El avión aterrizó y los diez estudiantes españoles de
intercambio se levantaron para salir del avión. Inés estaba sentada
con Pablo, un chico que acababa de conocer en el programa de
intercambio. Era un chico simpático, por eso se sentó con él.
Cogió sus maletas y respiró profundamente antes de salir hacia la
sala donde esperaban los familiares. Los conocía un poco, habían
hablado por e-mail.
La familia constaba de cinco personas. El padre, Marcel
Flint. Era fumigador de plagas en una empresa que él mismo había
fundado con dos amigos más. Adela Flint, madre y ama de casa. Mason
Flint, el hermano mayor. Tenía dos años más que ella y estudiaba
el primer año de universidad, pero aun vivía en casa de sus padres.
Fue la estrella del equipo de baloncesto de su instituto durante tres
años. Isabella Flint, la chica de su edad. Con ella era con la que
más había hablado de toda la familia, estaba en el club de teatro,
en el equipo de las animadoras y amaba a los Rolling Stones. Y la más
pequeña de la familia, Arianna Flint. Tenía siete años y no sabía
mucho más de ella.
Salió por la puerta a la sala de las familias y no era
la única que estaba nerviosa. Todos sus compañeros que venían de
España con ella estaban nerviosos y ansiosos, a la vez. Entonces vio
a Adela saludándola con una sonrisa. Ella se acercó a ella y cuando
estuvo delante de ella le dio un beso en la mejilla.
-Bienvenida, querida. -le dijo Adela. La ayudó con las
maletas y entonces, la profesora que los acompañaban se acercó.
-Buenas tardes, señora Flint. -dijo estrechando la mano
con la nueva madre de Inés.- Quería darle estos papeles antes de
que se lleve a Inés. Son los papeles que ya firmaron con
anterioridad, queremos que tengan una copia.
-Está bien, muchas gracias.
-Hasta luego Inés, nos veremos en dos semanas, en
clase. -dijo la profesora Lopéz.
-Adiós... -dijo Inés.
-Vamos, tengo el coche allí. -dijo la señora Flint.-
El resto de la familia te espera en casa, están desando conocerte.
Las dos subieron en el coche. La señora Flint le hizo
un par de preguntas, sobre la comida, el horario... Después Adela le
contó que tendría su propia habitación y que ya tenía todo
preparado para ir al instituto. Llegaron a casa en menos de una hora.
La casa era muy bonita, extraña para Inés. Era de
color pastel con dos pisos. La puerta era de madera y las ventanas
también. El garaje estaba en la parte derecha y en la parte de atrás
se podía ver una piscina. Adela abrió la puerta de la casa y tres miembros de la familia la estaban esperando en la entrada.
-Inés, este es mi marido, Marcel Flint. -dijo Adela,
señalando al hombre rubio con una pequeña barriga y bastante alto.
-Estamos encantados de tenerte en nuestra casa, Inés.
-dijo el señor Flint, estrechando la mano con la española. Ésta le
sonrió.
-Mi hijo mayor, Mason Flint. Tiene dieciocho años y es
su primer año en la universidad.
-Hola. -dijo él, sentado en el brazo del sillón más
cercano a la puerta. Era alto como su padre, moreno como su madre y
guapo. Tenía los ojos en un tono parecido al de la miel y una
sonrisa preciosa.
-Ella es Arianna, la pequeña de la casa. -dijo
señalando a la niña rubia con el vestido verde. Ella corrió y la
abrazó, lo que cogió desprevenida a Inés. Después se rió.
-Hola, Arianna. -dijo acariciando su cabeza, Inés. La
niña se fue con su hermano mayor y se apoyó en su rodilla.
-¿Dónde está Isabella, Marcel? -preguntó Adela.
-Estoy aquí, estoy aquí... -dijo bajando las escaleras
corriendo. Se estaba calzando. Era rubia con el pelo muy largo con
algunos rizos en las puntas. Llevaba un vestido rosa y se estaba
poniendo unas sandalias marrones. Aun hacía calor y podían vestirse
así.- Hola, Inés. -dijo antes de abrazarla. Ese abrazo no cogió
desprevenida a Inés, ya que a Isabella ya la conocía.
-Hola, Isabella.
-¿Por qué no acompañas a Inés a su nueva habitación,
le enseñas la casa y la dejas descansar? -propuso Marcel.
-No estoy cansada, todo lo contrario, tengo muchas ganas
de conocer Bugle. -dijo Inés, sonriente.
-Pues ven, tengo grandes planes para nosotras. -dijo
Isabella, cogiendo parte de las cosas de su nueva amiga.
Subieron las escaleras, donde había muchas fotos de los
hermanos Flint. La tercera puerta a la derecha, era su habitación.
Estaba pintada de rosa y tenía una cama contra la pared. Había una
ventana enorme y un escritorio. Por el resto, estaba vacía.
-Bueno, esta es tu nueva habitación. -dijo Isabella.
-Es enorme y preciosa. -dijo Inés, dejando sus cosas al
lado de la puerta.
-Explícale las normas de la casa, para que no se
asuste. -dijo Mason, pasando por delante de la habitación.
-Cállate, Mason. -le dijo Isabella. Inés la miró
sorprendida.- Nos llevamos un poco mal, pero no suele haber
violencia, no te preocupes. -dijo ella. Inés se rió.
-Tranquila, se lo que es. Tengo una hermana mayor y
otras dos más pequeñas.
-¿Todas chicas? -preguntó Isabella, la española
asintió.- Entonces no sabes lo que es tener un hermano. -las dos se
rieron y se sentaron en la cama.- A ver, en esta casa hay unas
normas, pero nada fuera de lo normal. El desayuno a las seis y media
por la semana. El fin de semana a la hora que quieras. Nada de
visitas por la semana, a menos que sea por motivos escolares.
Limpieza de la casa cada dos sábados. Y creo que nada más... Ya te
irás acostumbrando.
-No parecen normas muy estrictas... -dijo Inés,
sonriendo.
-¿Quieres ir a ver el barrio?
-Claro, pero antes me tengo que duchar.
-Por supuesto, el baño es esa puerta de allí. -dijo
señalando una puerta que estaba al lado del escritorio.- Lo
compartes conmigo. Mi habitación es la que está al otro lado del
baño.
Los días en Bugle fueron pasando e Inés estaba
haciendo muchas cosas. Para empezar, decoró su habitación. Después
viajó con la familia Flint a Boston, quería conocer la ciudad.
Isabella le presentó a sus amigos. Agosto se estaba terminando y el
3 de septiembre las clases iban a empezar. Inés era a la parte que
más miedo le tenía. El inglés no era un problema, los estudios
tampoco (era una estudiante más que ejemplar), a lo que le tenía
miedo era a los crueles adolescentes, a los nuevos amigos, los nuevos
entornos...
La noche anterior se convenció a si misma que todo iría
bien.
¡Y aquí tenéis lo nuevo de Cazadores de Duendes! Os parecerá un poco raro que no estén presentes personajes como Brianna, William, Noel, Ryan, Cassandra, Kayla, Eric, Mery... Pero decidí escribirlo desde otra perspectiva. Espero que os guste igual.
Un beso,
Cris.~

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