12.¿Un
equipo femenino?
En
una sala con una mesa enorme en el centro estaban reunidos todos los
integrantes del club. Estaban debatiendo sobre la existencia de un
equipo femenino. EL PRIMER EQUIPO FEMENINO.
-Yo
no estoy de acuerdo. -se quejaba Óscar el coatch de los más grandes
(categoría senior).- Acá siempre hubo equipos masculinos, no
femeninos. Ya no me pareció bien cuando la hija de Pablo jugó con
los pibes, tampoco me parece bien esto.
-Pero
las mujeres tambien tienen derecho a jugar a lo que les guste. -se
quejó Peter.
-¡Vos
lo decís porque tu hija tambien quiere jugar y porque vos y Pablo se
encargan de esa generación! -se quejó esta vez Samuel, coatch de
los juniors (los siguientes a los seniors).
-Yo
tambien estoy en contra. -dijo Jaime, coatch del "B" de los
cadetes (categoría en los que tambien entrenaban Pablo y Peter)
-¿Pero
porque motivo? -preguntó Pablo.- A mi me parece genial que haya un
equipo femenino. Hablaría muy bien del club incrementar un equipo
femenino.
-Me
parece que Pablo no tiene ni voz ni voto acá. -se quejó otra vez
Óscar.- Vamos a ver, ¡por culpa de su hija tenemos este problema!
-Yo
no le voy a prohibir ni a mi hija ni a ningún chico, o chica; jugar
a lo que desea. Y esto no lo hago lo por mi hija, sino por todas esas
nenas que quieren jugar a un deporte que supuestamente nos gusta a
todos los que estamos acá, ¿no? -dijo Pablo algo mas enojado.
Peter
le susurró cuando se sentó de nuevo.- Buen discurso hermano, dejame
acabarlo.-se sonrieron y Peter se paró.- Si este club decide no
hacer equipo femenino, me veré en la obligación de dejar el club y
buscarme otro.
-Yo
estoy con Peter. -lo apoyó la única mujer en el equipo directivo
del club, Marta, coatch de los mas chicos.
-¿Es
una amenaza? -preguntó el presidente, José.
-No,
es una condición. O equipo femenino, o perdés tres coatch.
-Yo
voto a favor de las nenas. -dijo Javier.- Me parece que ayudaría
mucho al club un equipo femenino. Como dijo Pablo, hablaría muy bien
de nosotros.
-Yo
estoy ellos tambien. -los apoyó el otro Javier (coatch de los
infantiles 11/12 años).
-Viendo
la situación votemos. -propuso el presidente.- ¿Votos en contra del
equipo femenino? -tres manos.- ¿Votos a favor? -Pablo, Marta, Peter,
los dos Javier y el presidente votaron a favor.- Decidido. La semana
que viene quiero un reunión que las nuevas integrantes del club.
Lanzani, Martinez encárguese de eso. Se acabó. El lunes que viene a
las seis de la tarde quiero a todas las nenas en la sala de
reuniones. A trabajar señores.
Peter
y Pablo se fueron satisfechos con su trabajo a sus casa. En la casa
Lanzani a la cena...
-Está
riquísimo, mamá. -alavó Santino a Lali.
-Gracias,
mi amor. ¿A vos te gusta, Sophie?
-Si,
ma. ¿Papá no va a cenar con nostros?
-No
se, me dijo que estaba muy ocupado con unos exámenes y no se que
reunión del club...
-¿La
reunión sobre nuestro equipo?
-No
se, hija. Andá a llamarlo y decile que se está enfriando la comida.
Sofía
recorrió el largo pasillo que separaba el comedor con el despacho de
Peter. Golpeó dos veces la puerta y asomó la cabeza por la puerta.
Allá estaba Peter pasando papeles.
-Papi,
¿nos vas deleitar con tu presencia en la comida post-anochecer?
-dijo risueña. Peter rió y se paró caminado hacia el comedor con
su hija a su lado.
-¿Quien
te enseñó a hablar así?
-Nadie
papá. Sabés que soy una chica re intelenge y con mucho léxico.
-Si
-volvió a reir, cuando llegaron junto Lali y Santino se sentó al
lado de su mujer y comenzó a comer.
-Papá
la reunión que tubiste hoy ¿era sobre el equipo femenino?
-Si.
-¿Y?
¿Vamos a tener equipo?
-Si,
el lunes que viene os tengo que reunir a todas en la sala de
reuniones del club a las seis de la tarde. Mañana ya se lo decimos
Pablo y yo a las demás cuando vallan a entrenar.
Porque
no comentamos que pese a no tener equipo, todavía, 15 mujeres
entrenaban todos los días con los muchachos desde hacía casi un
mes. Entre ellas se encontraban Abril y Sophie.
En
casa de los Martínez...
-¡PABLO!
-gritó Rocío desde la cocina, mientras Abril sentaba a su hermano
en la mesa.
-¿Que
pasa, Rocío? -dijo asomando su cabeza.
-Que
vamos a cenar, papá. -contestó Abril, concentrada en ayudar a su
hermano pequeño.
Los
cuatro se sentaron en la mesa y Rocío puso un ríquisimo pollo
encima de la mesa, y se dispuso a servirle a sus hijos.
-Papá,
¿porque llegaste hoy mas tarde? ¡Tuve que bañar yo a Quino! -apodo
que le puso Abril a su hermano nada más nacer.
-Estuve
en una reunión del club. ¡Está riquísmo, mi amor!
-Gracias.
-¿La
reunión sobre nuestro equipo?
-Si.
-No
vamos a tener equipo ¿verdad? -dijo Abril desilusionada.
-¿Quien
dijo que no? La semana que viene las apuntamos. Y Mañana ya se lo
decimos a sus compañeras.
-¿En
serio, pa? -el morocho volvió a asentir.- ¡Ay, gracias papi! ¡Te
quiero! -Abril se paró a abrazar a su papá y casi tira la jarra de
jugo que había encima de la mesa.
-¡Abril
vas a tirar todo! -se quejó Rocío.- Entonces, ¿vas a dejar de
jugar con los pibes?
-Si,
en principio solo vas a jugar con las minas. Eso no quiere decir que
algún partido puedas ir con el masculino. O que en los partidos
puedas estar con ellos en el banco. Peter y yo decidimos apuntarte
como delegada del equipo masculino, si quieres.
-¡Claro
que quiero! Les cojí cariño a los brutos eses...
Constante en lo k quiere Abril!,así se consigue el apoyo total d los padres.
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