-¿Por qué me tengo que quedar yo con todos ellos? -le preguntó Molly a Brianna, señalando a Danniel, Leyda, Lisa y Kelly.
-Porque me tengo que ir al hospital. -dijo Brianna, con
prisa.- Son solo cuatro niños. Ponles una película y dales un par
de juguetes. -indicaciones rápidas porque se tenía que ir.-
¡Portaros bien! -les gritó a los niños antes de irse. Molly cerró
la puerta y miró a los niños.
-¿Qué película queréis ver? -les preguntó. Los
niños empezaron a gritar y saltar.
-¡La sirenita! -gritó Lisa.
-No, Tarzán. -pidió Danniel.
-Yo quiero ver Tiana y el Sapo. -pidió Kelly. Molly
miró a Leyda.
-¿Y tú, Leyda? -le preguntó sonriente.
-Yo me quiero ir a mi casa. -contestó ella.
-Pero no puedes. ¿Quieres ver alguna película? -le
preguntó, la niña negó y Molly bufó.- ¿Qué os parece si vemos
la Bella y la Bestia? -les preguntó.
-¡Vale! -las gemelas corrieron hacia el salón, Leyda
las siguió con los brazos cruzados.
-Yo no quiero ver eso... -le dijo Danniel. Molly lo
cogió en brazos.
-Yo tampoco. ¿Jugamos al parchís tú y yo? -le dijo la
rubia. Danniel asintió y la abrazó.
Molly les puso la película a las niñas y después de
fue a buscar el tablero del parchís. Ella y Danniel se sentaron en
la mesa del salón, al lado de las niñas, y se pusieron a jugar.
Cuando la película terminó, quisieron merendar. Molly se fue a la
cocina a preparar la merienda. Ella solo tomaría un zumo. Mientras
los niños merendaban ella se sentó con ellos y se tomó su zumo.
Cuando lo terminó puso el vaso boca-abajo y empezó a jugar con él.
Ella sabía el juego de los Cups, y empezó a hacerlo, sin
cantar. Todos la miraron y se callaron.
-Yo quiero hacer eso. -le dijo Leyda. Molly la miró,
era la primera vez en toda la tarde que Leyda le hablaba bien.
-¿No sabéis? -les preguntó sorprendida. Todos
negaron.- Esperad, que os traigo unos vasos.
Molly cogió cuatro vasos de plástico y los puso sobre
la mesa. Uno para cada uno. Después les explicó como eran los
pasos. Dos palmadas, tres golpes en la mesa, mover el vaso, palmada
otra vez, llevar la boca del vaso a la mano, llevar el culo del vaso
a la mesa, cambiar el vaso de mano, posar la mano sobre la mesa y
dejar el vaso del otro lado de la mano. A todos les iba saliendo más
o menos, menos a Leyda. Entonces, Molly cogió sus manos y lo hizo
con ella. Cuando ya les salía a todos y lo hacía seguido pasó a la
segunda parte.
-Y todo esto se hace cantando una canción. -dijo Molly.
-¿Si? ¿Cuál? -preguntó Lisa. Molly buscó en
internet el video de Anna Kendrick haciéndolo. Y los niños se
quedaron fascinados en como lo hacían.
-¿Podemos hacerlo también nosotros con la canción?
-preguntó Danniel.
-Vale,
yo canto y lo hacemos juntos. -dijo Molly.- I
got my ticket for the long way ‘round. Two bottle ‘a whiskey for
the way. And I sure would like some sweet company. And I’m leaving
tomorrow, wha-do-ya say? When I’m gone. When I’m gone. You’re
gonna miss me when I’m gone. You’re gonna miss me by my hair.
You’re gonna miss me everywhere, oh. You’re gonna miss me when
I’m gone. -mientras
cantaba y movía el vaso miraba como los niños lo hacían con ella.
Y a la hora de repetir el estribillo Leyda cantó con ella.
-When
I’m gone. When I’m gone. You’re gonna miss me when I’m gone.
You’re gonna miss me by my hair. You’re gonna miss me everywhere,
oh. You’re gonna miss me.
Hicieron
lo mismo un par de veces más y después llamaron a la puerta. Molly
se levantó y fue a abrir. Era Tara. La invitó a pasar y las gemelas
en cuanto vieron a su madre corrieron a enseñarle lo que acababan de
aprender.
-Nos
lo enseñó Molly. -le dijo Lisa.
-Pero
aun no nos sabemos la canción. -añadió Kelly.
-A
ver, que cante Molly entonces. -dijo Tara. Molly repitió la canción
con Danniel y Leyda que ya se la habían aprendido y todos jugaron
con los vasos. Cuando terminaron, Tara aplaudió.- ¿Quién te
enseñó, Molly?
-Brianna,
cuando era pequeña. -dijo Molly con una sonrisa.- ¿Quieres tomar
algo, Tara?
-No,
gracias. ¿Te importa si esperamos a Noel, aquí? Fuera está
lloviendo. -le dijo señalando la ventana.
-Tranquila.
Podéis quedaros el tiempo que queráis. -les dijo Molly sonriente.
-A
ver, enseñarme a hacer eso. -pidió Tara. Sus hijas le enseñaron a
hacerlo. Mientras le estaban enseñando el timbre volvió a sonar.
Era William, con Mery.
-Entrenador...
-dijo ella con una sonrisa.
-Capitana...
-le respondió él.
-Pasad,
que está lloviendo. -dijo Molly apartándose de la puerta.
-¡No
cierres, Molly! -gritó Noel, llegando corriendo. Los tres se
metieron en casa y entraron en el salón. Noel al ver a sus hijas
enseñándole el juego a su madre sonrió y Mery las miró con
envidia.
-¡Papá!
-gritaron las gemelas. Leyda se levantó y saludó corriendo a su
padrino, William. Danniel saludó a su tío y volvió con el juego de
los vasos.
-Molly,
¿te acuerdas de Mery, mi amiga? -le dijo William, con Leyda en
brazos. Molly negó.
-No
lo siento. Pero he oído hablar de ti. -dijo Molly. Mery le sonrió.
Después todos miraron como las mellizas le enseñaban a su madre a
jugar con el vaso y Danniel le enseñaba a Noel.
-¿Me
enseñas a hacer eso? -le preguntó William a Leyda. Ella asintió y
los dos se separaron de Molly y Mery. La puerta se abrió y Brianna
entró.
-¿Ya
estáis todos aquí? -preguntó al ver a los padres de las criaturas.
-No,
a mi no me vinieron a buscar. -dijo Danniel.
-Eso
es porque yo te llevo a casa, campeón. -le dijo Noel.
-Brianna,
yo llevo a Leyda si quieres. -le dijo William. Brianna sonrió.
-Me
harías un favor. Louis llega hoy de Londres y quería ir a buscarlo
al aeropuerto. -explicó ella.- Entonces me voy. Hasta mañana,
cariño. -le dijo a Molly. Le sonrió a Mery y salió corriendo de la
casa. Molly y Mery se dieron cuenta de como William miró a Brianna
cuando ésta dijo que iría a buscar a su novio al aeropuerto. Las
dos se miraron.
-Me
da mucha pena. Nada le sale bien... -le dijo Mery a Molly.
-Primero
Jenna y Brianna ahora tiene novio... -añadió Molly.
-Niños
nos vamos. -dijo Noel. Entonces Mery lo miró y Molly se dio cuenta
de eso también. Cogió las cosas de sus hijas y las de su sobrino.
Se despidió y con su mujer subió a los niños en el coche, para
volver al coche.
-Mery...
-le dijo William. Ésta lo miró y él la acusó con la mirada.
-No
lo puedo evitar, Will. -dijo ella.
-Es
muy feliz. -añadió William. Entonces Mery se fijó en una foto que
estaba en casa de Adam y Heather. Estaba Noel con sus hijas
abrazándolo.
-Lo
se... -musitó Mery.

Mery ni de grande deja de ser envidiosa :(
ResponderEliminarMásss Noveeeee!!!!