Después del desengaño que sufrieron las cuatro chicas y de que todas le cortaran el rollo a Oliver, pasaron unos días en los que todo el instituto se había enterado de la jugada de Oliver Owen McMiller. Ninguna de las chicas se hablaban, solo las primas. Y sentían todas las miradas sobre ellas en los pasillos y en la cafetería.
-Todos nos miran, Alexis. -le dijo su prima, mientras caminaban con
la bandeja de la comida en sus manos.
-No, es impresión tuya... -dijo Alexis, intentando convencerse a si
misma.
Se sentaron en una mesa con Marian y Darren y comieron baja la atenta
mirada de todos los adolescentes. Charlotte se había refugiado en el
baile y las animadoras. Pero Bree últimamente estaba auente. A veces
no iba ni a clase. Siempre estaba con Sam, pero ahora él estaba con
Oliver. Caroline fue la que se decidió y se acercó a hablar con
Sammuel.
-Hola, Sammuel. -le dijo ella, interrumpiendo su conversación con
una de la animadoras.- ¿Sabes algo de Bree? Últimamente no va a
clase de química.
-Ni a la de química ni a ninguna. Pero no tengo ni idea. Estamos un
poco distanciados.
-¿Por qué? -preguntó ella, como acto reflejo. Entonces cayó en
que Sam había avisado a Bree de Oliver y ésta confió más en Oliver que en su amigo.- Ah, ya entiendo, Oliver.
-Sí, siento lo que os hizo, Caroline.
-No te preocupes, ya lo superé. -mintió ella.
Caminando por los pasillos, Charlotte se había parado al escuchar
la voz de uno de los jugadores de fútbol del equipo de Oliver, uno de sus
amigos. ¿Mira quién está aquí? dijo hablándole a Bree.
Quería defenderla, pero sabía que si lo hacía, ella también iba a
sufrir las consecuencias.
-Lárgate, Tyler. -le dijo Alexis, apareciendo en escena.
-Otra de tus chicas, Oliver. -le dijo a su amigo.
-Fuera. -dijo Caroline.
-Tranquila, chicas. No os peléis por mi. -dijo el imbécil de Tyler.
Él y su grupito desaparecieron por el pasillo. Caroline y Alexis
acompañaron a Bree a tranquilizarse. A última hora de la mañana,
la clase de química se llenó de alumnos de último curso. Cada una
se sentó en su lugar. Caroline y Alexis se sentaron juntas,
Charlotte con Allyson Clipton, su mejor amiga y animadora. Cuando
Bree llegó, su sitio habitual estaba ocupado por Oliver, al lado de
Sammuel. Se sentó al lado de un chico que no conocía y sacó sus
libros. Al final de la clase, el profesor los sorprendió con un
trabajo por grupos de cuatro, que haría él.
-Muy bien, a ver... -dijo pensativo.- Alexis Thomson, Caroline
Harrison, -al nombrar a éstas dos se sonrieron- Bree Wilson y
Charlotte Palme. -unas risas se escucharon en la clase y las cuatro
nombradas se miraron.- ¿Se puede saber qué le hace tanta gracia
señor McMillan? -le preguntó el profesor. Éste negó y escondió
su risa. Al salir de clase, las primas, que parecían las que mejor
estaban después del engaño, interrumpieron a Bree y a Charlotte.
-Chicas, ¿dónde vamos a hacer el trabajo? -preguntó Alexis.
-En mi casa no puedo, estamos haciendo obras... -dijo Bree de cabeza
baja.
-En mi casa están mis hermanos, molestarían... -dijo Caroline.
-Podéis hacerlo aquí, si queréis. -interrumpió el profesor.- Yo
me tengo que quedar haciendo unas cosas y mientras podéis utilizar
esta clase.
-¿Qué os parece? -les preguntó Caroline. Ninguna se opuso y se
volvieron a sentar para preparar su trabajo. Primero debían buscar
información, así que cada una estuvo a sus cosas. Alexis buscaba en
su libro, Bree en el móvil, Charlotte en el ordenador y Caroline
también en el móvil, e incluso se había puesto los cascos.- So,
I won't hesitate no more. No more, it cannot wait I’m sure. There’s
no need to complicate our time is short. This is our fate, I’m
yours. -cantó ella sin darse cuenta. Bree sonrió y
siguió la canción. Al final las cuatro cantaron la canción de
Jason Mraz.
-No sabía que sabíais cantar... -dijo Bree, sorprendida de lo bien
que sonaba la canción.
-Yo no se cantar. -dijo riendo Alexis.
-Yo canto en la ducha. -confesó Charlotte.
-Yo de pequeña iba a un coro. -dijo Caroline. Las cuatro se rieron.
Después de esa tarde se repitieron muchas más, el profesor les
dejaba la clase y ellas hacían el trabajo cantando y riéndose.
Empezaron a sentarse más juntas en clase de química y a hablarse
por los pasillos. La gente empezaba a dejar de lado el tema con
Oliver Owen McMillan y ellas estaban mucho más tranquilas. Pero la
relación entre Bree y Sammuel no se había arreglado.
Por desgraciada, el invierno llegaba pronto a Bridgewater, y la
lluvia y el frío se hicieron presentes a finales de octubre. Bree,
al salir de clase una mañana cualquiera, se refugió de la lluvia en
un lado de la puerta del instituto. Para su suerte, Sam, se acercó a
ella con un paraguas.
-¿Te acompaño a casa? -le preguntó señalando con la mirada su
paraguas.
-No, espero a que pare de llover. -dijo ella.
-Vamos, Bree. -insistió él. Ella se acercó a él y se refugió
bajo su paraguas.- ¿Vas a seguir sin hablarme mucho tiempo más?
-¿Yo? Eres tú. Porque yo confié más en Oliver que en ti... -dijo
Bree. Entonces lo miró y admitió su culpa.- Lo siento...
-No pasa nada. No soy una persona resentida. -dijo él.
-Menos mal... -dijo ella, agarrándose a su brazo, para no mojarse.
-¿Por qué? -preguntó él, mirándola.
-Porque sino me mojaría hasta casa. -admitió ella. Sammuel se rió
y se alegró de haber recuperado a su amiga.
-Hola, Robert. -le dijo la profesora de música al de química.
-Marley. -la saludó él, guardando sus cosas en la sala de
profesores.- ¿Querías algo? -le preguntó.
-Sí. ¿Quién está durante las tardes en tu clase de química?
-preguntó ella, curiosa.
-Unas alumnas, haciendo un trabajo. ¿Por qué?
-¿Te importaría darme su nombre?
-No, claro. Pero, ¿pasó algo con ellas?
-No, no, nada... -dijo la profesora Marley White. Robert Ross,
profesor de química le recitó los nombres y ella los apuntó en una
libreta.

Yo quiero venganza >(
ResponderEliminarMássss Noveeee!!!!!