jueves, 21 de junio de 2012


12.¿Un equipo femenino?
En una sala con una mesa enorme en el centro estaban reunidos todos los integrantes del club. Estaban debatiendo sobre la existencia de un equipo femenino. EL PRIMER EQUIPO FEMENINO.

-Yo no estoy de acuerdo. -se quejaba Óscar el coatch de los más grandes (categoría senior).- Acá siempre hubo equipos masculinos, no femeninos. Ya no me pareció bien cuando la hija de Pablo jugó con los pibes, tampoco me parece bien esto.

-Pero las mujeres tambien tienen derecho a jugar a lo que les guste. -se quejó Peter.

Vos lo decís porque tu hija tambien quiere jugar y porque vos y Pablo se encargan de esa generación! -se quejó esta vez Samuel, coatch de los juniors (los siguientes a los seniors).

-Yo tambien estoy en contra. -dijo Jaime, coatch del "B" de los cadetes (categoría en los que tambien entrenaban Pablo y Peter)

-¿Pero porque motivo? -preguntó Pablo.- A mi me parece genial que haya un equipo femenino. Hablaría muy bien del club incrementar un equipo femenino.

-Me parece que Pablo no tiene ni voz ni voto acá. -se quejó otra vez Óscar.- Vamos a ver, ¡por culpa de su hija tenemos este problema!

-Yo no le voy a prohibir ni a mi hija ni a ningún chico, o chica; jugar a lo que desea. Y esto no lo hago lo por mi hija, sino por todas esas nenas que quieren jugar a un deporte que supuestamente nos gusta a todos los que estamos acá, ¿no? -dijo Pablo algo mas enojado.

Peter le susurró cuando se sentó de nuevo.- Buen discurso hermano, dejame acabarlo.-se sonrieron y Peter se paró.- Si este club decide no hacer equipo femenino, me veré en la obligación de dejar el club y buscarme otro.

-Yo estoy con Peter. -lo apoyó la única mujer en el equipo directivo del club, Marta, coatch de los mas chicos.

-¿Es una amenaza? -preguntó el presidente, José.

-No, es una condición. O equipo femenino, o perdés tres coatch.

-Yo voto a favor de las nenas. -dijo Javier.- Me parece que ayudaría mucho al club un equipo femenino. Como dijo Pablo, hablaría muy bien de nosotros.

-Yo estoy ellos tambien. -los apoyó el otro Javier (coatch de los infantiles 11/12 años).

-Viendo la situación votemos. -propuso el presidente.- ¿Votos en contra del equipo femenino? -tres manos.- ¿Votos a favor? -Pablo, Marta, Peter, los dos Javier y el presidente votaron a favor.- Decidido. La semana que viene quiero un reunión que las nuevas integrantes del club. Lanzani, Martinez encárguese de eso. Se acabó. El lunes que viene a las seis de la tarde quiero a todas las nenas en la sala de reuniones. A trabajar señores.

Peter y Pablo se fueron satisfechos con su trabajo a sus casa. En la casa Lanzani a la cena...

-Está riquísimo, mamá. -alavó Santino a Lali.

-Gracias, mi amor. ¿A vos te gusta, Sophie?

-Si, ma. ¿Papá no va a cenar con nostros?

-No se, me dijo que estaba muy ocupado con unos exámenes y no se que reunión del club...

-¿La reunión sobre nuestro equipo?

-No se, hija. Andá a llamarlo y decile que se está enfriando la comida.

Sofía recorrió el largo pasillo que separaba el comedor con el despacho de Peter. Golpeó dos veces la puerta y asomó la cabeza por la puerta. Allá estaba Peter pasando papeles.

-Papi, ¿nos vas deleitar con tu presencia en la comida post-anochecer? -dijo risueña. Peter rió y se paró caminado hacia el comedor con su hija a su lado.

-¿Quien te enseñó a hablar así?

-Nadie papá. Sabés que soy una chica re intelenge y con mucho léxico.

-Si -volvió a reir, cuando llegaron junto Lali y Santino se sentó al lado de su mujer y comenzó a comer.

-Papá la reunión que tubiste hoy ¿era sobre el equipo femenino?

-Si.

-¿Y? ¿Vamos a tener equipo?

-Si, el lunes que viene os tengo que reunir a todas en la sala de reuniones del club a las seis de la tarde. Mañana ya se lo decimos Pablo y yo a las demás cuando vallan a entrenar.

Porque no comentamos que pese a no tener equipo, todavía, 15 mujeres entrenaban todos los días con los muchachos desde hacía casi un mes. Entre ellas se encontraban Abril y Sophie.

En casa de los Martínez...

PABLO! -gritó Rocío desde la cocina, mientras Abril sentaba a su hermano en la mesa.

-¿Que pasa, Rocío? -dijo asomando su cabeza.

-Que vamos a cenar, papá. -contestó Abril, concentrada en ayudar a su hermano pequeño.

Los cuatro se sentaron en la mesa y Rocío puso un ríquisimo pollo encima de la mesa, y se dispuso a servirle a sus hijos.

-Papá, ¿porque llegaste hoy mas tarde? ¡Tuve que bañar yo a Quino! -apodo que le puso Abril a su hermano nada más nacer.

-Estuve en una reunión del club. ¡Está riquísmo, mi amor!

-Gracias.

-¿La reunión sobre nuestro equipo?

-Si.

-No vamos a tener equipo ¿verdad? -dijo Abril desilusionada.

-¿Quien dijo que no? La semana que viene las apuntamos. Y Mañana ya se lo decimos a sus compañeras.

-¿En serio, pa? -el morocho volvió a asentir.- ¡Ay, gracias papi! ¡Te quiero! -Abril se paró a abrazar a su papá y casi tira la jarra de jugo que había encima de la mesa.

Abril vas a tirar todo! -se quejó Rocío.- Entonces, ¿vas a dejar de jugar con los pibes?

-Si, en principio solo vas a jugar con las minas. Eso no quiere decir que algún partido puedas ir con el masculino. O que en los partidos puedas estar con ellos en el banco. Peter y yo decidimos apuntarte como delegada del equipo masculino, si quieres.

Claro que quiero! Les cojí cariño a los brutos eses... 

1 comentario:

  1. Constante en lo k quiere Abril!,así se consigue el apoyo total d los padres.

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