Ryan.

-¡Ryan llegamos tarde! -gritó Jared desde el coche.

-Lo se, lo se... -apenas había amanecido y Jared, Mónica y Ryan ya se estaban encaminado hacia la estación de trenes.- ¿Ya tenéis todo?

-Si. -dijo Mónica.- ¿Te despediste de tus padres?

-Si, y de Noel, de Heather y Molly. Ayer me despedí de Cassie, Kayla y Will. No me queda nadie.

-¿Tú? -le preguntó Ryan a Mónica.

-Si, de todos.

-Yo no me despedí de Cassandra... -confesó Jared.

-¿Qué? -gritó la pareja a la vez.

-Es que creo que va a cortar conmigo y prefiero no despedirme de ella. -explicó Jared.

-Cobarde... -musitó Ryan, mientras su novia arrancaba el coche. Llegaron a la estación de tren y se fueron al andén que les correspondía, el nueve.

“Nos vamos en media hora, andén nueve de la estación de tren” De Ryan Evans a Cassandra Jones.

Los minutos pasaban y nadie aparecía. Mónica se había quedado dormida y Jared escuchaba música mientras Ryan esperaba que su amiga hubiera leído el mensaje y le diera tiempo a llegar a la estación. Por los megáfonos anunciaron que la hora de subir al tren había llegado. Ryan decepcionado, cogió su equipaje y se dispuso a subir al tren. Cuando estaban ayudando a subir las cosas de Mónica, la maravillosa entrada de Cassandra se produjo. Con el chándal del equipo y corriendo, entró en la estación.

-Jared... -le dijo Ryan. Éste miró hacia donde Ryan le decía y vio a su novia corriendo. Salió del tren y se paró en el andén. Ryan y Mónica miraron la escena desde la ventana del tren.

-¿Qué haces aquí? -le preguntó Jared.

-Estaba corriendo cuando recibo un mensaje que dice que os estáis yendo y me doy cuenta de que mi novio no se despidió de mi. -dijo ella, algo enfadada.- ¿Se puede saber que te pasa?

-Que Brianna y William lo dejaron porque ella se va y yo no quería que pasara lo mismo con nosotros.

-Brianna se va a Reino Unido, tú a Nueva Orleans. Cualquier día cojo un tren y en dos horas estoy allí. -se quejó ella.- Además vais a jugar contra Duendes Verdes y yo iré a veros. Jared y si te pasaba eso, ¿por qué no me lo dijiste? -su novio elevó un hombro y miró al suelo. El silencio reinó durante unos segundos pero Jared lo interrumpió, ya que no sobraba el tiempo.

-Lo siento, pero tengo que subir al tren... -dijo él girándose hacia el tren. Cassandra lo agarró del brazo, hizo que se girara y lo besó. Después de besarse apoyaron sus frentes en la del otro y Cassie le golpeó en el pecho.

-Como vuelvas a hacer algo así, te mato. -lo avisó. El asintió. Se abrazaron y él subió al tren. Cassandra le gritó a su amigo.- ¡Evans! -este se asomo por la puerta.- Ni se te ocurra no llamarme.

-Lo haré. -prometió él. Se bajó del tren, se abrazaron y él volvió a subir.

Cassandra se quedó en la estación de tren, en el andén nueve mirando como el tres se iba. Después de que ya no pudiera ver más el tren se sentó en un banco de ese mismo andén y se puso a pensar. Estuvo por lo menos una hora allí sentada, sin hacer nada, solo pensar. Hasta que William la llamó.

-Hola, Cassie. -dijo él desde el otro lado de la linea.

-Hola, Will.

-Hoy por la tarde nos vamos a la playa. -no era una pregunta, era una afirmación.

-¿Quién?

-Noel, Kayla, Mery, tú y yo. A las doce te quiero delante de mi casa. -dijo él.

-No tengo ganas, Will...

-Cassandra, después del verano Kayla y yo nos vamos. ¿Vas a desperdiciar el más mísero minuto con nosotros?

-Tienes razón... -dijo ella suspirando.- ¿A dónde vamos a ir? -el estado de California no era todo playa, y Bugle se encontraba en el interior.

-Mis padres tienen una casa en Malibú y nos vamos a pasar unas semanas allí. -explicó William.

-¿En Malibú? -dijo ella sorprendida. Ya se estaba encaminando hacia su casa y saliendo de la estación de trenes.

-Si. A las doce delante de mi casa. -Cassandra miró la hora en su reloj, eran las nueve y media.

Se apuró a llegar a su casa. Se duchó y empezó a hacer las maletas. Ropa de verano: pantalones cortos, camisetas, bikinis, faldas, alguna sudadera para las noches... A las doce, como William le había pedido, estaba delante de su casa. Dos vans estaban aparcadas delante de ella. Una era verde y la otra azul.

-¿De quien es esto? -les preguntó a Mery y a Kayla que esperaban sentadas en el césped.

-Son de mi tío. Nos las deja. -informó Kayla.

-¡Cassandra! ¡Ya llegaste! -dijo Noel, al verla. Se acercó a darle un beso.

-¿En qué ayudó? -preguntó ella.

-En nada, ya está todo listo. -dijo William. Metiendo la maleta de Cassandra en el maletero de la van azul.

-¿Seguro? -preguntó Mery.- ¿Lleváis la comida?

-Si.

-¿La música?

-Si.

-¿El botiquín?

-¿Para qué vamos a querer un botiquín, Mery? -le preguntó William.

-Lo tenemos todo, mi amor. -le dijo Noel, antes de besarle la cabeza. Los dos se abrazaron y el resto los miraron.

-Vale, tú a la azul y tú a la verde. -ordenó Kayla, mandando a cada uno en distintos coches.

-Nosotras vamos con Mery. -dijo Cassandra, caminando hacia el automóvil azul.- Os seguimos.

-Vale, vamos. -dijo Noel, subiéndose para conducir.

En el coche de las chicas, Kayla se había encargado de la música. Los CDs que ella había traído eran todos de Taylor Swift, One Direction, Bruno Mars o Jessie J. Llevaban una hora de trayecto e iban cantando Kiss you de One Direction. Hasta que el móvil de Cassandra sonó. Era Jared.

-¿Cassie? -preguntó al escuchar las voces de Mery y Kayla cantando.

-Si, soy yo.

-¿Dónde estás? -preguntó Jared.

-Estamos de camino a Malibú. William tiene una casa allí y nos vamos a pasar unas semanas juntos Noel, Mery, Kayla, Willl y yo. ¿Tú? ¿Ya llegaste?

-Si, estamos buscando la residencia de la universidad. -dijo él.

-Por la noche te llamo.

-Te quiero.

-Y yo.

Solo cuatro capítulos.