piensa que no confió en ella.

-Por que?

-Se lo acaba de decir a Alan. Que no confio en ella porque pienso que lo va a dejar en cuanto pueda. Que sino no la dejaría apuntarse.

-Despuestrale que no es así. Sacala a jugar.

-Estás loco? -por primera vez apartaron la vista de la cancha.- Son unos brutos y si le hacen daño?

-Pablo ya no es una nena que si se raspa la rodilla llora. Si se hace daño o se cae, se levanta y punto.

-Bueno,voy a darle una oportunidad... -Peter le palmeó la espalda y cada uno volvió con su equipo.-Abril? -su padre la llamó y ella se acercó a el.

-Que pasa, pa?

-Vas a salir a jugar.

-En serio? -su padre asintió y ella lo abrazó. Pablo se separó de ella. No quería que pensasen que la pone a jugar porque es su hija y además, despues de casi dos horas corriendo no olía lo que se dice bien.- Que tengo que hacer?

-Sales ahí. Le intentas quitar la pelota a alguno y marcas punto. Si se tiran encima les das una patada en la entrepierna y punto. Es fácil.

-Dale...

Entró al campo y Guido se sentó. Con un poco de miedo corrió por el campo e intentó sacarle la pelota varias veces a muchos. Cuando lo conseguió avanzó dos pasos y se le tiraron encima. Soltó la pelota y marcaron punto. León, que estaba en el equipo contrario la ayudó a levantarse y le palmeó la espalda. Cuando acabó el entrenamiento a Abril le dolía bastante algunas zonas de su cuerpo pero lo disimuló bastante bien. Salió riendose con sus amigos y cuando iba a entrar al vestuario femenino sola, Alan la paró.

-Bien, morocha. Nunca pensé que una mujer le pusiera tanta garra para jugar al rugby entre hombres. -ella se encogió de hombros y soltó una risita.

-Ya ves...

-Por cierto mañana vienes a cenar con los del equipo. -era viernes y los sábados todos los integrantes del equipo salían a cenar juntos.

-No se Alan... Quizás me sienta un poco acoplada..

-Que va! Si además te llevás super bien con todos. Dale vení...

-Bueno a ver que dice mi papá.

-Perfecto. Le pido a alguno tu numero y te aviso a que hora y en donde. Chau.. -le dió un beso en la mejilla y se metió en el vestuario masculino. Ella entró sola al femenino y escuchó a los varones en su vestuario, ya que había una rendija por la parte superior de los vestuarios que los comunicaban.

-Che, Martínez! -escuchó a Leon llamarla cuando se estaba duchando.

-Decime, Leon.

-No te sientes sola? -rió Guido.

-Si quieres yo te voy a hacer compañía eh! -dijo Santiago. Entonces se escuchó un golpe que supusiste que fue de algunos de tus amigos hacia el.

-Pobre, Abril chicos. -la defendió Juán.

-Te esperamos afuera de la cancha para acompañarte a casa. -anunció Alan.

-Gracias chicos en diez salgo.

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