2.Un
paseo.
El despertador sonó a las seis y media, Juan Pedro
estiró su brazo hasta apagarlo. Después volvío a rodear la cintura
de su novia con este mismo.
-Peter... Peter... -la morocha intentaba despertar a su
novio. Se giró y palmeó un poco su cara por lo que recibió un
gruñido.- Dale, tenés que ir a trabajar, matemático... -lo llamaba
así desde que se recibió como tal para dar clase a adolescentes.
-Hoy no voy... -se refugió en el pecho de su novia para
que los rayos de sol que entraban en la pieza no lo molestasen y
poder dormir.
-Peter tenés que trabajar y yo ir a clase... No me la
hagas más díficil... -le suplicó, el levantó la cabeza y sonrió
de lado.
-Quedate conmigo...
-No, dale! -se levantó pese a las súplicas de su novio
para que se quedase. Fue a la cocina y preparó un desayuno para dos.
Escuchó la canilla abrirse y supuso que su novio se iba a duchar
antes de desayunar. Ella se sentó en la mesa redonda y comenzó a
untar dulce de leche en las tostadas.
-Mmm.. que linda pinta tiene el menú... -dijo saltarín.
Se acercó le dió un beso y se sentó enfrente a ella.
-A que hora salís hoy?
-A la una acabó mi última clase. Te paso a buscar?
-adentró una tostada en su boca.
-No, quedé con rocío para ir a ver a Abril... -después
de tomar un sorbo de café añadiste.- Comemos los cinco juntos?
-contando a la pequeña claro.
-Dale, espero a que Pablo acabe. Creo que acaba una hora
después. Mientras me tomo algo con Lorenzo. -miró su reloj y abrió
grande los ojos.- Llegó tarde, La. -se levantó y te dió un beso,
antes de salir corriendo hacia el trabajo.
Mariana
en cambio se lo tomó con calma. Mucha calma. Cuando llegó a la
facultada se econtró con Lucía y Alice.
-Chicas!
Esperenme! -cuando llegó hasta ellas las saludó con un beso a cada
una.
-Que
tal, Lalucha? -preguntó Alice mientras comenzaban a andar por los
largos pasillos de la facultad saludando a todo pibe que se le ponía
delante (así era Alice)
-Ali,
disimulá un poco. -se quejó Lucía.
-Bien,
chicas. Hoy que horas tenemos libres?
-A
las diez y a las once. Por que lo preguntás? -contestó Lucía.
-Es
que quedé con mi amiga, Rocío. Se acuerdan de ella?
-Si,
la rubita con aquel novio.. Que novio! -reiste ante el comentario de
Alice.
-Si,
bueno pues que vamos a comer con ellos y su hija.
-Tener
una hija tan jóvenes... -dijo Lucío quien sufrió un susto de esos
el mes pasado.
-Ellos
así lo quisieron. Ellos querían tener un hijo. -explicaste ya
dentro del aula y sacando tus libros de tu bolsa.
-Silencio,
silencio,SI-LEN-CIO! -exijió el profesor para empezar con la clase.
-Rocío,
me voy. -Pablo asomó la cabeza por la puerta de la cocina donde
estaba Rocío desayunando.
-Chau,
te amo.
-Yo
tambien.
Pablo
salió del apartamento y Rocío siguió desayunando hasta que el
llanto de la beba la interrumpió. Rocío alimentó a la beba, la
vistió, se vistió, colocó a Abril en el cochecito y salieron a la
calle a comprar el supermercado. Compra comida, pañales para la
beba, algún cosmético que utilizaba a diario y poco más. Cuando
salió de este se acercó a su casa a dejar las bolsas en la entrada
y volver a salir hacia la facultad donde recogería a Mariana. Vió a
la petiza acercarse con dos morchas más riendo, la saludó con la
mano y ella se despidió de sus amigas y se acercó casi corriendo.
-Abril!
-cuando llegó hasta donde estaban saludó a la pequeña en el
cochecito.
-Hola,
Lali. Yo soy tu amiga.. .-se quejó la rubia.
-Bueno,
no seas celosa... -le dió un beso a su amiga y cogiendo el cochecito
de Abril salieron a dar un paseo.- Que tal se porta la nena en casa?
-Si
no fuera que molesta siempre que estoy con Pablo... No se como lo
sabe, pero cuando me acercó a su papá empieza a llorar. Después de
esperar tres meses del embarazo y cuarenta días después de que
naciera solo pudimos estar juntos una vez.
-Estás
necesitada, Ro..
-Pero
que me lo preste un ratito... Solo un rato, a ver si hoy a la noche
lo conseguimos.- Mariana soltó una carcajada.- De que te reís?
-Me
imagino como debe de estar Pablito...
-Como
yo. Pero no se como hace que saca su sonrisita y va a calmarla...
-No
sabés lo que me pasó!? -dijo esajeradamente cambiando rápidamente
de tema.
-Si
no me contás, Lali. Como voy a saber?
-Hoy
me di cuenta de que Peter y yo ya llevamos un año viviendo juntos.
Nunca llevé la cuenta de cuanto me duraban los novios hasta ahora.
-Ay
Lalita... -rió la rubia ante la cara de tonta enamorada que puso su
amiga.
Ja ja, muy buena Más!
ResponderEliminarme encanto..................
ResponderEliminarsube mas ...................
esta buena..................
genial, subi en cunato puedas
ResponderEliminarSiempre hay una persona especial, k hace k lleves la cuenta del tiempo.
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