jueves, 23 de enero de 2014

Primer encuentro.



Diciembre seguía avanzando y cada vez hacía más frío y olía más a Navidad. A tan solo una semana para Navidad los equipos de Duendes Verdes se estrenaban. En un fin de semana todos los equipos jugarían sus primeros partidos. Empezarían los más pequeños el sábado por la mañana, el sábado por la tarde los equipos cadete femenino, junior masculino y por último los primeros equipos del club, los senior femenino y masculino. El domingo por la mañana el resto de los equipos. El sábado por la mañana, Ryan y Mónica se sentaban en las gradas a ver al equipo de su hijo.

-Buenos días. -dijo Noel, llegando y sentándose al lado de su hermano. Con él llegaban Lisa y Kelly.

-Hola, niñas. -les dijo Ryan.- ¿Qué hacéis aquí?

-Brianna nos contó que hoy era el primer partido de Danniel y aquí estamos, animando. -explicó Noel.

-Le encantará veros aquí. -dijo Mónica.

-¿De que color es su camiseta? -le preguntó Kelly a su tío, sentada sobre sus piernas.

-Verde y negra. -le dijo su tío.

-¿Como la de papá? -preguntó Lisa. En su casa estaba colgada la primera camiseta de su padre en una de las paredes. El resto de las camisetas estaban bien guardadas en una caja.

-Si, igual. -dijo Noel. El partido empezó y Brandon sacó a sus mejores chicos a la pista. El equipo era mixto pero solo dos niñas jugaban al baloncesto.

El partido, transcurrió con naturalidad. El partido duró casi una hora y los chicos terminaron perdiendo de quince puntos. Pero los padres y familiares de los niños les aplaudieron igual. Los pequeños fueron a ducharse y, mientras esperaban a que Danniel acabara de ducharse, su familia se quedó viendo el partido del equipo femenino más pequeño de Duendes Verdes. Kelly y Lisa las miraban admiradas.

-Papá, ¿puedo jugar al baloncesto? -le preguntó Lisa.

-Si, cariño, pero no hay equipo para niñas tan pequeñas. Vas a tener que esperar un par de años. -le dijo Noel.

-Yo también quiero jugar. -le dijo Kelly.

-Me parece genial. Algún día seréis tan buenas como lo era vuestro padre. -les dijo Noel. Ellas le sonrieron. Sus sonrisas eran diferentes, pero el motivo era el mismo.

Danniel salió del vestuario, abrazó a su madre y les chocó la mano a su padre y a su tío. Se despidieron para ir a comer cada uno a su casa. Pero por la tarde algunos de ellos volverían al pabellón para disfrutar de un poco más de baloncesto. El primer partido que se jugaba por la tarde era el de los junior masculino. Eran el equipo de Cassandra y Kayla. Por eso, ellas fueron las primeras en llegar.

-Chicos, empezad a calentar. -les ordenó Kayla a sus chicos cuando estuvieron todos delante de ella. El otro equipo aun no había llegado, pero ellos ya se estaban preparando. Cassandra estaba preparando todo para los árbitros. Kayla se acercó a ella.

-¿Crees que hoy podemos ganar? -le preguntó.

-Yo creo que mejoraron mucho desde el principio, pero que tenemos que seguir mejorando. Con esto no va a llegar para ascender. -dijo Cassandra.- No se como es el otro equipo, pero estoy segura de que vamos a tener que trabajar.

-¿A quién escogieron de capitán? -le preguntó Kayla.

-A Wesley.

-¿Estás bromeando? -preguntó Kayla, enarcando una ceja.

-No, ellos lo escogieron. -dijo Cassandra, igual de sorprendida que Kayla.

-Lo que nos espera... -suspiró Kayla. Cassandra se rió y las dos fueron a atender a su equipo.

Los contrarios eran de más o menos su mismo nivel. Por eso pudieron competir. A veces iban por debajo, a veces ganaban... En las gradas solo estaban algunos familiares de los chicos. Pero al principio del tercer cuarto llegaron Brianna, Will y Danniel. Cassandra supuso que Brianna y Danniel habían llegado juntos y que Will venía por su lado. Pero, por lo menos, se habían sentado juntos.

Los chicos acabaron el partido ganando de uno. Cassandra y Kayla supusieron que era el primer partido que ganaban en mucho tiempo, ya que al sonar la bocina final todos saltaron del banquillo y corrieron a abrazar a los chicos que estaban en la pista. Alguno incluso las abrazó a ellas. Saludaron al contrario y se fueron a estirar en una esquina mientras las cadetes femeninas calentaban. El equipo de Will estaba preparado para salir a ganar, contra un duro rival.

-Bueno, cielos, os deseo mucha suerte. -les dijo Wesley abrazando por los hombros a Christine y a Molly, co-capitanas.- Y espero que me dediquéis la victoria como yo os dedico la mía.

Wesley! Fuera. -le gritó Kayla. Wesley soltó a las chicas y se fue a las gradas a ver el partido con su equipo. Kayla y Cassandra se fueron a sentar con Brianna y Danniel.

-Hola, ¿qué hacéis aquí? -les preguntó Cassandra, sentándose a su lado.

-Vinimos a ver a Molly. -dijo Danniel.

-Enhorabuena, por la victoria. -les dijo Brianna a las dos. Danniel, estaba sentado sobre la piernas de Brianna y Casandra y Kayla cada una a un lado de la rubia. Para este partido había más público, ya que a los habitantes de Bugle les gustaba el baloncesto, pero el único equipo decente era el de William Morgan. Las chicas empezaron ganando, pero el partido se complico cuando las contrarias se pusieron por delante a tan solo unos minutos para el final. William decidió sacar su mejor quinteto a la pista. Christine, base; Molly, escolta; Sarah, alero; Danielle, ala-pívot; y Sophia, pívot.

-Vaya quinteto. -dijo sorprendida Kayla.

-Quiere ganar. -dijo Cassandra.

-Molly es la mejor escolta. -dijo Danniel, todos se rieron de como el pequeño defendía a su “tía”.

Al final, la estrategia de Will funcionó, haciendo que el equipo ganara por cinco puntos. Brianna, Kayla, Cassandra y Danniel aplaudieron al final de partido. Y una persona sorprendió a las chicas.

-¿Lilly? -la capitana de su equipo cuando eran jóvenes.

-¿Cassie, Kayla, Brianna? ¡Cuanto tiempo! -se saludaron con besos y abrazos.

-Este es Danniel, el hijo de Ryan Evans. -le dijo Brianna. El niño saludó con la mano a Lilly.

-¿Y tú qué haces aquí? -le preguntó Kayla.

-Yo juego en el equipo de los mayores. No ganamos mucho pero por lo menos sigo jugando. ¿Vosotras seguís en el mundo del baloncesto? -les preguntó.

-Kayla y yo somos entrenadoras. -explicó Cassandra.

-Si te sirve ir a jugar de vez en cuando a las pistas de las vías del tren, si. Sino, no. -dijo Brianna. Lilly se rió.

-¿Y por qué no venís al equipo? No nos vendría nada mal una buena base, -dijo mirando a Brianna.- una escolta con iniciativa -dijo mirando a Cassandra- o una pívot que sepa botar el balón. -dijo mirando a Kayla. Las tres se rieron.

-Yo no puedo jugar, estoy esperando un hijo. -dijo Kayla, tocándose la casi inexistente barriga sonriente.

-Ya decía yo que te veía más gorda... -musitó Lilly.- Enhorabuena. Pero si vosotras no estáis embarazadas no hay excusa que me sirva. -dijo amenazando a Brianna y a Cassandra.

-Yo prometo que me lo pensaré. -dijo Brianna.

-Yo también. -prometió Cassandra.

-Vale, me voy que tengo un partido que jugar. Pero espero vuestras respuestas. Os llamaré. -prometió corriendo a la pista.

Gracias por los comentarios, me alegraron mucho.
Un beso.
Cris.~

1 comentario:

  1. Yeiiiii!!!!! todo esta volviendo a hacer como antes :)
    Mássss Noveee!!!!!

    ResponderEliminar